La definición de la nueva etapa del Proceso revolucionario la terminó de establecer el Presidente Hugo Chávez durante el Viernes y sábado de la semana pasada. Empleó estos días para dictar cátedra política y estructurar las líneas estratégicas que le darán una nueva forma al modelo de sociedad.

Bajo la denominación del "salto adelante" el Presidente expuso su propuesta de transformación del Estado capitalista en el modelo endógeno socio-popular. Se lució magistralmente el Presidente y dejando sentada una vez más su condición de pedagogo, líder y visionario de la Revolución Bolivariana desarrollo sus conceptos del camino a andar.

Ministros, gobernadores, alcaldes, diputados, Jefes de empresas del Estado y líderes de organizaciones ductoras del Proceso se congregaron a recibir las instrucciones para la acción colectiva y estandarizada. Allí estaba presente el nivel más alto de la toma de decisiones del gobierno. Todos asimilaron la tesis del Presidente y todos se llevaron el qué hacer debajo del brazo, calientico, para materializarlo de inmediato. En forma mancomunada y bajo los trazos del humanismo que expresa la confraternidad y solidaridad revolucionaria, la alta moral prevaleció en sus metas e intenciones postelectorales.

A mi juicio, destacan tres aspectos globales que sintetizan la brillante exposición del Presidente. El primer aspecto, en lo político, la democratización de la participación popular. El Presidente desterró el dedo del cogollo. Aniquiló a las cúpulas en lo que respecta a las decisiones en el ámbito de competencia de las comunidades. Valga decir, como tarea de acción en el corto plazo, la elección de candidatos a los cargos del aparato de Estado se hará con base en las elecciones primarias. Serán electos por las comunidades organizadas y no más por los cogollos de los partidos. De hecho, el Presidente exigió implementar estos mecanismos de elección de bases a partir de las próximas elecciones para Concejos Municipales y Juntas Parroquiales en el primer trimestre del 2005.

El segundo aspecto global es el decidido estímulo a impulsar la construcción del modelo de desarrollo endógeno. Con miras a convertirse en el mediano plazo como el nuevo sistema económico de producción, derivado de una de las metas de la revolución como lo es el cambio en las relaciones de producción, el desarrollo endógeno se ubicaría en el primer nivel colectivo para la producción social. A fin de lograr esta meta, el desarrollo endógeno demanda avanzar en la construcción de la nueva estructura social, lo que significaademás acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado.

El tercer aspecto es la situación geopolítica continental. EE.UU., en fase de tregua con respecto a Venezuela, continuará buscando la vía de desestabilizar al gobierno para acabar con la Revolución Bolivariana. La reelección del Presidente Bush, la ampliación de los planes militares para América latina, el predominio de la doctrina de seguridad nacional, la intención de sustituir a las fuerzas armadas de los países latinoamericanos por policías nacionales y la designación de Porter Goss como nuevo director de la CIA, son algunos de lo elementos que señalan la nueva ruta del imperio sobre el proceso bolivariano. Agréguese la vigencia del paramilitarismo, la visita de Bush a Colombia y el espacio que ha ganado el Comando Estratégico del Sur en la toma de decisiones acerca de los asuntos hemisféricos. Se podría decir que el Comado Sur sustituyó al Departamento de Estado en el diseño de las políticas hacia América Latina y el Caribe. Por lo tanto, la comunidad nacional, los revolucionarios y los líderes comunitarios tienen que prepararse para la acción sorpresiva que pueda venir de manera encubierta o directa por parte del imperio.

Todo esto tiene su especificidad que deber ser expuesto en detalles por cada elemento portador de una cuota de gobierno ante el pueblo venezolano. Así que las comunidades tienen que exigirle a sus gobiernos regionales y locales que le expliquen todo lo que ha elaborado el Presidente. La difusión del "salto adelante" es un mandato del propio Hugo Chávez.

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