Danilo viejo amigo
cual triste hermano mío
me llega la noticia de tu ida
Hubiera preferido que volviésemos al Ávila
al Guaraira Repano
que recorríamos con un tropel de niños acampantes
en nuestros vibrantes tiempos juveniles
Qué caminásemos una vez más Guatopo
desafiando el cansancio
y haciéndole poemas a los tucusos gigantes de La Elvira.
Danilo, digno amigo
que amanecer tan amargo
nos depara la saña de la infamia
Hubiese preferido
que nos encontráramos en la universidad
para contarle historias de amor a las muchachas
y protestar por las incoherencias
de la política y sus politiqueros
Danilo, Dios te guarde
Dios nos libre de tus asesinos,
los mismos de la Patria,
Dios te haga justicia
Déjame recordarte
como en los campamentos
en torno a la fogata
que no se apague nunca
Danilo que desgracia
que desgracia mi hermano
que desgracia.
Buenos Aires, 19 de noviembre de 2004