Nicolás Maduro se ha consolidado

Nicolás Maduro Moros se ha consolidado como Presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela y como líder fundamental del chavismo y del PSUV. Lo exponemos con toda nuestra reflexión y nos explicamos. Es cierto y verdadero que la persona de Hugo Rafael Chávez Frías es la realidad impresa en nuestros corazones y nuestros pensares; es cierto que su caminar a las eternidades nos ha movido el piso haciéndonos pensar que se nos producía un vacío político y fraternal, que nos aferrábamos a la negación de su desaparición física, que necesitábamos de sus reflexiones en voz alta, que nos negábamos a aceptar su no verlo, escucharlo y sentirlo en lo más profundo de nuestros seres, era y es una realidad negada permanentemente pero inevitable.

En el marco histórico de esa realidad estaba la figura de Nicolás Maduro Moros, aquel líder que veníamos observando desde sus caminares en responsabilidad cotidiana entre los trabajadores y trabajadoras del denominado como Metro. Lo veíamos caminar por los caminos de la plaza Bolívar ojeando esa estatua de El Libertador, Simón Bolívar, con mirada ajena a la realidad de su caminar como con una cierta añoranza que solo Maduro conocía por estar inmersa en su consciente revolucionario. Ha caminado con la Revolución Bolivariana en responsabilidades diversas pero aquel comentario de nuestro Comandante en Jefe, Chávez Frías sobre parece un tanque de guerra que no para ni se distrae en sus responsabilidades revolucionarias nos hizo regresar a mantener nuestras observaciones sobre un joven líder revolucionario que caminaba inmerso en revolución; Maduro Moros era y es de diferente generación revolucionaria y aquello nos obligaba a reflexionar sí podría penetrar en las profundidades objetivas del proceso revolucionario cuando conocíamos como las derechas no iban ni aceptarlo ni a reconocerlo en cualesquiera que fueran sus responsabilidades político-revolucionarios.

Nuestros pensares están en coordinación con realidades histórico-objetivas de tiempos pretéritos revolucionarios de nuestra Patria. No podíamos ni debíamos tener que dejar en los archivos históricos aquellas realidades y compromisos personales y de conjuntos político-revolucionarios de años pretéritos, particularmente, de aquellos álgidos tiempos de las banderas revolucionarias que se levantaron durante aquellos principios años de la democracia representativa impuesta por don Rómulo Betancourt y las consecuencias y desarrollos posteriores del Pacto de Punto Fijo en los gobiernos de Raúl Leoni y don Rafael Caldera Rodríguez, fundamentalmente, en lo real-significativo de aquellas políticas revolucionarias que eran, inevitablemente, consecuencia de la Historia Contemporánea de Venezuela y en los caminares revolucionarios venezolanos que se fueron gestando desde la rebelión del 28 en sus desarrollos posteriores. ¿Nos habíamos equivocado? Tarde, muy tarde para los arrepentimiento y las traiciones a los pensares revolucionarios. Era muy tarde aunque la siquis nos hacía caminar por las añoranzas perdidas. Era muy tarde para señalar culpas y culposos. Eran tiempos para la aceptación inevitable de las derrotas, de los exilios (extrañamientos como los denominaba Juan Vicente Gómez). Eran tiempos de repensar en casa y allende las nuevas realidades nacional-globales de los procesos inevitables que desarrollarían las estructuras del Estado burgués-capitalista en el marco de las realidades históricas venezolanas. Eran tiempos de nuevas propuestas que se conjugaron en su propia realidad en la candidatura de José Vicente Rangel Vale y las consecuencias que ella podrían conllevar; deberíamos aprender de las consecuencias de los avances contra-revolucionarios que las derechas tanto nacionales como internacionales avanzarían para parar la avalancha de pueblo que se apoyaba en aquella esperanza. Por ello nos preguntábamos sí las nuevas generaciones de líderes revolucionarios podrían comprender aquellas realidades revolucionarias que habían vivido y bebido la revolución nacional post-Independencia.

Debemos reconocerlo con toda la crudeza obligada pero necesaria que las nuevas generaciones por y a consecuencia de la ideología capitalista tendrían debilidades en tanto y cuando aquellos momentos revolucionarios que se expresaron durante los gobiernos de la democracia representativa porque la super-estructura de ese estado alienado con Washington que estaba desarrollando no solo el no recuerdo (el olvido obligado) sino, también, la negación ideológica de pensamientos que llevaran a la visibilización de los invisibilizados que se imponía, inevitablemente, por y a consecuencia de su propia realidad como sistema alienante.

Conocíamos de estudiantes revolucionarios que, gracias a la constancia, perseverancia y la enseñanza de cuadros del PRV-Ruptura y, posteriormente, otras organizaciones revolucionarias, se comprometían con un y, en ocasiones, el proceso revolucionario que estaba y se encontraba en sintonía con la objetividad del desarrollo tanto de la estructura como la super-estructura del Estado burgués-capitalista-venezolano. Pero, al tiempo, sectores militares se mostraban preocupados por aquellas realidades que se vivían en nuestra Patria. Aquel militar que en su escarabajo salía de Maracay rumbo a Barinas con pensamientos y propuestas revolucionarias donde el sector militar era tan importante como el sector civil ambos revolucionarios y patriotas. Era momentos de cambios que se expresaron en ocasiones como el 27 de febrero como el 4 de febrero.

Es el introito que ha vivido Nicolás Maduro Moros en su formación como líder revolucionario. Aquel 8 de diciembre le entregaron el testigo revolucionario; le entregaron la responsabilidad de mantener, continuar y desarrollar la Revolución Bolivariana. Era su compromiso con Nicolás Maduro Moros, en primera instancia, para asumir las responsabilidades de la revolución de y en la Patria. Era el tiempo que lo obligaba a la reflexión y a los pensares de su propio yo, era su realidad inevitable que debía, tenía y que asumió como responsable y honesto con sus ideas e ideario en el proceso revolucionario del siglo XXI.

Nicolás Maduro Moros, como lo expresó este domingo próximo pasado, en solo siete (7) meses, ha consolidado la transición revolucionaria y la continuación del pensamiento Chávez. Realidad nada fácil de asumir y de cumplir. Nicolás Maduro Moros le ha hablado a Venezuela con su trabajo y ejemplo por ello es que estas elecciones municipales para representantes a alcaldes y responsables directos con sus comunidades que los han elegido, la Revolución Bolivariana ha alcanzado la consolidación de la etapa de transición post-Chávez. Nicolás Maduro Moros ha consolidado, por su significado objetivo, la revolución cívico-militar-bolivariano-chavista en todas sus dimensiones. Realidades objetivas e inobjetables.

¿Qué podría significar lo anterior expuesto? Nicolás Maduro Moros, sobre las bases ideológicas del pensamiento tanto de Simón Bolívar como aquellas expuestas por nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, deberá y, en nuestro entender, está desarrollando desde el mismo día eleccionario del 08 de diciembre del 2013, dos (2) objetivas realidades: la Ley Habilitante y el Plan de la Patria en diálogo permanente. Nicolás Maduro Moros tendrá no solo que ir desarrollando esos contenidos referidos sino tendrá que confrontar las contradicciones revolucionarias que se vayan desarrollando en la propia praxis del Plan de la Patria. Nos preguntamos: ¿se podrían presentar dudas en las ejecuciones del Plan de la Patria? En nuestro modesto comprender, nos atrevemos a expresar que en absoluto dudamos de las capacidades del Ejecutivo, del Legislativo en ese compromiso con los otros poderes del Estado en mantener, desarrollar en perfectibilidad esta, la nuestra, Revolución Bolivariana.

En el marco de esas realidades incontestables, Nicolás Maduro Moros se seguirá apoyando en su izquierda, en su conciencia, en su compañera; deberá seguirse apoyando en el equipo de Gobierno revolucionario sin contemplaciones ni debilidades por cualesquiera excusas que se podrían argumentar. Son y serán tiempos muy difíciles porque las realidades internacionales son, objetivamente, realidades a las cuales no podemos ni debemos dejar en el tintero. Aquella frase tan mexicana que expone aquella realidad sobre el vecino, debemos asumirlo como propio y, en conjunción, asumir esas realidades como las ha venido decidiendo Nicolás Maduro Moros. Serán tiempos cuando las responsabilidades serán, día a día, más compenetradas con el pensamiento Chávez pero viviéndolo realmente como cualquier revolucionario de aquellos tiempos de revolución, arriba en referencia, lo vivieron y lo siguen viviendo, expresando y trabajando en consonancia con el liderazgo de Nicolás Maduro Moros. Es decir, el día 08 de diciembre es fecha histórica por ambas razones: Chávez y su legado en praxis. Esa es y serán las próximas responsabilidades revolucionarias de Nicolás Maduro Moros.

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Miguel Ángel Del Pozo


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