Los revolucionarios bolivarianos nos hemos convertido en punta de lanza para los pueblos que en su legítimo derecho luchan por alcanzar su autodeterminación. Nos toca avanzar con paso firme para enfrentar la canalla, el poder económico, las traiciones, los poderes fácticos internos y externos. Por si fuera poco, enfrentamos la amenaza constante de las águilas del norte.
Hemos demostrado al mundo de lo que es capaz un pueblo cuando decide ser libre y soberano; por supuesto, con el liderazgo que nos acompañó e insufló la fuerza necesaria para enfrentar las batallas libradas y las que vendrán. El Comandante Chávez siempre nos hizo entender a los revolucionarios, que indistintamente de las corrientes que hacen vida en el proceso bolivariano, debe siempre imperar la unidad en la diversidad.
Hoy nos toca enfrentar una nueva etapa de nuestra Revolución, liderada por el camarada Presidente Nicolás Maduro. Hemos tenido que enfrentar a su lado los ataques de los distintos sectores de la derecha y ultraderecha, aliados con los sectores más rancios, como son los medios de comunicación privados nacionales e internacionales, al servicio del gran capital e intereses foráneos, y quienes se resisten a perder su poder hegemónico. Ni hablar de la casta de zombies políticos de la derecha que se alían con el Imperio Yankee para lograr, dicen ellos, la “salida” vía golpe de estado o magnicidio de nuestro camarada Presidente.
Ahora no nos queda más que esperar nuevas arremetidas por parte del gobierno norteamericano, producto de las reuniones que se dieron con el Grupo BRICS y los acuerdos alcanzados con UNASUR, que amenazan los intereses imperiales, poniéndole en estado de alerta. Esto nos viene a demostrar la necesidad que ha nacido de lograr un nuevo orden geopolítico y económico, que de alguna manera rompa con el yugo impuesto por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial a las naciones del mundo.
Es preciso acotar que en mi particular apreciación, y creo compartida por muchas personas que entienden la política, se avizoran vientos de cambio desde el punto de vista geopolítico y económico. Venezuela es muestra evidente de ello, al igual que el bloque sudamericano de naciones, gracias a las políticas de orden estratégico implementadas por el Comandante Chávez y ahora seguidas y ampliadas por el camarada Presidente Nicolás Maduro en beneficio de nuestro país. ¿Y qué decir de los acuerdos alcanzados con Rusia en materia económica, militar, energética, cultural, entre otras? ¿Y con el gigante asiático? ¿Y la ampliación del MERCOSUR, que ahora incluirá al ALBA-TCP, Centroamérica y El Caribe?
Esto demuestra la credibilidad y seriedad que tiene nuestro gobierno ante el mundo, pese a las matrices de desinformación que los medios internacionales pretenden hacer creer. Hoy nuestra República Bolivariana de Venezuela no está sola, gracias a la política exterior que magistralmente se ha aplicado en estos 15 años; lo cual implica reconocer la actuación que de manera genial nuestro Gigante Hugo Chávez llevó adelante –al igual que nuestro entonces Ministro de Relaciones Exteriores y hoy Presidente Nicolás Maduro- y gracias a la cual actualmente nuestra Patria es reconocida por las naciones del mundo.
Todos los patriotas debemos estar preparados para los tiempos difíciles que se avecinan. Cabe esperar el recrudecimiento de la política injerencista del Imperio, a través de sus diferentes agencias, preponderantemente la USAID, manejada directamente por el Departamento de Estado, la NED y tantas otras.
Cada logro alcanzado por el gobierno revolucionario en política exterior es una afrenta para las águilas de norte y una ocasión más para motivar su intervencionismo. El Imperio no descansa. Tendremos nosotros que aprender también a no hacerlo. Si de algo debemos estar convencidos es que vamos por buen camino, de la mano de nuestro camarada Presidente.
Camaradas, el clarín de la Patria nos llama, vienen nuevas batallas y como todo patriota, debemos pensar que Venezuela está destinada a lo grande y en ese camino andamos. La Patria no es una entelequia y a nosotros los revolucionarios no nos queda de otra que luchar hasta el final de nuestro aliento, como lo hizo nuestro Gigante Hugo Chávez. ¡Unidad, lucha, batalla y victoria! ¡Amando venceremos! ¡Qué viva nuestra Revolución Bolivariana y profundamente chavista! Le duela a quien le duela.
Zulika King
Coordinadora General del Movimiento de Batalla Social Punta de Lanza
30 de julio de 2014