Escrito para Últimas Noticias por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela.

¿Qué hace Gaviria en Venezuela?


César Gaviria, ex presidente de Colombia y Secretario General de la OEA, es el personaje noticia en Venezuela desde que se instalaron las mesas de negociación y acuerdo en el Hatillo.

Su protagonismo ha sido abultado por las inusitadas -y por demás politizadas- referencias que sobre él se hacen: Caravanas de recibimientos por ambas partes, abucheos de la oposición, cartas de los interesados y exigencias de los sentados en la mesa.

Pero Gaviria llegó claro a Venezuela. Su declaración de principios estaba plasmada en las resoluciones de la OEA en las cuales condenaba la interrupción del hilo constitucional en este país. El Secretario General, a pesar de su timidez inicial en abril, condenó sin titubear el alzamiento de los oficiales desertores de la Plaza Altamira. Al arribar a Venezuela, en sus primeras declaraciones deja sentado su papel de facilitador invitado por el gobierno para el proceso de diálogo. Digamos que entre los miembros del llamado Grupo Tripartito, integrado por el Centro Carter, el Pnud y la OEA, el gobierno se inclinó por el alto funcionario tal vez llevado por la posición ratificada del organismo en abril, julio y agosto en la cuales siempre ha reconocido la constitucionalidad democrática del actual gobierno.

Pero resulta que luego de la intervención de la Policía Metropolitana, el facilitador, cuyo papel es el de acercar a las partes, de resumir lo tratado en la mesa, de dar ánimos, sin tomar partido ni declarar sobre temas que no estén en la agenda, se presenta en las cámaras de TV -que normalmente se encadena para trasmitir sus declaraciones- criticando el acto administrativo que se hizo sobre la PM. En ese momento Gaviria deja de lleno su rol y se convierte en algo más que un mediador (figura de la negociación que puede hacer propuestas a las partes) pues intervino en asuntos internos.

Ya Gaviria había encallejonado a las partes con su insistencia de la búsqueda de una "solución electoral". Y no es que sea mala o buena la salida, pero la propuesta debe provenir del acuerdo entre las partes, el facilitador no tiene esa potestad.

Cuando el facilitador se abroga funciones que no tiene, puede irritar a uno de los bandos. Esto ha venido pasando en el caso venezolano.

Así, hemos presenciado cada noche, a los voceros de la oposición y el gobierno, descalificándose y acusándose en un lenguaje altisonante y desafiante. Entonces, para el ciudadano con expectativas no queda más que preguntarse ¿Qué pasa Gaviria? Todo ello porque César Gaviria, para usar un término de moda, se ha engolosinado con la idea de ser mediador, mandato que no le ha dado ni siquiera la OEA. Pero a esa percepción que se tiene del Secretario General, ha contribuido las partes y sobre todo los que tienen vocería. Todos quieren hablar con Gaviria, llevarle una carta, invitarlo a tal sitio, como que en sus manos estuviera la solución, o como si fuera un juez que dictaminará a favor de un bando y condenará al otro. Nada más alejado de la realidad. Al contrario, las soluciones deben venir de nosotros.

Gaviria debe ser discreto, propiciar los acuerdos e insistir en que la agenda se expanda a otros temas tan o más importantes que el electoral, como el de los poderes públicos.

Facilite Doctor Gaviria, no medie.


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Reinaldo Bolívar

Investigador, fundador del Centro de Saberes Africanos, vicecanciller para África

 reibol@gmail.com      @BolivarReinaldo

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