La debacle de la Iglesia Católica

“En Venezuela son católicos el 95% de los ciudadanos (que el censo de 1999 cifraba en 23.700.000) según su Conferencia Episcopal, aunque los evangélicos ganan presencia y el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, el jesuita Luis Ugalde, lamenta que apenas el 3% de los primeros acude a misa. Las relaciones entre el gobierno de Hugo Chávez y la Iglesia se mantienen en tensa calma” tomé esta referencia de la internet, cifras escritas en el 2007, y aunque no creo que el 95% de los venezolanos sean católicos si considero que la deserción es mayor en estos últimos tiempos debido al proselitismo de las religiones evangélicas, adventistas y las de los testigos de Jehová.

La causa principal de mucha de esta deserción se debe a la decepción de los mismos católicos en relación a sus representantes, especialmente la jerarquía de la Iglesia que le ha dado la espalda al pueblo y al proceso revolucionario que impulsan. Esa fatal mezcla de parte de la jerarquía católica con la política, lamentablemente la oposición venezolana. Una guerra con cuartel desde los palacios obispales y los altares donde cuestionan la fe social de la gente, de los más pobres, de los más olvidados por esta jerarquía que sin duda alguna han dado prueba fehaciente se ser los sacerdotes de la oligarquía venezolana.

No con esto quiera decir que son el 100% de curas, monjas y jerarcas, pero un gran sector han definido por una posición política opositora, se esconden detrás de sus altares y hábitos como políticos activos que obedecen las líneas del Vaticano y de los intereses de los países capitalistas. Posición que daña, obstruye, excluye la fe del pueblo sincero que con estas actitudes los excluye de un pastorado auténtico, de una guía espiritual que los ayude a llevar en la practica una vida cristiana con Cristo, pero la realidad es otra y a eso se debe tanta desorientación espiritual, social, conyugal en este pueblo los cuales quedaron a expensas del mal, la mentira religiosa, la vaciedad siendo presas de los anti valores que el sistema capitalista les inyecta donde carecen de fundamentos bíblicos y espirituales que los ayude a tener una visión de la vida más santa, más sana, solidaria con su gente, más llevadera que los ayude a enfrentar con sabiduría los problemas de la vida.

No solo la actitud politiquera de los jerarcas de la Iglesia Católica en Venezuela aparta los feligreses de sus templos sino la avalancha de denuncia internacional con el caso de la pedofilia o violación infantil de parte de sacerdotes que tienen en vilo al Vaticano y se pide la dimisión del mismo Papa. Ese escándalo que sacude a la Iglesia a nivel mundial, su opción por los ricos y los placeres del mundo y las ansias de poder apartan cada vez más a esta fe de los principios dados por Jesús y sus apóstoles; una iglesia en debacle qué carece de sacerdotes que puedan cubrir las necesidades de sus feligreses en el mundo, que están cada vez más inmersos en lo mundanal.

El abandono de los feligreses católicos de su fe por las de la Iglesia evangélica es importante no solo en el mundo sino en Latinoamérica haciéndose la pregunta David Stoll, escritor y sociólogo, ¿Será Protestante América Latina? Y yo creo que sí, pero está la otra parte de la moneda porque aunque en lo moral podría impactar para bien el crecimiento evangélico no diría lo mismo en cambios revolucionarios en lo político por la formación capitalista de muchos de sus líderes, tema que más adelante estaré reflexionando porque esa actitud indiferente del liderazgo evangélico acerca de los temas políticos y más importantes en la nación es un claro reflejo de las posiciones políticas silenciosas de mucho de la estructura de estas iglesias.



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Julio César Colmenares

Comunicador alternativo.

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