La Cuarta Flota y la Nueva Política de Agresión Imperialista II
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Al final de la administración Clinton se da el siguiente paso en la elaboración de la Nueva Política Militar de Agresión Contra los Pueblos del Mundo. Esta Doctrina Militar es denominada Joint Vision 2010. Esta visión militar desde la perspectiva del Estado Corporativo Imperialista, define las prioridades, pautas estratégicas y líneas de acción, en el mundo para la década 2001-2010. Básicamente en este documento se encuentra desarrollada la formulación del primer documento que apareció comentado en el New York Times que tratamos en el artículo anterior (La Cuarta Flota y la Nueva Política de Agresión Imperialista I). En este nuevo documento el Pentágono se traza como objetivo que las fuerzas armadas norteamericanas tenga la capacidad de afrontar y gestionar dos crisis simultanea en dos escenarios mundiales distintos. Se trata de que EE.UU tenga la capacidad militar de hacer frente al mismo tiempo a una grave crisis en Oriente Medio y a otra en el Lejano Oriente, más en concreto frente a Irak (ó Irán) y frente al tándem Corea del Norte-China. Los estrategas militares venían considerando a esta región como posibles zonas de conflictos, debido al crecimiento de una China emergente, y su influencia en toda esta región, en lo económico, político y militar, haciendo desplazar los ejes de poder hacia esa región constituyéndose en los principales teatros de de operaciones donde los EE.UU. debían desarrollar su supremacía mundial, demostrarla y proyectarla sobre estos dos escenarios principales donde la supremacía estadounidense podría ser cuestionada. Para esta época, década de los 90s, aún cuando los Balcanes o el cuerno del África-África oriental, donde los EE.UU. han actuado, son consideradas periféricas en cuanto a la supremacía de la potencia hegemónica. Latino América para ese entonces no es considerada como amenaza a la posición norteamericana considerada globalmente.
La elaboración de la política militar del Estado Imperialista Norteamericano se formula partiendo de los objetivos globales económicos y políticos del Estado Corporativo que representa las transnacionales, el Gran Capital Monopolista Financiero Internacional.
El creciente aumento de los intereses globales de las Transnacionales que poseen intereses en todo el mundo y como lo revela en el artículo de la revista No 67 de abril de 1999 de la CEPAL ‘Primer Mundo y Tercer Mundo después de la Guerra Fría”, página 7, de Eric Hobsbawm, podemos leer:
“El supuesto, claramente implícito en la Ley Helms-Burton, es que los Estados Unidos son tan indispensables para el resto del mundo, que su poder nacional puede ser usado para obligar a otros Estados a que se ajusten a las políticas estadounidenses, aun dentro de la jurisdicción de sus propios territorios. En la Guerra Fría todo esto fue justificado por el peligro soviético, y aceptado por los aliados y satélites de los Estados Unidos como un precio necesario para mantener contento a Washington. Pero, ¿cuál es la situación hoy? La lista de intervenciones después de la Guerra Fría, cuando ya no existe amenaza soviética alguna, es sorprendentemente larga. Incluye Panamá en 1989, la guerra del Golfo en 1991, Haití en 1994 y varias operaciones con objetivos humanitarios o de pacificación, pero con participación directa de fuerzas estadounidenses, desde Liberia y Somalia, hasta el Kurdistán iraquí y Bosnia. Las más recientes son los bombardeos en Sudán y Afganistán.”
Ha estos conflictos en la región asiática, el medio oriente y la guerra de agresión contra los pueblos de Irak y Afganistán, se agregan el existente entre China y Taiwán, que data desde el triunfo de la Revolución China en 1949. La península Coreana con las dos coreas, conflicto que data desde la segunda guerra mundial, y últimamente se ha profundizado con la posición agresiva del gobierno norteamericano en relación a la producción de armas atómicas por parte de Corea del Norte. El existente entre la India y Pakistán por Cachemira. La confrontación interna dentro del fenecido Reino de Nepal, la guerra de guerrillas en Manila. Estos conflictos, algunos de los cuales podrían derivar en guerras atómicas, han copado la atención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y ha contribuido a la movilización de recursos hacia esas zonas por parte de las potencias imperialistas y sus aliados menores, así como también de China y Rusia.
“De hecho, - sigue diciendo Eric Hobsbawm - es obvia ‘una continua certeza acerca de una intervención militar como la respuesta definitiva de los Estados Unidos’ (Down, 1997, p. 202), para citar un autor estadounidense. ¿Por qué? Porque otros medios de afirmar la influencia estadounidense han pasado a ser menos eficaces, y porque ha aumentado la necesidad real de una constante afirmación de su supremacía. La ayuda económica de los Estados Unidos ha declinado drásticamente, en particular desde que se aprobó la ley Graham-Rudman-Hollings a mediados de los años ochenta, y con ella se debilitó un medio tradicional de influir en otros Estados. El éxito de las sanciones económicas, a las cuales los Estados Unidos han sido adictos, ha disminuido desde el inicio de los años setenta, posiblemente porque la economía estadounidense ha perdido importancia relativa, o porque esas sanciones no son adecuadas…” Revista No 67 de abril de 1999 de la CEPAL ‘Primer Mundo y Tercer Mundo después de la Guerra Fría”, página 7
El control económico solo es posible mediante el control político. Aún cuando la situación mundial presente, en la cual, el libre comercio se ajusta a los intereses de los Estados Unidos, la actitud básica del imperialismo ha sido la de proteger e impulsar los intereses económicos de las transnacionales, por medio de la acción política, y en consecuencia, la guerra se transforma en el instrumento de dominación política, y la política se transforma en la continuación de la guerra por otros medios. En la situación actual donde la explotación de los pueblos a adquirido niveles globales por un puñado de Transnacionales, la contradicción fundamental de la relación capitalista entre el capital y el trabajo, que estaba reducido a las fronteras de los países capitalistas, después de su transformación en imperialismo, como lo señaló Lenín, la Inversión Extranjera Directa, ha cobrado una importancia creciente en la economía mundial, promovida por el Capital Monopolista Financiero Internacional. La fusiones, adquisiciones y la reinversión en los países del tercer mundo, neocoloniales y dependientes así como las economías en transición al capitalismo, han producido un flujo de ingresos crecientes a las transnacionales que tienen sus sedes en los países imperialistas. Se ha globalizado y profundizado la explotación y ha cobrado la forma de sobreexplotación de la mano de obra, a través de las maquilas, esta expansión del imperialismo está generando la confrontación global entre el capital y el trabajo. La época actual sigue siendo, en forma más nítida, la expresión de la era de la revolución proletaria, de la revolución socialista, que ha sido puesta al descubierto por Lenin, a principios del siglo pasado.
“…en el último cuarto del siglo XX el centro de gravedad de la economía mundial, ahora cada vez más globalizada, comenzó a desplazarse en cierta medida desde los países capitalistas originales hacia el Tercer Mundo, lo que es notable en la industria manufacturera. Además desde el surgimiento de la economía japonesa y la crisis del petróleo de los años setenta, la acumulación de capital nativa fuera de Europa y América del Norte ha pasado a ser mucho más importante que antes. Este cambio fue acelerado por la enorme y creciente diferencia de ingresos entre el Primer y el Tercer Mundo, que impulsó la transferencia de producción con uso intensivo de mano de obra desde las regiones de altos salarios hacia la de salarios bajos (fenómeno bien conocido en México). Por la misma razón, se reforzó la desindustrialización de las regiones industriales pioneras del Primer Mundo.”
En este mismo artículo que venimos analizando de la revista de la CEPAL de abril de 1999 titulado “Primer Mundo y Tercer Mundo después de la Guerra Fría” de Eric Hobsbawm, señala lo siguiente: “…Por esto, la superioridad económica del Primer Mundo no reside más en ser el más industrializado o tener la economía más “avanzada”, con una excepción: hasta la fecha, continúa casi monopolizando la investigación y el desarrollo científico y tecnológico. Salvo en este ámbito, la superioridad del Primer Mundo reside en operar como un conglomerado económico financiero, en lugar de hacerlo como una planta productiva. En él se ubican las oficinas centrales de la mayoría de las grandes empresas transnacionales, las que con todas sus dependencias locales y subsidiarias constituyen parte sustancial de la economía mundial. Tiene la habilidad de establecer el marco de la economía mundial y sus instituciones, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, las cuales controla. Y su inmensa riqueza le concede el manejo de la mayor parte de los flujos de capital para inversión mundial, y de sus flujos. Pero, al mismo tiempo, esa superioridad hace más dependiente al Primer Mundo de lo que suceda en el tercero. Desde el punto de vista de la economía, hoy es mucho más importante que antes tener cierto control político, particularmente para los Estados Unidos, la potencia hegemónica del capitalismo actual...”
Esta dependencia se va haciendo cada día más crítica en la medida en la cual, los flujos de capitales dirigidos al centro imperialista desde los países neocoloniales y dependientes, producto de las fusiones y adquisiciones de empresas, en los procesos de privatizaciones y nuevas inversiones, determinan la fase expansiva del flujo neto de capitales, que aseguran el control financiero de todas las relaciones económicas del globo, por un grupo de Corporaciones Transnacionales, que se expresan en las organizaciones multilaterales Organización Mundial de Comercio, Fondo Monetario Internacional, y Banco Mundial principalmente, a través de los Estados corporativos que las representan en esas organizaciones multilaterales, en consecuencia estos Estados apoyan su expansión global, reforzando la explotación del trabajo a la misma escala.
En el caso de América Latina, la transferencia de recursos a las transnacionales de los países imperialistas, fundamentalmente a las norteamericanas, creció del año 1999 de 2.671, 3 millones de dólares a 91.100,7 millones de dólares en 2006. Mientras que las compras de empresas en América latina y el Caribe, fusiones y nuevas inversiones, disminuyó de 81.304,7 en 1999 a 28.841,5 en el 2006, después de la histeria de privatizaciones de la década de los 90s dentro de la política de neoliberal de la Globalización Imperialista.
Para el 13 de marzo de 1999, el Gral. Charles E. Wilhelm, Jefe para ese momento del Comando Sur, (el Comando Sur de USA, fuerza de choque imperialista, está encargado de promover la cooperación en seguridad y conducir las operaciones militares en Centro América, el Caribe, y Sur América con el propósito de alcanzar los objetivos estratégicos de los EUA. Lograr con éxito esta misión, alcanzaría la seguridad y la estabilidad en el hemisferio occidental y asegura la defensa avanzada de los Estados Unidos.), del ejército norteamericano, (1997-2000) nos habla de la importancia estratégica de América Latina para sus intereses, en el Comité de los Servicios Armados del Senado del Congreso Norteamericano:
En el punto sobre la “Evaluación Estratégica” señala:
“La importancia de América latina y del Caribe a los Estados Unidos no ha disminuido desde mi declaración pasada - 5 de marzo de 1998 -. Las predicciones económicas señalan que en el año 2010 el comercio de EE.UU. con la región excederá el comercio con Europa y Japón combinado. No se espera que nuestra dependencia de Venezuela, de Trinidad y de otras naciones productoras de petróleo de la región como nuestras fuentes primarias para el combustible importado, cambie. De cada dólar que los latino americanos gastan en sus importaciones, 44 centavos son mercancías compradas a los E.E.U.U.… con la creación del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) es probable que esto aumente, y progresivamente nuestra cultura se va convirtiendo cada vez más, no en una cultura americana, sino en una cultura de las Américas. Los Estados Unidos son actualmente el quinto país de habla hispana más grande del mundo. Para el año 2010 los habitantes de habla hispana serán la minoría más grande de nuestro país, y los demógrafos nos dicen que para el año 2047, cien millones de ciudadanos de Estados Unidos serán descendientes de hispanos. Por éstas y otras razones debemos prestar la creciente atención a nuestros asuntos e intereses en este hemisferio.¨
La evaluación estratégica que expone el Jefe del Comando Sur para esa época, nos muestra las áreas de Intereses del Gobierno imperialista:
1. Las proyecciones económicas excederán el comercio con la Unión Europea y Japón combinados.
2. El Tratado de Libre Comercio para las Américas, operaría como un factor de conquista comercial, que como lo señala, incrementaría el comercio más allá del 44 %, actual. Lo que nos habla de la importancia estratégica del ALCA. Con lo cual el ALBA representa para el Estado Corporativo Imperialista, la coalición de países que podrían discutirle su supremacía en América latina y el Caribe.
3. La dependencia del petróleo producido en América latina no cambiará como fuentes primarias de energía.
4. Por último la importancia de la inmigración latina será de una influencia importante si no determinante en la política norteamericana.
Entonces tenemos, que los intereses del Estado Corporativos Imperialista, representante e instrumento de las Transnacionales, son de carácter global, para defenderlos es necesario poseer capacidad militar en todo el mundo. Se hace necesario poseer una fuerza de agresión militar de carácter Global.
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