Ante la inminencia de un conflicto
bélico de resultados desastrosos y caóticos para la humanidad, Fidel
acude a Obama como ser humano, nos habla de que Obama es quien tendrá,
por una primera y única vez, el botón nuclear en su mano, quiere decir
que de darse esta conflagración será por su decisión y que igualmente,
nadie puede tomar esa decisión por encima de él, dentro del orden
político norteamericano, de igual forma Hugo Chávez viaja a Colombia
y apuesta a Santos, logra en solo tres horas de conversa, una
declaración de principios que nos abre una única posibilidad de paz.
No puedo dejar de expresar
mi propia sorpresa, pero igualmente debo entender estos hechos como
la única puerta posible a dos guerras que serían de temibles consecuencias
para el devenir de nuestra humanidad. Se que la misma negativa de Obama
a debatir con Fidel pone en entredicho la capacidad personal de Obama
para mantener sus principios exaltados por Fidel cuando nos dice que
estudió su vida, su biografía y que leyó su libro, se ve de igual
forma que lo mismo ocurrió con Chávez y Santos, más de una vez Hugo
Chávez hizo referencia a la personalidad y la vida de Santos.
Con Chávez si se logró un diálogo que quizá muchos no creerán,
más con las repetidas veces en que se trató de hacer lo mismo con
Uribe, pero creo que es una obligación tener que creer en que esto
funcione, pues de no hacerlo, solo quedará abierto el camino del enfrentamiento
que es precisamente lo que se debe evitar a toda costa.
Así como Chávez, a su
salida del encuentro le respondió a un periodista que le insistía
en el tema de la guerrilla, que había que parar de repetir la misma
matriz de opinión, creo que todos debemos de parar de hablar de la
guerra como inminente y abrir espacios a la paz. No se puede pretender
la paz pregonando la guerra, creo que ambos líderes han hecho un acto
histórico que debemos entender.
Podría en el peor de los casos
suceder que Santos no respete su palabra, lo que le dejaría como un
falso líder ante todos los que lo vimos y escuchamos hablar hoy. Es
un compromiso que además Hugo Chávez le ha reforzado con la idea de
la grandeza que puede representar una Suramérica unida, basado en los
mismos principios bolivarianos. Es la posibilidad de que un corazón
en su soledad, cambie. La apuesta de ambos comandantes es al corazón
de quienes lideran las fuerzas enemigas, es la insistencia en que hagan
conciencia de daño inhumano que nuestros pueblos sufrirán ante las
guerras que sus manos pueden firmar, es una invitación a la vida, a
la más íntima condición humana que debe quedar en cada uno de estos
dos seres: Obama y Santos.
La batalla de las ideas, preconizada
por Fidel ya desde hace un buen tiempo, se torna en la última arma
importante en la batalla por la supervivencia de nuestra especie. No
quisiera empezar a leer a profetas del desastre ni a furibundos izquierdistas
que seguirán apostando al enfrentamiento. La crisis que vivimos como
especie es de dimensiones tan escalofriantes que se debe dar este salto
a lo humano como último camino para evitar una hecatombe.
Los poderes económicos, militares
y políticos, se enfrentarán a dos corazones: al de Obama y al de Santos.
Por ahora ellos dos son la contención para evitar un final dramático,
la inmensidad de estos poderes podrá pasarles por encima, pero igual
cada ser humano que tenga que tomar la decisión para una guerra deberá
sentir en su corazón el clamor de una humanidad que pide paz.
Venceremos.