Nunca
en nuestra historia republicana se había avanzado más en este
propósito, consustanciado con nuestra propia identidad de reivindicar el
verdadero ideal bolivariano, como en estos 12 años de gobierno
presidido por el Presidente Comandante Hugo Chávez Frías y ese reto
emancipador es cada vez más exigente sobre todo cuando el imperialismo y
las oligarquías latinoamericanas no escatiman esfuerzos para utilizar,
como en el pasado, los más sutiles medios de penetración cultural de
mediatización, neocolonización y dominación sobre nuestros pueblos.
El concepto bolivariano implícito en “Para nosotros la patria es América” continuado por Martí en su ensayo cumbre de “Nuestra América” vislumbra los desafíos del presente. Es el mismo concepto con iguales códigos de libertad, independencia, democracia, unión, antiimperialismo, identidad, igualdad social y soberanía.
El carácter internacionalista del pensamiento bolivariano está inmortalizado en sus propias sentencias:
“Mi
destino ha querido que una vasta porción del mundo haya aprovechado de
mis combates para romper sus cadenas: este es todo mi mérito” (Carta a
Sir Robert Wilson, 20 de octubre de 1825)
“Que me manden salvar la República y salvo la América toda.” (Carta a J. M. del Castillo. 15 de mayo de 1828)
“El
hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los
derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la
humanidad” (Carta al teniente coronel español Fco. Doña, 27 de agosto
1820)
“Nuestras
Repúblicas se ligarán de tal modo que no parezcan en calidad de
naciones sino de hermanas, unidas por todos los vínculos que nos han
estrechado en los siglos pasados, con la diferencia de que entonces
obedecían a una sola tiranía, y ahora vamos a abrazar una misma libertad
con leyes diferentes y aun gobiernos diversos; pues cada pueblo será
libre a su modo y disfrutará de su soberanía, según la voluntad de su
conciencia.” (Carta al Dr Unanúe, Pte del Perú, 25 de nov. De 1825)
“Los
EEUU parecen destinados por la Providencia para plagar la América de
miserias a nombre de la Libertad” (Carta al coronel inglés Patricio
Campbell, 5 de agosto de 1829)
La definición de unión antiimperialista en Bolívar fue contundente, en todo su pensamiento continental, y está bien sistematizado en la Carta de Jamaica. También el pensamiento de Bolívar fue claramente
democrático y popular como lo dejó plasmado en el Discurso de
Angostura. Jamás dudó Bolívar en rechazar la presencia de los EEUU en su
sueño unionista en contraste con Francisco de Paula Santander,
antecesor, ícono y símbolo de los actuales gobernantes colombianos
serviles al imperialismo norteamericano. El espíritu del
Libertador se concretó sabiamente en la ALBA porque ninguno de sus
miembros es súbdito ni lacayo del imperio. Este es uno de los grandes
logros revolucionarios del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías.
El
peligro está en los intentos por conformar políticas de integración
donde nos veamos obligados a compartir con gobiernos de las oligarquías
latinoamericanas y del Caribe totalmente subordinados, aquellos, al
Departamento de Estado Norteamericano, vale decir con Estados Semi
Coloniales enemigos de la emancipación y de la independencia, es decir
de la América Bolivariana y Martiana. Es aquí donde aspiramos que la
República Bolivariana de Venezuela tenga una firme Política de Estado
que sobreponga sin vacilaciones los principios, los ideales y nuestra
identidad histórica al tentador convencionalismo pragmático y
circunstancial.
Mientras
existan en nuestra América esas oligarquías capitalistas entregadas al
imperialismo norteamericano estará viva en el continente la digna
rebeldía expresada en diferentes formas de lucha contra el imperio, bien
sean pacíficas o armadas como la de Bolívar y Martí. El gobierno de la
República Bolivariana de Venezuela escogió legítimamente el camino
pacífico y debe ser respetada la voluntad de su conciencia para
disfrutar de su soberanía. En otros países del continente todavía los
pueblos luchan por la plena soberanía e
independencia igual que el pueblo venezolano en el pasado. En Chile,
Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica y México continúan sus pueblos explotados y reprimidos por las modernas tiranías neoliberales de la ultraderecha.
Nos pronunciamos por una Política
Exterior de la República Bolivariana de Venezuela que en consonancia
con el espíritu del Libertador y con una Política de Estado soberana e
independiente, no acuerde con las modernas tiranías neoliberales de
otros países, medidas represivas, violatorias de los derechos humanos e ilegales, en nuestro territorio, en contra de perseguidos políticos de esos países que no violen las leyes de Venezuela.
Hay
muchas historias hermosas en nuestra América de países que en
diferentes épocas acogieron en su seno a refugiados políticos sin
olvidar al Haití de Petión y su famoso huésped. En 1937 gobernaba México
el General Lázaro Cárdenas, fundador del efímero Partido de la
Revolución Mexicana, a quien se le recuerda, no sólo por la
nacionalización de la industria petrolera, sino además por gestos
inolvidables como el de acoger a miles de refugiados de la Guerra Civil
Española, entre ellos un importante contingente de 456 niños españoles,
entre huérfanos e hijos de combatientes republicanos. De
aquella historia no queda más que un bello recuerdo. Ese mismo año una
buena parte de los dirigentes de la izquierda
de Venezuela, la mayoría acusados de comunistas sin serlo, llegaron
exilados a México por el Presidente Eleazar López Contreras y fueron
recibidos en la patria de Zapata con los brazos abiertos. Eran los
tiempos que para la derecha internacional ser comunista tenía una
connotación peor que la creada ahora de “terrorista” por la CIA.
Abogamos porque la República Bolivariana de Venezuela levante en alto la bandera radiante del espíritu bolivariano para generar episodios humanitarios iguales a los más sensibles de la historia universal en defensa de los perseguidos por el fascismo y el imperialismo.
¡¡¡Cuidemos la Revolución con nuestra Digna Rebeldía!!!
MPCPAN Caracas, mayo 2011