Planes para una Caracas del Buen Vivir

Cuando evaluamos las diferentes propuestas que desde el gobierno bolivariano han surgido a propósito de la situación de las lluvias ocurridas en el país y su consecuencia de damnificados y damnificadas (aclaro que es mi gobierno, porque los de la cuarta no lo fueron), no puedo mas que preocuparme, pues algunas de estas ideas, especialmente en el caso de Caracas, son soluciones superficiales a un problema que de fondo es estructural y se origina en la falta de planificación de la ciudad desde las capacidades que este territorio tiene para alojar en su seno a un numero de ciudadanos X, un parque automotor X, un comercio X, una industria X, etc.…

En el proyecto país que estamos construyendo, y que obviamente tiene muchas interrogantes por resolver pues estamos tratando de hacerlo parecido a nosotros y nosotras, es decir endógeno, multiétnico y pluricultural, también hemos asumido basarnos en la planificación como herramienta y tecnología de la sociedad para el ejercicio del cogobierno.

Es evidente que esta planificación, se concibe estratégica, flexible, dinámica para adaptarse a los cambios, pero siempre atendiendo a la evaluación permanente de su evolución, para aplicar los correctivos que fueren necesarios, en el devenir de los procesos. Y de esto se trata lo estratégico.

Por ello no entiendo como en relación a Caracas, se están tomando decisiones en cuanto a la utilización del Guaraira Repano, aunque sea en su frente litoralense, asumiendo que podemos ampliar la ciudad 80 a 100 metros hacia arriba del Guaraira, y que hasta allí seguirá el crecimiento de la ciudad, porque las personas serán incapaces de moverse 101, 105 0 110 metros mas allá. ¡No! Eso no pasará, las personas se mantendrán en la cota marcada, con la conciencia de que estarán viviendo en la zona protectora del Guaraira y no pueden excederse.

Pues creo que eso no es posible de sostener con certeza, pues sino miremos hacia la Puerta de Caracas, La Pastora arriba, pegadita a la falda del propio parque nacional Guaraira Repano, en pleno centro de Caracas, como ha ido creciendo la ciudad en la última década, sin que nadie se detenga a mirar que el parque nacional esta siendo ocupado poco a poco.

¿Cómo detendremos el crecimiento del Guaraira en su zona protectora – Vargas, sino hemos sido capaces de proteger al propio parque nacional? ¿Por qué forzar la carga que puede soportar la ciudad, cuando durante los diez años de gobierno hemos hablado de la necesidad de desconcentrar el frente norte-costero? ¿Será posible que en esto de inventar y errar, podamos ensayar trasladar a la capital política por lo menos al centro del país, y por ende trasladar a más o menos 130 mil venezolanos y venezolanas que trabajan en la administración pública central, lo que sumado a su familia implica mas o menos un millón de personas?, y que probablemente muchos de ellos y ellas, estarán felices de vivir cerca de su trabajo, y si su empresa es mudada, y se les garantiza vivienda y trabajo, estarían dispuestos y dispuestas a mudarse?

Otro tanto pasa con las zonas industriales de la ciudad, sólo el municipio Sucre cuenta con cuatro grandes zonas industriales: Palo Verde, Boleita, La California Sur, Los Cortijos, y ocupan los mejores terrenos de la ciudad central, la ciudad comercial, la ciudad de los servicios, mientras las viviendas de los trabajadores están en las afueras, lejos de su lugar de trabajo y usualmente desprovistas de servicios, o con acceso a limitados servicios. ¿Hemos averiguado cuantos venezolanas y venezolanos estarían dispuestos a mudarse fuera de Caracas, siempre y cuando tengan trabajo y un ingreso estable, razón por la que muchos de ellas y ellos se vinieron a Caracas desde su ciudad de origen? ¿Hemos calculado cuantos trabajadores y trabajadoras de las empresas privadas, estarían dispuestos a vivir en otra ciudad, donde el hábitat y el trabajo estén garantizados, y entonces el buen vivir sean una realidad concreta?

Creo que es necesario apelar a las ideas radicales como lo ha señalado el Presidente en muchas oportunidades, inclusive él, tiene la tarea de reflexionar sobre las últimas medidas que ha anunciado, pues no son realmente propuestas radicales, para soluciones radicales.

Como dice Ernesto Villegas, con todo respeto y con todo cariño Presidente, es necesario que enfrentemos la solución para Caracas, como una solución integral, y que incluye una solución para el país, pues en la medida que se desconcentre el buen vivir, se esparza por todo el territorio, estaremos contribuyendo a la desconcentración del frente norte costero y a aliviar las presiones que produce vivir en una ciudad que lejos de contribuir a la mayor suma de felicidad, se torna un dolor de cabeza diario para su ciudadanía.

Caracas debe dejar de seguir siendo “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra”, como que ser monte y culebra fuera malo, por el contrario que haya monte y culebra significa que hay naturaleza, porque las metrópolis plenamente urbanizadas, tienen sólo los parques como reductos para el contacto con la naturaleza, las macetas de los balcones, y uno que otro árbol en las aceras de las avenidas. Mientras en otras ciudades, menos urbanas, esa naturaleza esta ahí mismito, en el jardín de mi casa, en los alrededores de mi vivienda, en la plaza, en el parque, en el conuco.

Démosle a Caracas la oportunidad de transformarse en una ciudad amable, no sigamos forzándola a albergar más gente, mas carros, mas comercio, mas industria… Caracas nos lo agradecerá, probemos vivir de otra forma, probemos el BUEN VIVIR.

tibisaymaldonado@gmail.com


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Tibisay Maldonado


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