Nos duele e incomoda en lo más hondo de nuestro ser, el saber de la detención del PERIODISTA Joaquín Pérez Becerra, miembro fundador de Anncol. Esta detención si es un verdadero atentado contra la libertad de expresión, de un gobierno que se dice revolucionario y que enfila toda su dignidad contra el imperio, pero la entrega de este compatriota latinoamericano, luchador social que perdió a su compañera en manos de los satrapas santandereanos más que dolor nos da indignación, arrechera al saber que el Estado venezolano, se ha doblegado, ha caido en el maldito juego de las hienas entregando parte de su dignidad, no se sabe a cambio de qué intereses.
Joaquín Pérez Becerra representa la DIGNIDAD del luchador revolucionario, representa la perenne lucha del combatiente. El Estado venezolano tiene muchas repuestas que dar, después de usa, de israel, el estado colombiano es el estado más terrorista del planeta, ha sido una maquinaria genocida en contra de su propio pueblo. Será qué nuestro gobierno nacional ignora los más de 5mil muertos de la Unión Patriótica, los cientos de periodistas asesinados a mansalva, los miles de dirigentes campesinos desaparecidos, los miles de falsos uribe-santos positivos, los miles de cadáveres encontrados en fosas comunes de la macarena, pa solo mencionar un caso.
Vale preguntar, si es verdad como ha circulado por aporrea y por las pag de Telesur la entrega de Joaquín Pérez por parte de nuestro gobierno, A qué se debió tanta premura, no habían terminado de publicar el deplorable comunicado de su inconstitucional detención , cuando ya lo habían entregado en manos de las hienas santandereanas, ávidas de sangre y jolgorio.
El futuro de Joaquín Pérez Becerra, hoy es incierto y tal vez mañana sea tarde para lamentarlo, esta hora de la revolución bonita es aciaga. Jamás podremos, bajo ninguna justificación entender que un gobierno, que un estado revolucionario, haya entregado a uno de los suyos, pensábamos que solo un estado forajido, que un estado cabrón sería capaz de matar la paloma.
Querido Joaquín,
desde nuestro dolor, nuestra soledad compartida, nuestra rabia nuestra
impotencia, Honor y Gloria a tu lucha, Honor y Gloria por la Dignidad.