Renovación en Socialismo

Camaradas, consideremos de especial importancia los primeros pasos renovadores que está dando el Gobierno Bolivariano en toda la vida espiritual y social del país, puesto que sin la transformación de la conciencia, sin los cambios en la psicología y la mentalidad, en la actitud de todo el pueblo, es imposible lograr el éxito. En el país se está creando un nuevo ambiente. Se reexaminan con espíritu creativo los valores, se discuten las vías para transformar la economía, la esfera social y la espiritual, se buscan nuevos métodos de trabajo ideológico y organizativo. La información objetiva y veraz; el deseo de mejorar la situación político-social constituye principios vigentes de nuestras vidas. Aumentando el nivel y la disciplina para el trabajo, así como la organización en la producción y el orden.

Por mandato del Comandante Presidente: Estamos comenzando a reorganizar radicalmente la base material y técnica del país, a modernizar la economía sobre la base del progreso científico-técnico, cuya punta de lanza es el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a cambiar la política estructural de las inversiones. Respecto a las principales directivas del progreso científico-técnico se han adoptado amplios programas especiales, los cuales se tienen en cuenta ahora cuando se cumplen los lineamientos del Plan Estratégico Simón Bolívar de la Nación, enmarcado dentro de la gestión y administración obrera de todas las Empresas de Guayana propiedad del Estado Bolivariano. Continuamos avanzando por el camino correcto. No nos cabe duda. Creemos que esto tendrá enormes beneficios para nuestro país, y, considerando el papel que desempeña en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América.

Se está desplegando una importante labor para perfeccionar la Administración Pública. La economía la enfocamos de modo que el pueblo intervenga activamente en los procesos de producción. El socialismo brinda amplias posibilidades para ello. Porque los cimientos socialistas no los coloca la propiedad privada, sino nuestro patrimonio común. Este punto de partida permite hallar métodos muy originales para despertar fuerzas en el pueblo; para, no de palabra, sino de hecho, hacerle dueño de la producción, de toda la filosofía económica. Desde los primeros meses del año en curso todas las empresas y entidades industriales estatales están aplicando los métodos de gestión obrera, comprobados experimentalmente. Varias ramas, empresas y agrupaciones comenzaron a funcionar sobre la plena autogestión financiera. Los principios que garantizan la amplia independencia y aumentan la responsabilidad, comenzaron a ser utilizados por las ramas económicas directamente vinculadas con la satisfacción de las demandas de los trabajadores. Cambios radicales se operan en la gestión de las Empresas Básicas de Guayana. Con el fin de reforzar la lucha por la alta calidad, en las múltiples obras más importantes donde comenzó a funcionar el control de los trabajadores. En lo referente a la evaluación del trabajo, de los esfuerzos laborales realizados por cada uno, nos debemos regir por la conocida fórmula marxista: “De cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según su trabajo.”

Se están operando cambios radicales en las relaciones económicas con el exterior. En este campo se han concedido derechos a empresas petroleras asociadas con el Estado Bolivariano, y varias ramas económicas enteras. En esta esfera siguen desarrollándose nuevas formas de colaboración: nexos directos entre empresas, empresas mixtas, especialización y cooperación productiva con socios de otros países. Se comprenderá que es preciso trabajar juntos, aunando nuestros esfuerzos. Lo exigen los intereses económicos de nuestro pueblo y la situación política en el ámbito internacional; así como, y no en último extremo, las consideraciones de la seguridad económica. Es dañina en sí la propia idea de que es más sencillo comprar en el mercado capitalista que producir uno mismo. Ahora, estamos erradicando decididamente esa concepción en Venezuela. Claro que no se trata de eliminar los lazos económicos con el mercado capitalista. Se trata de aprovecharlos racionalmente, eliminar los excesos y no permitir la dependencia ante éste. En esta estrategia encuadran perfectamente los vínculos en desarrollo ascendente. Y, naturalmente, debe darse prioridad incondicional a los nexos de cooperación con los países hermanos, a la integración económica socialista.

Apoyándonos en la creación del Consejo Federal de Gobierno para el desarrollo de las Regiones. Se está desplegando una labor fundamental para mejorar la situación en la esfera social. Se están elaborando y se materializan nuevos principios para el aumento de la remuneración en las ramas productivas. En este terreno, la política se orienta con firmeza a acabar con el individualismo, a atenerse al principio socialista de distribución según la cantidad y calidad del trabajo. Para su desarrollo se crean condiciones favorables. Buscando satisfacer a plenitud las demandas de nuestro pueblo, se estimula la organización de las comunas en diversos ámbitos de la producción y los servicios. Sigue en marcha el programa para construir nuevas centrales de generación de electricidad, construir nuevos hospitales y renovar los ya existentes y de nuevos CDI; en alianzas con empresas extranjeras se instalan nuevas unidades productivas para fabricar fármacos y el suministro de equipos médicos; se acelera el trabajo para introducir y fomentar nuevas formas de asistencia médica para sanear las condiciones de vida de nuestro pueblo. Simultáneamente se están formando nuevos profesionales de la medicina para lograr ocupar las plazas que hoy detentan los abnegados profesionales de Cuba; se amplían las medidas profilácticas, se reducen la muerte materno-infantil y se reduce la tasa de enfermedades. Se les está aumentando el salario a los trabajadores del sector médico. Naturalmente, algunas medidas que se están implementando y realizando no darán resultados inmediatos. Pero, ya hoy el propio ambiente, la nueva sensibilidad en el pueblo cambian la actitud hacia el trabajo, están dando resultados prácticos. Sigue también en marcha la creación de nuevas universidades para la formación de nuevos profesionales en los diversos ámbitos y profesiones.

Es evidente el desarrollo del sector agrícola, en comparación con los índices de producción del pasado; como ven, ha comenzado el aumento de la productividad en nuestro campo, el cual durante muchos años no habíamos tenido en la mayoría de los principales rubros de primera necesidad. Estamos formando empresas de producción social y familiares en distintas áreas. Debemos ser conscientes de que estamos aún en la primera etapa de la transformación. Lo fundamental y lo más complejo de nuestra labor está por hacer. Es necesario avanzar con firmeza y sin titubeos, apreciar de manera sensata lo conseguido, corregir sin temor los errores, buscar y hallar nuevos métodos para solucionar los problemas, aproximándose cada día más a las metas planteadas en el Plan Estratégico Bolivariano Socialista de la Nación.

Debemos asimilar bien las enseñanzas del pasado: hay que impedir el desfase entre las resoluciones y la labor práctica para materializarlas. No debemos entregarnos a la complacencia infundada ni a la afectación. Hay que actuar, actuar y otra vez actuar de manera enérgica, audaz, creativa y competente. No todos han comprendido que la nueva actitud hacia el trabajo significa rechazar enérgicamente los viejos métodos y costumbres capitalistas. Esto en síntesis, depende de la postura de cada uno, de la consciente actitud hacia la tarea encomendada, hacia sus obligaciones, por lo cual todos respondemos ante el pueblo, ante el país y ante nuestra conciencia; exigiendo con razón efectuar la transformación a todos los niveles, cada uno de nosotros debe comenzar en sí mismo. Los trabajadores del campo, los trabajadores públicos, los trabajadores de la industria, los trabajadores de la construcción, los intelectuales, o sea todos —desde el colectivo laboral hasta el PSUV, los gobiernos regionales y el Gobierno Bolivariano— debemos enfocar el trabajo con criterios nuevos, trabajar enérgicamente, con espíritu creador y lo repito a conciencia. Efectuando la colosal transformación, los socialistas todos nos apoyamos ante todo en la alta conciencia y buena organización, en la iniciativa social y las grandes realizaciones de la clase trabajadora, que es la principal fuerza política de Venezuela. Sólo así podrá ser eliminado el mecanismo que frena el desarrollo, mientras que las fuerzas orientadas a la aceleración tendrán el espacio despejado indispensable. Debemos marchar al compás de las circunstancias, conceder plena libertad de creación a las masas populares. Sin eso el factor humano no será efectivo.

Los Bolivarianos estamos cansados de oír y de esperar la catástrofe económica anunciada por la burguesía y el imperialismo; entendemos que el peligro puede ser eliminado si nos tendemos las manos por encima de las inevitables barreras ideológicas, económicas y políticas que nos separan a los venezolanos. Debemos señalar que las mujeres comprenden mejor, con mayor emoción y gravedad, la prioridad absoluta que tiene la tarea de salvaguardar la paz. Una antigua alegoría dice que en el mundo hay tres valores principales: el pan diario, que da fuerza y salud; la sabiduría contenida en los libros y que garantiza la unión entre los pueblos; la mujer, que impide se rompan los hilos de la vida. Las mejores mentes de todos los tiempos destacaron el papel pacificador que desempeña la mujer, su capacidad para enfriar las acaloradas cabezas y ennoblecer los corazones obstinados. Por ello no es sorprendente que la paz tenga hoy a las mujeres como su más desinteresado y abnegado defensor, que por su naturaleza han sido destinadas para conservar y perpetuar el género humano.

Camaradas: Sólo mediante el desarrollo consecuente de las formas democráticas propias del socialismo y la ampliación del autogobierno se puede avanzar en la producción, la ciencia, la técnica, la literatura, la cultura y el arte, en todas las esferas de la vida social. Sólo este camino nos garantiza una disciplina consciente. Sólo mediante la democracia socialista y gracias a la misma se puede lograr la reestructuración. Sólo de este modo se puede abrir el camino a la fuerza creadora, la más poderosa del socialismo: el trabajo y el pensamiento libres en un país libre.

¡Camaradas! Las acciones de piratería de los buques de guerra del imperialismo-sionista frente a las costas de Irán no son sino la vieja “política de las cañoneras”. Así lo interpretamos en todo el mundo. Obviamente, de poco han servido las lecciones a Washington, que en muchas ocasiones tuvo que pagar por sus aventuras bélicas.

¡Camaradas!, el 26-S votemos socialismo.

¡Yanquis! ¡Ho Home!

¡Libertad para Gerardo!

¡Libertad para los cinco héroes de la Humanidad!

Hasta la Victoria Siempre.

Patria Socialista o muerte.

¡Venceremos!

manueltaibo@cantv.net


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Manuel Taibo


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