¿Por qué EEUU permite la caída del dólar?
por Jairo Larotta Sánchez (*)
La caída del dólar frente al euro hace temblar a las economías emergentes de Latinoamérica. La crisis puede producir un colapso del sistema monetario internacional. Todos los países latinoamericanos están en alerta porque se perjudican sus exportaciones. Rusia está cambiando dólares por euros. Los dos gigantes del Asia (India y China) están diversificando sus reservas internacionales en euros y dólares. La deuda externa latinoamericana se beneficiará por la disminución del servicio de esa deuda. México se afectará notablemente, porque exportan casi exclusivamente a EEUU. Europa será la más perjudicada, porque sus exportaciones serán más costosas con las consecuencias del aumento del desempleo.
Devaluar el dólar y migrarlo a través de los principales bancos estadounidenses a los bancos europeos constituye una estrategia estadounidense en pleno desarrollo. Explicaremos este escenario que justificaría esta estrategia de los EEUU para así repartir sus pérdidas del enorme déficit actual, entre todos los países que utilizan el dólar como unidad monetaria de sus reservas internacionales. Esta estrategia persigue además abaratar los productos de la industria norteamericana para así desplazar (dumping) a los productos de cada país europeo, asiático o latinoamericano, sin necesidad de recurrir a subsidios del gobierno de Washington y que ellos llaman “estímulos” a la producción. Esta estrategia de devaluar el dólar además trae como consecuencia la reactivación del aparato productivo norteamericano que ha estado deprimido por lo costoso que se ha hecho para los consumidores foráneos a los EEUU que no compran esos productos.
El dólar se consolidó en el siglo XX a nivel del mundo occidental como la moneda del comercio internacional, para lo cual se crearon el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Estos organismos actúan como reguladores del comercio mundial, donde cada país tiene sus reservas internacionales con un alto porcentaje en dólares. A mediados del siglo XX fue eliminado el patrón oro como respaldo del dólar por una sencilla razón: no había ni hay oro suficiente para respaldar las enormes emisiones de billetes verdes. Al ser eliminado el patrón oro como respaldo del dólar, las demás monedas del mundo siguieron este ejemplo, y sustituyeron ese respaldo por el mismo dólar. Por eso la mayoría de las reservas internacionales de los países miembros del Fondo Monetario Internacional están en dólares. O sea, el dólar estadounidense está respaldado por la mayoría de las economías del mundo occidental, que apuntalaron al dólar con sus PIB.
Comenzando el siglo XXI apareció otro bloque económico con una moneda común. Nos referimos a la Comunidad Europea y al euro. Este gran bloque constituido inicialmente por 15 países, se constituyó en una economía capaz de competir con los EEUU y el dólar. Inicialmente el dólar y el euro tenían igual valor (2000) y debido al enorme déficit acumulado interno estadounidense, el dólar ha comenzado a caer. Para los inicios de 2004 ya el dólar había perdido terreno frente al euro el cual se cotizaba a 1,20 dólares. Pero el aumento de los gastos militares de EEUU en Irak en 2004, han incrementado el déficit interno a más de 600 millardos de dólares y tiende a incrementarse para el 2005. Todos sabemos que el presidente Bush pidió al Congreso estadounidense la aprobación de 200 millardos adicionales de dólares para gastos militares en Irak durante el 2005. El resultado de todo este enorme déficit es que en los últimos ocho meses el dólar ha continuado su caída por la falta de respaldo. Terminando este mes de Diciembre de 2004 el euro se cotiza en 1,36 dólares, estableciéndose un record de la caída del dólar.
Los grandes capitales estadounidenses que migraron y migran al euro, de primer momento tuvieron una utilidad de apenas un 1% de ganancia, que era la diferencia de intereses de la “prime rate” (1%) de los EEUU respecto al “prime rate” (2%) de la Comunidad Europea. Pero al aumentar la devaluación del dólar, esos mismos capitales estadounidenses ya convertidos en euros comenzaron a recuperar ganancias cuando son revertidos a dólares nuevamente. De esta manera cantidades por ejemplo de 50 millardos de dólares que migraron al euro en Mar04 a 1,20 $/€ se convirtieron en 41667 millardos de euros. Si esa misma cantidad de euros de bancos estadounidenses son convertidos hoy Dic04 al cambio de 1,36 $/€, entonces esos 41667 millardos de euros se convierten en 56667 millardos de dólares, o sea obtuvo una utilidad (aguinaldo) de 6777 millardos de dólares en 9 meses. ¿Qué tal?
Esto equivale a que los bancos estadounidenses hayan pagado un interés de 13,55% en 9 meses, o sea el 18% anual. Si ahora hacemos la cuenta para un 100% de devaluación que posiblemente alcanzará el dólar a finales de 2006, en 5 años apenas esos capitales ganarían en dólares la bicoca del 20% de interés anual flat, sin tomar riesgo alguno. Mientras tanto los EEUU con la devaluación del dólar han extraído de las reservas internacionales de los países el 50% de esos capitales en dólares (por la pérdida de poder adquisitivo), en 5 años apenas. En otras palabras los EEUU ponen al mundo a pagar su enorme déficit, manteniendo ellos la hegemonía comercial-militar de esa política agresiva de los EEUU. Así la “fortaleza” del dólar está respaldada por su poderío militar y la enorme deuda externa impagable que tienen especialmente las naciones latinoamericanas. Aquellos países que sigan con el dólar como unidad de sus reservas internacionales, se estima perderán la mitad de esas reservas en ese plazo de 5 años. De hecho EEUU continuará endeudándose con el respaldo de nuestras reservas, para que todos paguemos con nuestro esfuerzo sus desaciertos. Esa es la estrategia de dominación financiera del dólar.
También esa estrategia en los EEUU al devaluar el dólar manteniendo los intereses bajos, estimula el consumo interno reactivando especialmente el sector construcción, dado que la mayoría de las inversiones van para ese sector, porque la bolsa de NY no es capaz de atraerlos. Esto está sucediendo especialmente en Florida donde la inflación inmobiliaria ha duplicado los precios en un año, por la gran demanda de viviendas por los estragos de los huracanes que destruyó miles de viviendas este año. Otra ventaja de esa estrategia de devaluar el dólar, es que hace mas baratos los productos estadounidenses de exportación, desplazando (“dumping”) a los productos que fabrican internamente otros países con quienes comercian. A mi modo de ver posiblemente el dólar llegue a cotizarse en 2 por euro a finales de 2006 o antes.
Podemos entonces decir que esa estrategia de devaluar el dólar obedece que los EEUU quieren repartir las pérdidas que han tenido en esa absurda guerra de Afganistán e Irak, entre todos los países que tienen sus reservas internacionales en dólares. En la Casa Blanca se dieron cuenta que será imposible apropiarse del petróleo de Irak. Desde un principio fue el petróleo la única justificación de comenzar esa invasión a Irak con la excusa de luchar contra el terrorismo y las armas químicas de exterminación masiva que supuestamente fabricaba Irak y que nunca aparecieron.
¿Que debemos hacer los venezolanos ante esta crisis mundial por la caída del dólar?
Creo que un primer paso para enfrentar esta crisis sería fraccionar las reservas internacionales 50% en dólares y 50% en euros para así compartir prudentemente los riesgos. Otra medida sería aumentar las reservas no operativas del BCV, las cuales están constituidas en buena parte por oro en lingotes. Con la caída del dólar el oro recuperó más de 100 dólares por onza troy en un año, cotizándose aproximadamente a $450 hoy en día. Dado que Venezuela produce oro, mediante un decreto podría incrementarse un porcentaje de la extracción de oro para destinarlo para las reservas no operativas del BCV. Hoy esas reservas no operativas en el BCV alcanzan el 26% aproximadamente del total, o sea algo más de 6 millardos de dólares. Quizás más del 75% de estas reservas no operativas corresponden a oro en lingotes. Si incrementamos estas reservas de oro por ejemplo a 10 millardos de dólares, podríamos destinar el remanente a 24 millardos, o sea 14 millardos de dólares a reservas operativas. Estas reservas operativas se pueden fraccionar 50% en dólares y 50% en euros. De esta manera la caída del dólar nos afecta un mínimo, o sea sobre el 50% de las reservas operativas ya reestructuradas, o sea sobre la mitad de 14 millardos de dólares operativos. El resto de las reservas se autorregularían, garantizando asi la estabilidad de nuestra moneda.
Desde hace algún tiempo algunos de los países productores de OPEP venden su petróleo en euros (Irak, Irán). Los precios de la cesta OPEP se autonivelan de acuerdo a la fluctuación del dólar especialmente por el corrimiento de las bandas de precios que hoy tienen como nivel inferior 30 dólares por barril. Por tanto la caída del dólar perjudica en menor proporción al bolívar. Al mantenerse nuestras reservas (en más del 70%) autorregulables, nuestra moneda recuperará la fortaleza que tuvo durante 45 años del siglo XX, que hizo al bolívar invariable frente a las demás monedas fuertes del mundo como la libra esterlina, el dólar, el franco, el marco, que sufrían cambios.
Otra manera de enfrentar esta caída del dólar es revaluar nuestro bolívar. Muchos países han revaluado sus monedas latinoamericanas. El circulante actual en Venezuela es de 41 billones de bolívares y las reservas internacionales montan 24 millardos de dólares. Por tanto el cambio del bolívar debiera ser el cociente de ambas, o sea 1700 por dólar. Esto significa que nuestro bolívar a 1920 por dólar está por debajo del verdadero valor que tiene o sea 1700. Por tanto habría que revaluarlo en un 12% para estar a tono con esta relación circulante sobre reservas. Nosotros la Asociación Civil Defensores del bolívar hemos propuesto al Estado venezolano revaluar 1% mensual nuestra moneda durante un año, pero lamentablemente no han oído nuestras propuestas ni tan siquiera las han rebatido con razones de peso.
El paso final para enfrentar la caída del dólar, del euro o cualquier otra moneda fuerte sería la aparición de una moneda común (duro latinoamericano o como quiera llamarse) de la recientemente creada Comunidad Latinoamericana de Naciones. Pero esto llevará un tiempo para instaurarse, sin embargo es el camino a seguir para asegurarnos en Latinoamérica y el Caribe una verdadera independencia económica y financiera.
(*): Ingeniero Civil, M.Sc. CIV No. 8511 – email: jairolarottas@cantv.net
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