Samuel Moncada y su CLAP en la OEA

A Samuel Moncada lo recuerdo con ese verbo persuasivo, con el discurso coherente y bien hilado para salir victorioso en cualquier debate, era habitué en VTV durante los primeros años de la revolución, Ernesto Villegas, Vanessa Davies y todos los anclas se lo rotaban frecuentemente en la pantalla de todos los venezolanos (revolucionarios).

Luego Chávez lo nombró Ministro de Educación Superior y hasta allí llegó el discurso coherente y la razón bien diagramada, pasó con mucha más pena que gloria por esa importante cartera y al cabo de varios desaciertos, Chávez lo ubicó en cargos de vice-algo, sub-loquesea y hasta en uno que otro consulado, era la costumbre típica de Chávez con la gente que no servía para nada.

Ayer lo vi en la OEA, con su cara bien enjuagada, un poco regordete (se ve que la famosa dieta a la que estamos sometidos los venezolanos no le ha llegado allá a Washington), Moncada decía que se estaba violando los estatutos de la OEA, decía que se debía respetar la soberanía de los pueblos y se oponía a una votación que se había propuesto.

Evidentemente como buen representante de la revolución se oponía a cualquier votación, tal y como sucede aquí, Moncada argumentó cualquier cosa, manipuló a placer los reglamentos y usó un montón de artilugios lingüísticos para evitar la votación, pero no lo logró, porque allá no tenía el alcance de sus poderes revolucionarios, porque los otros embajadores no eran parte de la sociedad de cómplices con la que está acostumbrado a reunirse.

Decía que había que respetar las normas, sin embargo el gobierno que él defiende no ha respetado sus propias normas, eliminando elecciones y saltándose la ley que le estorbe de la constitución.

Explicaba que no se podía violentar la autodeterminación de los pueblos, sin embargo la "democracia" que él apoya, se ha olvidado de la autodeterminación del pueblo plasmada en las últimas elecciones del 06 de Diciembre de 2015.

Prácticamente todos los argumentos que Samuel Moncada exponía en aquel foro son válidos en su contra aquí en Venezuela, a el compendio de consideraciones que manifestaba Moncada allá, le podríamos cambiar la firma y ponerle la de cualquier opositor aquí en Venezuela y sería mucho más válida.

Es extraño como los torturadores piden clemencia, la historia está repleta de casos patéticos como esos, por ejemplo Pinochet que se defendió en varios juicios, juicios que él nunca respeto cuando estuvo en el poder, pero así son los tramposos, así juegan los malos.

Samuel Moncada seguirá tragando donas en Washington y debatiendo sobre lo grandioso que son los CLAPS mientras hace sus compras en Whole Foods, le caerá a cotorra al alguien, sobre como aquí en Venezuela nadie come de la basura, mientras se toma un café en Starbucks y disfruta de una velocidad de internet que ni que el satélite Simón Bolívar y el Francisco de Miranda juntos funcionando a tope llegarían. A Samuel se le hace todo fácil allá, ser oposición en un ámbito democrático es una papaya.

Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza

Simón Bolívar



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José Gregorio Mena


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