15-09-23.-Los 150.000 miembros del United Auto Workers (UAW) deberán suspender la producción a partir del 15 de septiembre si las empresas no cumplen con las demandas en materia de salarios, pensiones, reducción de jornada laboral y sindicalización.
También han acordado autorizar al sindicato a convocar huelgas en General Motors (GM), Ford y Stellantis en Estados Unidos si no se puede llegar a un acuerdo sobre un nuevo contrato colectivo de trabajo.
Según datos provisionales facilitados por el sindicato, el 97% de los trabajadores que votaron apoyaron autorizar una huelga si las negociaciones en curso con los tres principales fabricantes estadounidenses no desembocan en un acuerdo antes del 14 de septiembre, fecha en la que se firma el acuerdo actual.
Si esto sucede, la huelga del UAW se sumará a las otras categorías involucradas en las 270 huelgas que Estados Unidos registró sólo en 2023, como la huelga de los actores y guionistas de Hollywood, de los limpiadores de hoteles, de los camareros de Starbucks y McDonald’s y de los empleados de hospitales.
El presidente del sindicato, Shawn Fain, dijo el viernes que "todo lo que estamos tratando de hacer con esto es preparar a todos en caso de que tengamos que actuar para lograr un trato justo".
A mediados de julio, el UAW inició negociaciones con GM, Ford y Stellantis para un nuevo convenio colectivo que regirá las relaciones laborales de unos 146.000 trabajadores durante los próximos cuatro años.
Después de años de compromiso en los que los Tres Grandes de Detroit (como se conoce a los tres fabricantes de automóviles) obtuvieron cientos de miles de millones de dólares en ganancias, dijo Fain.
De hecho, fue la dirección sindical la que, con negociaciones inferiores, cedió durante años ante las empresas y abdicó de las conquistas y derechos de sus trabajadores. Lo hicieron con la excusa de “mantener los puestos de trabajo”, pero ello no impidió que las empresas redujeran su plantilla al tiempo que precarizaban las condiciones laborales.
Hoy, después de la pandemia de Covid-19 en la que los trabajadores continuaron las actividades a pesar de condiciones inseguras y con una inflación sin precedentes en las últimas décadas, los 146.000 trabajadores presionaron al sindicato para lograr mejoras que se expresan en el voto abrumador para ir a la huelga si la empresa no acepta los reclamos.
Así, el UAW abrió negociaciones con la exigencia de un aumento salarial del 46% en cuatro años, el restablecimiento de las pensiones tradicionales (que habían sido eliminadas en negociaciones anteriores), la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de baterías. El UAW tiene más de 825 millones de dólares en su fondo de huelga, suficiente para pagar a sus 150.000 miembros 500 dólares a la semana durante casi tres meses.
De ocurrir eso, sería la huelga más grande de trabajadores activos en el país en 25 años. General Motors estimó el costo de la huelga de seis semanas del UAW en 2019 en 2.900 millones de dólares. El Anderson Economic Group estima que una huelga en las tres empresas tendría un impacto de 5 mil millones de dólares en la economía en sólo 10 días.
