Democracia y Constitución en Venezuela

En Venezuela insurge un nuevo gobierno y una nueva Constitución Nacional a partir de 1998, producto de una gran conmoción social, de la pobreza acelerada y sin contención que reinaba en nuestro país. De esa manera se rompen los esquemas políticos tradicionales y mediante un Referéndum Consultivo a nivel de toda la nación, se aprueba la nueva carta magna que actualmente rige a la sociedad venezolana. Esta forma en que se logra legitimar la Constitución en 1999,   constituye en si mismo un hecho revolucionario. Es la primera constitución realizada bajo el calor de la discusión y el debate popular. En este cuerpo de leyes se garantiza el derecho de propiedad “sin más limitaciones que la utilidad pública y el interés social”. En materia de agrícultura el “Estado protegerá, las formas asociativas y particulares de la propiedad para garantizar la producción agrícola”. Establece como premisa el protagonismo y participación del pueblo en los asuntos públicos. Las mayorías nacionales decidieron por un Estado de derecho y de justicia, se eligió a la educación como derecho humano y un servicio público obligatorio y gratuito. Igualmente, se aceptó la libertad de cultos y el derecho de las familias a formar a sus miembros de acuerdo a sus creencias religiosas. Por ello el Estado tiene carácter laico. Se garantiza la libertad de expresión pensamiento e ideas. Establece “como derechos irrenunciables de la nación, la independencia, libertad, soberanía, inmunidad, integridad territorial y la autodeterminación nacional.

Alguien pudiera creer que estos artículos constitucionales, se pueden plasmar tranquilamente sin necesidad de hablar de Revolución Bolivariana y socialista, transformación y cambios sociales. Pero es una visión errada asumir esta visión. Es caer en un error histórico y político.  Nuestro país Venezuela, no pudo lograr su libertad ni antes ni después de la guerra de independencia. La confrontación armada contra el imperio español, sólo permitió que otros tomaran el poder político. Los patriotas de nuestra tierra venezolana logran vencer a los europeos españoles en Carabobo y al final en Ayacucho donde se derrota al último virrey en tierras suramericanas. Pero hubo un detalle: La igualdad y la justicia estuvieron ausentes de las prácticas del Nuevo Estado constituido. Los diferentes decretos antiesclavistas del Libertador no fueron respetados, solo votaban en elecciones los adinerados que sabían leer y escribir, es decir, las minorías que manejaban y usufructuaban las riquezas nacionales, también  gobernaban. Ahora bien, en el siglo veinte, ya comenzando la segunda mitad, se instauran gobiernos que dieron paso al sufragio universal, directo, secreto. Pero los descendientes de las familias oligárquicas del territorio venezolano continuaron montados en el poder  político. La constitución de 1961, garantizaba también el derecho al estudio, libertad de expresión, derecho a la vida, el gobierno de Betancourt, realizó la reforma agraria ¿Avanzó el país? ¿Se desarrolló la producción nacional? ¿Hubo desarrollo tecnológico? Por el contrario, nos hicimos más dependientes, se generó más pobreza, crecieron los monopolios y los latifundios. ¿Es diferente ahora? Por supuesto. Existe un Estado dirigido para hacer la revolución, darle poder al pueblo, se combaten los monopolios, se desarrollan leyes para fortalecer el poder popular por vías institucionales, el pueblo se moviliza y reclama sus derechos. Hay un gobierno revolucionario dispuesto a liberar nuestra República.


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Orlando Balbás

Prof. en Ciencias Sociales. Magister en gerencia educativa. Jubilado del MPPE.

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