1-. Postrecitos de Huevos Chimbos:
* Lo que dice el informe de la relatora de la ONU, Alena Douhan, sobre el impacto negativo de las sanciones gringas contra Venezuela, se vaticinaron desde que el expresidente Obama nos declaró una amenaza inusual, permitiéndole al expresidente Trump sumergirnos en esta terrible crisis. Por eso, analizando la situación, la honorable funcionaria de la ONU lo que hizo fue confirmar, mediante un objetivo trabajo investigativo con la participación de todos los sectores de la vida nacional, lo que tantas veces explicaron al mundo el presidente Nicolás Maduro y el actual canciller Jorge Arreaza y su predecesora, la ahora vicepresidenta Delcy Rodríguez, entre otros altos revolucionarios; solo que las verdades de nuestros funcionarios fueron desestimadas por los países serviles a Trump, creyendo que el "todopoderoso" gringo pulverizaría la revolución con un solo grito. Qué equivocados estaban. Qué poco conocen a los hijos de Bolívar, Chávez y Maduro.
* De la cautelosa forma de expresión de la relatora especial de la ONU, de su lenguaje diplomático de alto nivel, se desprende como Trump disfrazó las sanciones bajo el argumento de que solo eran contra cuadros revolucionarios específicamente corruptos, cuando en realidad su objetivo era dejar al pueblo sin alimentos y medicinas, con el fin de desencadenar una guerra civil que justificara una ocupación militar extranjera, para invadirnos y quedarse con la riquezas de Venezuela que son la razón de ser del conflicto norteamericano en contra nuestra.
* De la sindéresis y el lúcido verbo de la relatora de la ONU, Alena Douhan, igual podemos deducir que esos opositores terroristas que montaron un aparataje con la participación de la canalla mediática, para ilusionar a los venezolanos y dibujarles un futuro promisorio en otros países, son los responsables directos de esos venezolanos y venezolanas que se marcharon engañados y encontraron la muerte. Mujeres ultrajadas, asesinadas, al igual que hombres, mientras los terroristas que motivaron esas migraciones, viven como los ricos y ríen panza arriba, protegidos, principalmente, en Colombia, España y EEUU.
* Dije que la canalla mediática santandereana quiere abstraer al subpresidente de Colombia, Iván Duque, de sus crímenes con vulgares fake news, ahora queriendo que lo vean como niño bueno, que se caracteriza por obras humanitarias. Y he aquí más pruebas del por qué: La prensa reseña que EEUU dijo, luego de revisar un informe de Human Rights Watch (HRW), que considera insuficiente los esfuerzos del Gobierno colombiano para detener los asesinatos de líderes sociales. Y ya Duque no tiene a Trump que, como lo utilizaba con fines golpistas y magnicidios frustrados contra Venezuela, le secundaba sus fechorías. A ese bandido en el Palacio de Nariño lo salva que tiene comprada toda la justicia colombiana.
* Oído al tambor, camaradas. Desde que Joe Biden tomó posesión como presidente, el único contacto de alto nivel que se ha hecho público entre EE.UU. y Colombia es una llamada del 29 de enero, en la que el secretario de Estado, Antony Blinken, prometió a su homóloga, Claudia Blum, que Washington ayudará a Bogotá para asegurar el respeto a los derechos humanos. Y el subpresidente Iván Duque nunca va respetar los derechos humanos de nadie. De todas maneras, ¿están viendo por qué el cambio de actitud de ese bandido, las sorpresivas acciones de regularizar a los venezolanos en su país? Lo tienen marcado, saben que Duque es un criminal incorregible.
* Vean esta otra joyita que suelta la canalla mediática sin poder seguir ocultando la verdad: Se teme que Colombia sea castigada por Washington, tras la participación en las pasadas elecciones presidenciales de EE.UU. y el abierto apoyo a Trump de algunos miembros del partido de Gobierno de Duque. Colombia habría roto la regla de no interferir en política en un Estado ajeno, y haber optado por uno de los candidatos, en contra de la tradición del bipartidismo. Es que la oligarquía santandereana cuando se arrastra se arrastra. Con Trump les salió callos en las rodillas y hasta en el área ventral. Dieron pena con su diplomacia más que servil, rastrera y reptil.
2-. Duque se limpia la sangre con nuestros migrantes … A veces no salgo de mi asombro, no por la oposición terrorista que sé, tiene bien definidas sus acciones centradas en la violencia, en la muerte, en matar gente revolucionaria o no revolucionaria, buscando derrocar o asesinar al presidente Nicolás Maduro, sino por los que piensan que, de verdad, el subpresidente de Colombia, Iván Duque, tiene intenciones de regularizar a los connacionales en su territorio. ¿Es posible creer en la buena intención de un criminal que, por adversar a la revolución bolivariana, era capaz de embarcar en un mismo bus a venezolanos sanos y enfermos de coronavirus para deportarlos, con la perversa intención de multiplicar los contagios en la población de regreso a nuestra patria? ¿Se puede creer en un mafioso que cuando comenzaron a dar resultados algunas vacunas contra el covid-19 en el mundo, enseguida dijo que no iba a inocular a los venezolanos? ¿De verdad esos opositores de a pie -por diferenciarlos de alguna manera de los ladrones y terroristas-, creen que un narcotraficante y paramilitar como Duque, quien se roba el dinero que le entrega la comunidad internacional para ayudar a los connacionales deambulando sedientos, hambrientos y harapientos en su territorio, va a protegerlos como hace el gobierno bolivariano con los colombianos que viven en Venezuela? ¿Se puede creer en un gesto de buena voluntad hacia nosotros, de parte de un asesino que ni siquiera le importa su propia gente, que no le duele mantener una matanza de líderes sociales en su país? Jamás. Nunca. Duque y toda esa mafiosa oligarquía que lo acompaña en el Palacio de Nariño, nos odia como Santander odiaba y envidiaba a Bolívar. Nunca le llegó ni por los talones a nuestro Libertador, el más grande hombre de América. De modo, que Iván Duque lo que busca es limpiarse su asquerosidad, su suciedad, su mugriento proceder criminal con los venezolanos, fingiendo una acción aparentemente humanitaria. Recuerden que aspira a repetir en la presidencia de Colombia el 2022, que no está cerca, pero tampoco lejos. De allí que pretende quitarse de encima su vinculación con las intentonas golpistas y los magnicidios frustrados en la Patria de Bolívar, a instancias del narcoparaco Avaro Uribe Vélez, pero está desmantelado. Sobran las pruebas de su implicación en cada uno de los golpes que se han urdido contra Venezuela, y ya no tiene al psicópata Donald Trump en la Casa Blanca para que lo defienda.
3-. La forma de matar que aprendió la oposición … Ahora que nos quieren meter el strike de que los venezolanos en Colombia podrán solicitar un Permiso Especial de Permanencia, otorgado por el "chévere" Iván Duque, que permitiría a los compatriotas trabajar y estudiar de manera legal en territorio neogranadino, es bueno recordar quién es ese hampón, cómo llegó ese criminal al Palacio de Nariño. El escándalo que se armó en ese país cuando se descubrió que ese bandolero ganó las elecciones presidenciales, con los votos comprados por los traficantes de droga a instancias de Álvaro Uribe Vélez, el mayor narcoparamilitar de Colombia. Solamente la amistad de Uribe Vélez es suficiente para calcular la vasta dimensión criminal de Duque. Son caimanes del mismo pozo. Burros de un mismo pelo. Recordemos que Álvaro Uribe es conocido por ser dueño de casas de pique, donde corta en pedacitos a sus víctimas, así como hacía el capo ya fallecido Pablo Escobar Gaviria. Son personas con el pecho hueco, la cabeza vacía, sin el menor escrúpulo. No solo se conforman con matar, sino que disfrutan causando el más grande dolor que se le puede infligir a ser humano alguno, mientras les van quitando la vida poco a poco, ocasionando la mayor agonía posible. Es tanta la crueldad, que cuando las personas van a ser asesinadas por esos criminales, suplican que les peguen un tiro en la cabeza, para no experimentar el sufrimiento de que los arrojen a las víboras, a las fieras hambrientas, para no sentir el dolor del disco dentado de la motosierra cortándoles los huesos, desgarrándoles los músculos, rebanándoles la carne. Y de esos monstruos viene Iván Duque, quien no ha cometido delito que no se sepa en su país y en el mundo. De los ejecutados contra Venezuela sobran las pruebas. Son tan evidentes que, hasta la oposición terrorista venezolana en colaboración con él, aprendió su forma despiadada de matar, como lo hace perfectamente el asesino Leopoldo López. Ese ser despreciable ya tampoco se conforma con asesinar, eliminar físicamente a la gente, sino que intenta producirles el mayor dolor posible en tanto los mata. Pudieran decir que incendiar vivo a Orlando Figuera en las guarimbas, atacar con explosivos a preescolares, cruzar guayas en las vías, para que se degüellen los motorizados, son hechos ejecutados a través de terceras personas, pero es que así matan los capos, los jefes mafiosos, los paramilitares, mediante otros sanguinarios, aunque Leopoldo López mató al 1er teniente Montesinos casi con sus propias manos. El militar se negó a participar en la "Operación Gedeón", la incursión que intentaron mercenarios por el estado La Guaira en Venezuela, y ese criminal se lo entregó al narcotraficante conocido como Doble Ruedas. ¿Y cómo creen ustedes que lo mataría ese tal Doble Ruedas en medio de la montaña? Crispa la piel, arruga el corazón de solo pensarlo. Leopoldo López mata como mató el capo Pablo Escobar Gaviria, y matan Uribe Vélez e Iván Duque. Y este último es el que anuncia grandes beneficios para los venezolanos migrantes en Colombia. Lo más doloroso es que muchos les creen la comisión de alguna acción "altruista" a un ser de semejante naturaleza diabólica.