A escasos meses de la elección de
diputados a la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, la confrontación
verbal entre las diferentes toldas políticas se sumerge en ataques
personales y políticos. El oficialismo defiende los logros del modelo
socialista del siglo XXI, mientras la oposición confronta los mismos,
generando desabastecimiento a través del sector empresarial y manipulación
del mercado de divisas creando un dólar especulativo manejado por la
bolsas de valores en Venezuela y en el exterior, tal como lo demuestran
declaraciones de funcionarios del gobierno de EEUU sobre estos mecanismos
financieros ilegales.
Pero no solo con la oposición
se ha establecido la confrontación política, ahora el partido de centroizquierda
Patria Para Todos (PPT), ex integrante de la coalición oficialista,
se separa de esta coalición y presenta sus candidatos a la AN. Andrea
Tavares, portavoz de ese partido denunció que el PSUV del presidente
venezolano, Hugo Chávez, busca
“inhabilitar a sus candidatos”
y confirmó que ya descartó del todo una alianza en las próximas elecciones
parlamentarias.
Los debates entre ambos
partidos, antiguos aliados, han generado que diferentes dirigentes del
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y el PPT hayan optado por
cambiar de bandera política, bajo criterios diferentes sobre el compromiso
con el “proceso revolucionario” y una visión diferente sobre el
actual proceso político venezolano.
La dirección del
PSUV eligió sus candidatos y reconoce las tendencias internas
La principal fuerza política
de Venezuela, el PSUV, eligió sus candidatos a través del voto realizado
en cada estado del país. Los nuevos aspirantes a diputados nominales
son en su gran mayoría dirigentes locales o regionales, los cuales
desplazaron a la mayoría de los diputados que hoy conforman la actual
Asamblea Nacional, ahora solo quedan en manos de la dirección los designados
por listas, donde seguramente se incluirán diputados no
apoyados por las bases, que gozan de la confianza de la actual presidenta
de la AN, Cilia Flores y del presidente venezolano.
El reconocimiento por
parte del presidente de la República, Hugo Chávez, quien a la vez
ejerce ese mismo cargo en el PSUV, de que existen tendencias en el seno
de este partido, es el reconocimiento a sectores que tiene diferencias
en torno a los vínculos con las bases populares y las direcciones del
partido a nivel central y regional. Esta realidad no es ajena al desarrollo
de lo procesos revolucionarios, porque es un proceso dialéctico lleno
de contradicciones, no exento de muchos de los errores cometidos en
al construcción de los modelos socialistas de la URSS y el llamado
campo socialista. Tales como el excesivo centralismo en las direcciones
gubernamentales, o una contradictoria figura de funcionaros públicos
en representación de las direcciones populares, que generalmente deriva
en una burocracia política.
El gran desafío para
el PSUV, caracterizado como estratégico para el modelo socialista bolivariano
por el presidente Chávez, son las elecciones de septiembre, ya que
se debe obtener la mayoría de los escaños legislativos, para garantizar
la aprobación de leyes y para evitar el veto de una cámara legislativa
que estuviera en manos de la oposición, con la nueva figura del PPT
como oposición, que con sus diferencias se suma a PODEMOS, que también
se separó de los acuerdos con el oficialismo.
El PPT se define como
el partido bisagra en la futura Asamblea Nacional
En recientes declaraciones
el diputado José Albornoz, secretario general del PPT, manifestó que
“de haber elecciones mañana, el PPT sería la bisagra de la mayoría
en el Parlamento”. Aseguró además que “con la incorporación
del gobernador Henri Falcón (disidente del PSUV), la aceptación de
nuestro partido subió de 2% a 11%.”
También en otras declaraciones afirmaba que el PPT surgía como la
tercera opción, manteniendo una posición alternativa al oficialismo
socialista y a la derecha opositora, con una postura cercana o similar
al Movimiento hacia el Socialismo (MAS) en la décadas del 80 y 90 del
siglo XX, que también mediaba entre la derecha y la izquierda.
Además el diputado del
PPT hizo declaraciones sobre funcionarios del PSUV, al “acusar
al gobierno de insistir en la descalificación de su tolda política,
que para el, es el momento de la rectificación y de quitarse la espada
de Damocles”. Además insistió en descalificar la designación
de Aristóbulo Isturiz como jefe de campaña del PSUV, al afirmar que
“nosotros fuimos compañeros, pero
él está muy desacreditado, ha sido desleal hasta con sus amigos”.
Solo cuatro meses
de debates y discusiones nos separan
de las elecciones legislativas
Muchos son los debates
sobre esta nueva campaña electoral, que adquiere una importancia fundamental
sobre los destinos del proceso bolivariano. Si bien la encuestas hablan
de que el PSUV obtendría la mayoría de los escaños, aún es muy temprano
para definir que cantidad están asegurados. La oposición trata de
alcanzar la mayoría calificada del 40 por ciento, que le permitiría
trancar los debates e imposibilitar la aprobación de leyes, política
que utilizaron en la primera Asamblea Nacional surgida de la reforma
constitucional. Desde allí incentivaron el golpe de estado del 2002
y el paro patronal – petrolero. Su ausencia en el segundo periodo
de la AN fue consecuencia de una errada estrategia sugerida en el Departamento
de Estado, durante el gobierno de George Bush.
Para el PSUV el gran
desafío es confirmar su mayoría política en el país, que según
su registro alcanza los seis millones y medio de votantes, pero su militancia
activa es del orden de los dos millones y medio, superando ampliamente
a los partidos de oposición, lo cual está garantizado por un partido
organizado y capaz de alcanzar la mayoría en las futuras elecciones.
La oposición organizada
en su Mesa Democrática, no es homogénea. Confronta graves conflictos
internos debido a las conductas personalistas, el caudillismo y a los
intereses particulares, lo cual no garantiza un bloque político coherente.
Si bien la oposición ha conformado un voto duro del 40 por ciento en
elecciones presidenciales, este no se refleja en las elecciones legislativas,
las regionales o las locales, siendo para entonces para este sector
político muy cuesta arriba alcanzar una mayoría de curules en el órgano
legislativo en los próximos comicios.