Irreversibilidad de la Revolución Bolivariana

No hay duda que durante los últimos 12 años hemos presenciado un proceso político que ha venido a contraponer la lógica capitalista y neoliberal que imperó al unísono durante la última década del siglo XX, todo esto mediante una revolución que puede denominarse así considerando aquella frase de Ernesto “El Ché” Guevara quien afirmaba que cuando lo extraordinario se convierte en cotidiano estamos en presencia de una revolución. 

La elevación  de los niveles de calidad de vida, la disminución de la pobreza, la garantía del acceso a la salud, el acceso a las telecomunicaciones y el acceso al agua potable es apenas una muestra de los logros más destacados, que contrastan con la cultura política del Capital Global donde “el 1% más rico de la población del mundo sigue percibiendo un ingreso igual al 57% más pobre, y se estima que para el año 2.015 habrá una proporción de 100 pobres por cada rico” [1], donde “1.200 millones de personas viven con menos de un dólar diario y 2.800 millones lo hacen con menos de dos dólares, lo que significa más del 45% de la población mundial”[2], “854 millones de personas en el mundo se alimentan sólo dos veces al día”[3], “mueren cada día en el mundo 40.000 niños por causas de desnutrición y enfermedades relacionadas”[4], “143 millones de niños menores de cinco años padecen de desnutrición”[5], 1.100 millones de personas no tienen acceso a agua potable de las cuales el 84% viven en zonas rurales [6].  Estos desequilibrios ocurren en medio de una crisis profunda del sistema económico imperante que nos invita a revitalizar la batalla ideológica levantando la bandera del socialismo como propuesta para garantizar la construcción de una sociedad más justa y equitativa. 

Sobre un escenario que valora la política del gobierno nacional como positiva desde el punto de vista de atención al pueblo en favor de las personas más necesitadas, resulta necesario consolidar una base estructural lo suficientemente consistente para no regresar al neoliberalismo que tanto daño nos hizo en décadas previas y que sigue causando estragos en buena parte del mundo, por ello hacer irreversible el proceso resulta de vital importancia para garantizar la continuidad de la revolución Bolivariana. 

Así mismo autores como Mészáros y Víctor Álvarez vienen fomentando en esa línea de pensamiento una verdadera transformación liberadora, renovando los conceptos del socialismo en el marco ideológico del Siglo XXI que incorpora a las tecnologías de información y comunicación como eje integrador que dinamiza aceleradamente las relaciones sociales, la información y el conocimiento. 

Sobre este contexto el debate ideológico, la transformación cultural y la construcción de una nueva economía nos invita a no seguir tomando acciones coyunturales, ya que por ejemplo aunque la justa distribución de la riqueza es una política que ayuda a disminuir los desequilibrios sociales no erradica el problema central que es estructural el cual se constituye en un escenario ideológico que involucra la relación entre hombre y la naturaleza para la generación de bienes materiales. 

Un amigo me dijo que cuando le entregamos la nevera a una persona que bajo las condiciones del sistema del capital no hubiese podido acceder a este bien, no le entregamos el manual, no el técnico sino el ideológico, yo agregaría que muchas veces no vemos ni siquiera lo que entregamos, para este debate resulta necesario hacer un estudio de los métodos alienantes del sistema capitalista, tales como el Capitalismo de Estado o el IVA, que vienen a representar brazos ejecutores de los intereses hegemónicos dominantes e impositivos que va en contraposición de la lucha de clases que pregona el socialismo. 

Definir el camino no es tarea fácil, de lo que si tenemos que estar claros es que transformar la acción política es fundamental para garantizar la irreversibilidad de la revolución Bolivariana. 

“Sólo la alternativa hegemónica socialista puede mostrar una salida de esta contradicción destructiva. Una Alternativa organizacionalmente viable que respete plenamente la complementariedad dialéctica de lo nacional y lo internacional en nuestro tiempo”. Itsván Mészáros 

[1] Rafael Antonio Palacios Bustamante. Conocimiento, innovación y desarrollo social en la integración latinoamericana. Un modelo alternativo para Venezuela. Pág. 55

[2] Ídem.

[3] Rafael Antonio Palacios Bustamante. Conocimiento, innovación y desarrollo social en la integración latinoamericana. Un modelo alternativo para Venezuela. Pág. 56

[4] Ídem.

[5] Rafael Antonio Palacios Bustamante. Conocimiento, innovación y desarrollo social en la integración latinoamericana. Un modelo alternativo para Venezuela. Pág. 57

[6] Rafael Antonio Palacios Bustamante. Conocimiento, innovación y desarrollo social en la integración latinoamericana. Un modelo alternativo para Venezuela. Pág. 59 

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Nelson Ortega

Aprendíz de Socialista, Bolivariano, Investigador, Planificador Ingeniero en Informática, Diplomado en Innovación Tecnológica, Msc. Planificación Global. www.masrevolucion,blogspot.com

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