La OEA y Brasil, son nuestras garantías anti intervención. En la actualidad se tejen estrategias, argucias y alianzas en busca de la Secretaría General de la OEA.

La campaña por la elección del nuevo secretario general de la OEA, se ha convertido en una batalla campal.

Una batalla llena de argucias, alianzas se está cocinando, prueba de que la región está polarizada. Por ahora, se desvanece la noción de que un centroamericano debía ser el sucesor de César Gaviria, dando paso a una serie de candidaturas. 6 países mostraron interés, pero la competencia la encabezan El Salvador, con el ex presidente Francisco Flores, México, con su Canciller Luis Derbez, y Chile, con el ministro del Interior, José Miguel Insulza.

18 votos, se necesitan para ganar la elección.

Insulza es apoyado por Chile, Surinam, Argentina, Ecuador, Brasil, Venezuela y Uruguay (7 votos).

Derbez, cuenta con el apoyo de México, Canadá, Bolivia, Honduras, Belice, Santa Lucia , San Vicente y las Granadinas, y Paraguay. (8 votos).

Flores, tiene el respaldo de Estados Unidos, El Salvador , Nicaragua, Colombia, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana. (7 votos).

Hay 11 países que todavía no han definido su apoyo. La mayoría son paises caribeños, lo que significa que esta región tiene la llave de la Secretaria. Hace dos semanas realizaron una cumbre para tratar el tema pero no hubo consenso. Por el momento, los caribeños se inclinan o por Derbez o por Insulza, y en oposición a Flores, al que asocian con Estados Unidos. Según los analistas, los países del área están molestos con E.U. por que prácticamente los excluyó del manejo de la crisis con Haití y esta sería el pase de factura.

“Flores, que parecía ser el candidato más fuerte, se está desinflando por su relación con Washington. Según fuentes de la OEA, muchas naciones sienten que es suficiente con tener al departamento de Estado a tres cuadras como para también a un Secretario General que responde a los deseos de la administración Bush. Chile, está aprovechando está coyuntura a su favor ofreciendo a los caribeños apoyo para la realización de la Cumbre del ALCA en Trinidad y Tobago, a cambio de respaldo para Insulza.

Pero Washington, trabaja intensamente y ha ofrecido su respaldo económico. Algo que los países caribeños no pueden dejar de considerar. “Lo que si está claro, es que Washington se opondrá con todas sus artimañas a la candidatura de Insulza, en quien ve a un representante de la izquierda.

Lo interesante de esta campaña es precisamente lo marcadamente ideológica que se ha vuelto.

Por un lado, está Venezuela, Brasil, Argentina y ahora Uruguay, que cuentan con gobiernos de corte socialista y que ven en la OEA una oportunidad para hacerle contrapeso al poder de Washington, lo que podría evitar las pretensiones intervencionistas de Bush en nuestro país, y frenar las tesis divisionistas impulsadas por Washington en Bolivia y Ecuador.

Por el otro, están países como Colombia y los centroamericanos que dicen amen a todo lo que les ordene E.U.

En México, circula el rumor de que Fox apoya la candidatura de Derbez por que quiere sacarlo de la escena política del país.

La elección del secretario apunta hacia un choque de trenes. Se da como un hecho que habrá una “segunda vuelta”. ya se maquinan estrategias al respecto.

Flores, estuvo la semana pasada de gira por Perú, Bolivia, Ecuador y Paraguay para pedirles su voto en está segunda etapa. La apuesta de Flores es derrotar a Derbez para luego sumarse sus votos en la definitiva contra Insulza.

Perú aguarda sigiloso en la sombra. Lima, que no ha anunciado respaldo a candidato alguno, le apuesta a que la disputa entre México-Chile-El Salvador, termine anulando a los tres candidatos. En ese caso, ofrecería su opción que podría ser la del ex presidente interino Valentín Paniagua, o el Canciller Manuel Rodríguez.

Pero por qué tanto interés en un cargo que, pese al prestigio que reviste, carece de poder real dado que todas las decisiones del organismo se dan por consenso entre los países.

Según el Canciller boliviano, Juan Ignacio Siles “el poder del secretario está en al determinación de la agenda de la OEA”, que a su vez es un norte para la agenda de la región. Desde su cargo, el Secretario puede mover los hilos para que se haga énfasis en algún tema o ignorarlo, si es que quiere no darle importancia. Aunque en el papel no puede actuar sin el beneplácito del Consejo Permanente de la OEA, puede crear el ambiente para obligarlo a actuar.

El caso más cercano es el del apoyo al proceso con los grupos paramilitares en Colombia. En diciembre del 2003 el entonces secretario César Gaviria llegó a un acuerdo personal con el gobierno colombiano para el envío de una misión de verificación al proceso con los grupos irregulares. Pese al malestar inicial del Consejo, pues concluyeron que actuó a sus espaldas, se optó por avalar la misión dado que el nombre de la OEA ya estaba comprometido.

Sutil pero enorme poder en una región con intereses tan diversos y que está mostrando fisuras ideológicas de consideración.