El Gobierno de Venezuela repudió este sábado 24 de agosto la declaración del alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, en la cual exigió la publicación de las actas de la elección presidencial que se llevó a cabo en el país sudamericano el 28 de julio.

"El sucio comunicado redactado por el señor Borrell no solo es una afrenta a la dignidad nacional, sino que es un burdo panfleto que se atreve a reivindicar como válida la estafa del fascismo que difundió documentos forjados y espurios, estos ya han sido desnudados ante la opinión pública", declaró el Gobierno venezolano en un comunicado oficial publicado en el canal de Telegram, firmado por el canciller de este país caribeño, Yván Gil.

En el texto, la Administración de Nicolás Maduro añadió que estas declaraciones "hunden nuevamente a ese bloque en el fango putrefacto, donde estuvieron por mucho tiempo cuando siguieron el estrafalario experimento fracasado de Juan Guaidó", en referencia al exdiputado opositor que se autoproclamó como presidente de Venezuela en enero del 2019.

Asimismo, Caracas señaló que el pronunciamiento de Borrell es una muestra "del odio y complejo de este funcionario, quien en el ocaso de su mandato y bajo instrucciones de Estados Unidos, pretende mostrar su conducta intervencionista y neocolonial, apoyando un golpe de Estado fascista en Venezuela".

El Gobierno de Maduro consideró que esta postura de la UE "se puede convertir en un nuevo salto al vacío que afectará de manera considerable las relaciones diplomáticas, políticas y económicas que hasta ahora se vienen desarrollando".

Además, Venezuela puntualizó que "no tolerará ningún acto insensato que viole los principios consagrados en la Constitución y el derecho internacional".

"Un 83% de los documentos a los cuales hacen referencia son falsos y simplemente son producto de un plan delictivo en contra del voto popular. El comunicado de la Unión Europea se convierte en una vulgar chapuza que quedará registrada en los anales de la vergüenza diplomática mundial", agregó el documento.

Ante ello, Venezuela exigió "una vez más, respeto a su integridad" y exhortó a la Unión Europea a abstenerse de emitir opinión alguna sobre los asuntos que le competen, de manera exclusiva, a los venezolanos.

Vale recordar que el pasado 22 de agosto, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) certificó mediante sentencia los materiales electorales peritados por la Sala Electoral de esta instancia, y convalidó los resultados publicados por el CNE que proclaman al presidente, Nicolás Maduro, como ganador de la contienda.

El Ministerio Público notificó el 24 de agosto al derrotado excandidato presidencial Edmundo González, que debe comparecer ante esta instancia, en el marco de una investigación penal que se lleva a cabo en su contra.

Esto, luego de que el abanderado opositor no compareciera ante la máxima instancia y fuera declarado en desacato por el TSJ.

Según la Fiscalía, González es señalado de "presunta comisión de los delitos de usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos y asociación para delinquir y conspiración".

De acuerdo con el segundo boletín del CNE, Maduro obtuvo por la coalición Gran Polo Patriótico (izquierda), el 51,95% de los votos, mientras que su más cercano contendor, Edmundo González, alcanzó 43,18% de los sufragios.

Ante ello, la PUD desconoció los resultados, divulgó una base de datos en la cual González habría ganado la elección, lo que generó una serie de protestas que dejaron un saldo de 27 fallecidos y 190 heridos.