La "Paz" como Chantaje


Después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos aplicó el concepto de "ataque preventivo" como nueva doctrina de defensa nacional.

Aunque el derecho internacional indica que es necesario que un país sufra un ataque para defenderse, el concepto de “ataque preventivo” trastoca este orden. Quien fuera secretario de Estado de los Estados Unidos, George Schultz, declaró una vez que su país “se reservaba, dentro del marco de su legítima autodefensa, el derecho de prioridad no sólo de persecución sino de todo tipo de acciones sobre las amenazas terroristas dentro de los límites de otro Estado”.(1)

El ataque preventivo “en nombre de la paz”, ha sido utilizado para justificar intervenciones militares contra “amenazas terroristas”en Afganistán, Irak y Colombia.

En nuestro país, ya se manejan públicamente en los medios la aplicación de ambas opciones, en cuanto a la doctrina de la guerra preventiva: “De acuerdo a lo que han señalado importantes voceros de Washington -Rumsfeld, Rice- la propuesta de Washington frente al terrorismo y las amenazas emergentes es la de confrontación directa (guerrilla) y "control" (amenaza emergente-Chávez) por la vía de alianzas políticas o militares de los gobiernos de la región. De la respuesta que el Gobierno ofrezca al asesinato de Anderson puede depender, desde ingresar al terreno del jaque perpetuo con Estados Unidos, hasta el cambio de tablero de ajedrez” (2).

Intervencionismo “en nombre de la Paz”

El intervencionismo de instancias internacionales bajo el argumento de contribuir a la “solución pacífica de los conflictos” para restituir la “gobernabilidad”, ofrece opciones a quienes han perdido legitimidad en Venezuela.

En cuanto a la “solución pacífica de los conflictos”, no hay que olvidar que el oposicionismo ha hecho intentos vanos por abrir procesos judiciales contra el Presidente Hugo Chávez en tribunales internacionales o en tribunales nacionales que reclaman su competencia para juzgar delitos internacionales; o ha exigido la presencia de la ONU, la OEA y el Centro Carter.

En cualquier caso, el oposicionismo seguirá intentando -como lo ha hecho durante los últimos años- involucrar instancias internacionales en Venezuela, política que obedece a su creciente debilitamiento en el ámbito interno, es decir, a mayor debilitamiento, mayor énfasis en la internacionalización de la política interna venezolana.

De cómo aplicar la Constitución se convierte en “amenaza terrorista”

El terrorismo oposicionista nacional e internacional busca justificarse, como todas las acciones contra el Proceso Bolivariano, en el supuesto carácter ilegal, antidemocrático y violento del Presidente Chávez, lo cual lo convertiría en una “amenaza” para la paz y la gobernabilidad no sólo en Venezuela, sino para el continente. Éstos son los argumentos y su secuencia lógica:

1. Se ha iniciado una fase de profundización del proceso revolucionario bolivariano.
2. Esa profundización (aplicación de la Constitución Nacional) es presentada sistemáticamente por los medios privados de difusión masiva como equivalente a: “castro-comunismo”, dictadura, autocracia, populismo, aislamiento internacional, adoctrinamiento, secuestro de las instituciones, empobrecimiento, exclusión e incluso persecución política de cualquier adversario del Gobierno Nacional, fin de la propiedad privada, de la libertad de expresión, y demás predicciones catastrofistas difundidas intensa e insistentemente por los medios.
3. La población tiene que resistirse a ese proceso como sea, hasta con el terrorismo.
4. El culpable del terrorismo es Chávez por profundizar “SU” revolución.
5. Si Chávez cede en su intención entonces habrá paz en Venezuela.

En definitiva, el chantaje de la “paz” es un círculo vicioso: hay una supuesta amenaza a la paz (supuesta vinculación de Chávez con el “populismo radical” y el “terrorismo”, amenazas a la democracia y a la estabilidad regional), ello justificaría esfuerzos para mantener dicha paz, para lo cual hay que usar la violencia. La respuesta a esta secuencia lógica es la regionalización del Plan Colombia (imposición de la ideología militarista y de la militarización de la sociedad, es decir, más violencia).

Por eso los Pueblos saben que la paz verdadera proviene de la justicia, sobre todo de la justicia social, y eso es lo que busca el pueblo venezolano al defender y aplicar su Constitución.

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1) http://www.circulomilitar.org/web2/rev6/revista7.htm
2)Alberto Garrido. El efecto Anderson. El universal 23-11-2004. Página 1-8



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