Nuestro comandante en jefe Hugo Chávez Frías llegó con un solo fin a la Asamblea de las Naciones Unidas ¡EXORCIZARLA!, su voz se hizo sentir en los espíritus más nobles y perturbados allí presentes. Chávez sacó la espada de Bolívar y blandeándola ante el mundo tenía que decir lo que se merecía esos sinvergüenzas del imperio con todos sus lacayos. Chávez fue al grano, no tuvo miramiento para acusar las intromisiones y atrocidades del gobierno norteamericano. No llego con palabras hermosas y muy moderadas, sacó lo que había en su corazón, tenía que decirle al mundo lo que nadie se atreve a decir y es quitarle la careta al gobierno gringo.
Primero identificó la fuente del mal en el mundo, George W. Bush al que bautizó (El diablo), eso trajo un rumor de risas en todo el lugar. De verdad el presidente estaba bien indignado ya que el abuso de poder de ese imperio es desproporcionado al prohibir que la comitiva que lo acompañara no saliesen del avión presidencial, descara actitud que solo demuestra es humillación, una total ausencia de respeto a la soberanía, una actitud violenta que solo viola todos los tratados internacionales.
Mostrando la obra de Noam Chomsky “Hegemonía y Supervivencia”, comenzó así su ponencia, haciendo un urgente llamado al pueblo de los EE.UU. de frenar esta amenaza. Chávez desmanteló así el discurso dado por el diablo Bush el día anterior, por lo demás discurso cínico al decir que lamentaba las muertes en el Líbano ante el fuego cruzado cuando todo el mundo observó a través de las agencias de noticias que Israel disparaba a mansalva sobre la población donde su único fin era exterminarlo, de hecho destruyó todas sus instalaciones, bombardeó refugios, asesinó centenares de niños. Mientras que la ONU atrasaba la resolución que se necesitaba para frenar ese genocidio.
Otras cosas que nuestro presidente expresó fue el cambio de sede de las ONU a un país del sur de Latinoamérica, también solicitó la eliminación del veto en el cual se le permite al imperio hacer y deshacer en nombre de la ONU fomentado guerras e invadiendo las naciones que se les venga en gana sin que nadie en el mundo pueda detenerlos, igualmente planteó la urgente necesidad de que sean anexados nuevas naciones, desarrolladas o en proceso de desarrollo, al Consejo de Seguridad de la ONU. Fue determinante una vez más vociferar que el sistema internacional de las Naciones Unidas ya no servía que era muy importante refundar este organismo para garantizar la soberanía de las naciones y proteger al mundo del imperialismo mundial.
No escatimo nombrar aquellas naciones que le manifestaron su apoyo en un voto para que Venezuela entrase como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad. A eso teme el imperio porque Venezuela tiene ya diseñadas las políticas a implementar en los grandes cambios que se necesitan y ser una voz que se opone, en representación del tercer mundo, a las políticas guerreristas del Imperio y sus lacayos.
Observaremos ya por los medios a los lacayos venezolanos defendiendo al gobierno norteamericano, ofendidos porque el presidente fue duro con su amo. Estar atento a la arremetida que de aquí a diciembre se recibirá de parte del Estado gringo, ellos no se van a quedar callados; no aceptarán que se les haya dicho en su propio territorio terrorista. Garantizo que en esta o la próxima semana en respuesta a ello dejarán libre a Luis Posada Carriles, téngalo por seguro. Como locos soltarán todo el dinero posible para que las elecciones sean impedidas o se acelere la desestabilización.
Una cosa hay que estar clara y es que nuestro gobierno no debe seguir recibiendo humillaciones como las que vivió Chávez al llegar en su avión a New York, hay que tomar medidas similares para que se demarque el respeto a nuestra soberanía. No hay que darle tregua al imperio y si es posible tomar medidas drásticas contra esos atropellos a las que ya nos tienen acostumbrados. Todavía nos preguntamos, ¿Qué paso con lo de las valijas de contrabando?, ¿Vamos a seguir aceptando que la oposición siga financianda por los EE.UU.?, ¿Hasta cuando Globovisión va a seguir engañando y faltándole el respeto al pueblo y al mismo presidente?.
Es hora de que nuestra política externa debe hacerse sentir, se debe marcar el ejemplo para que ninguna otra nación del mundo continúe atropellándonos, el que sea la potencia más poderosa del mundo no significa que siga poniéndonos el pie sobre el cuello. Basta ya de tanta ignominia, y lo que se tenga que sacrificar que se sacrifique.
Juliocesar1221@yahoo.es
