Al Pueblo De Venezuela,
Al Gobierno Bolivariano de Venezuela,
A los Pueblos y Gobiernos del Mundo,
A los Medios de Comunicación Nacionales e Internacionales,
A la Opinión Publicas Nacional e Internacional,
Al Mundo entero,
Hermanos y Hermanas:
Que el ejemplo del inmortal Emiliano Zapata, heredero de las luchas de Ezequiel Zamora, sea motivo suficiente para alentar a nuestro pueblo campesino a luchar por sus tierra y a respetar el digno uso en la producción agrícola.
Emiliano Zapata (San Miguel Anenecuilco, México, 1879 - Morelos, 1919) fue un Revolucionario agrarista mexicano. Hijo de una humilde familia campesina. Trabajó como peón y aparcero y recibió una pobre instrucción escolar. Tenía veintitrés años cuando apoyó a la Junta de Cuautla en sus reivindicaciones por los ejidos de Morelos, su estado natal. La persecución desatada contra la Junta por el régimen porfirista lo llevó a Cuernavaca y luego a México como caballerizo del ejército.
Emiliano Zapata luchó en defensa de las tierras comunales y, al frente de un pequeño grupo armado, ocupó las tierras y las distribuyó entre los campesinos. Se alió a otros campesinos que se levantaron en armas en contra de los terratenientes, llegando a ser designado «jefe supremo del movimiento revolucionario del Sur», en Mexico.
Tras la caída de la dictadura de Porfirio Díaz, Zapata reclamaba el inmediato reparto de las tierras de las haciendas entre los campesinos, ante Madero, quien fuese electo presidente en 1911. Zapata aceptó el licenciamiento y desarme de sus tropas guerrilleras que éste le hacia, con la esperanza de que la elección de Madero como presidente abriera las puertas a la reforma. Ante el fracaso de Madero en beneficiar a los campesinos, Zapata elaboró en noviembre del mismo año el plan de Ayala, en el que declaraba a Madero incapaz de cumplir los objetivos de la revolución y anunciaba la expropiación de un tercio de las tierras de los terratenientes a cambio de una compensación, si se aceptaba, y por la fuerza en caso contrario. Los que se adhirieron al plan, enarbolaron la bandera de la reforma agraria como prioridad y solicitaron la renuncia del presidente.
Las fuerzas gubernamentales obligaron a Zapata a retirarse a Guerrero, pero el asesinato de Madero en febrero de 1913 por orden de Victoriano Huerta cambió la situación. Zapata rechazó la oferta de Huerta de unirse a sus fuerzas y apoyó a los constitucionalistas de Venustiano Carranza contra los huertistas. Nombrado jefe de la revolución en detrimento de Orozco, que había sido declarado traidor, consiguió derrotar a Huerta (1913).
En la convención de Aguascalientes de octubre de 1914 se concretó la alianza de Zapata y Pancho Villa, representantes del revolucionarismo agrario, contra Carranza, de tendencia moderada. Si bien ambos entraron poco después en la capital, su incapacidad política para dominar el aparato del Estado y las diferencias que surgieron entre los dos caudillos, a pesar de que Villa había aceptado el plan de Ayala, alentaron la reacción carrancista.
Perseguido por Pablo González, Zapata se hizo fuerte en Morelos, mientras que Villa era derrotado en el norte. El aporte de algunos intelectuales dio solidez ideológica al movimiento agrarista y ello permitió a los zapatistas organizar administrativamente el espacio que controlaban. En este sentido, el gobierno de Zapata creó comisiones agrarias, estableció la primera entidad de crédito agrario en México e intentó convertir la industria del azúcar de Morelos en una cooperativa.
Sin embargo, la guerra proseguía; en 1917, las tropas de Carranza derrotaron de nuevo a Villa en el norte. Ante la amenaza que Zapata suponía para el gobierno federal, el coronel Jesús Guajardo, que dirigía las operaciones gubernamentales contra él, traicionó y asesinó al líder agrarista tras atraerlo a un encuentro secreto en la hacienda de Chinameca, en Morelos, el 10 de abril de 1919.
Emulando su ejemplo, tomamos su pensamiento como bandera en la lucha campesina del pueblo pobre:
“Dispuestos a no abandonar ni un instante la obra grandiosa que hemos emprendido, llegaremos resueltos hasta el fin, aceptando ante la civilización y ante la historia, las responsabilidades de este acto de suprema reivindicación”
Rescatando la Memoria Histórica Revolucionaria.
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 522 años del inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 204 años del inicio de Nuestra Independencia,
Coordinadora Simón Bolívar
Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.
http://www.coordinadorasimonbolivar.org/
https://www.facebook.com/CSBCARACAS?fref=ts