En muchos de nuestros análisis o trabajos informativos hemos planteado la necesidad en Venezuela de la existencia de una oposición democrática, que aporte debates y propuestas al país, así como también de la articulación de una unidad de la izquierda. Hoy esta replanteada la rearticulación del polo patriótico con ideas para la construcción del modelo socialista venezolano, que debe nutrirse con las mejores experiencias y conceptos de la doctrinas socialistas, desde los clásicos hasta los análisis críticos a los modelos que fracasaron en la construcción de varias alternativas de sociedad (soviética, yugoslava, china, etc.).
El Debate no se debe centrar en si el socialismo es viable o no, lo que debemos profundizar es la conformación de un modelo sustentable, con una planificación adecuada de planes económicos y sociales, y la creación de Comunas. Pero no de manera voluntarista, yendo de iniciativa en iniciativa, nuestra discusión debe pasar por la construcción del modelo participativo, pero también por la adecuación de nuestras estructuras del estado, en las que hoy muchas iniciativas quedan en manos de un burócrata, que arrincona en un archivo las propuestas de las comunidades o de los gobiernos regionales o locales.
En ese marco, los nuevos lineamientos del presidente Chávez, entre ellos retomar las tres R (Revisión, Rectificación, Reimpulso), para ampliar su incidencia en Reunificación, Repolitización y Repolarización, sustentado en 5 líneas donde el debate se centrará en pasar de esta sociedad a la construcción de una cosmovisión socialista, y en la reestructuración del PSUV para convertirlo en una estructura política no solamente electoral, así como el desafió de construir una unidad de toda la izquierda que se unifique para la creación de una sociedad socialista. Las propuestas del presidente venezolano son:
1. De la “cultura política capitalista” a la militancia socialista;
2. Convertir la maquinaria en un Partido-Movimiento al servicio de las luchas del pueblo.
3. Convertir el Partido en un poderoso medio de propaganda, agitación y comunicación
4. El PSUV como plataforma del desarrollo y fortalecimiento del Poder Popular.
5. La Constitución del Gran Polo Patriótico: una audaz política de Repolarización.
Todos estos lineamientos hoy son debatidos en la filas del PSUV, en las comunidades y en el resto de las fuerzas que hoy analizan la conformación de la unidad de la izquierda, en un proceso que se ha caracterizado como polarizado por la insistencia de la oposición en presentar a este gobierno como autocrático y al presidente como un déspota o dictador, que no respeta a la democracia, y en su persistencia de no reconocer ni siquiera la constitución que ellos aprobaron en el 1998.
La oposición venezolana sigue apostando a la inestabilidad institucional
Es indudable que para la oligarquía venezolana o los sectores capitalistas el concepto del socialismo es como un fantasma que les exige cambios hacia la igualdad, la justicia y el equilibrio entre las mayorías sociales, no como una limosna sino como el derecho a la remuneración justa de su salario o la propiedad de la tierra de los productores pequeños y medianos, que conforman los sectores mas explotados por los capitalistas y los grandes latifundistas.
Pero esa contradicción hoy no es la base del debate con la oposición venezolana, para este sector nada es institucional o constitucional, se negaron desde la misma creación de la nueva constitución, a reconocerla pese a ser aprobada en plebiscito y posteriormente en la Asamblea Nacional, a la cual este sector no se presentó en la nueva etapa legislativa, aduciendo que no era democrática.
Para los partidos opositores era mas fácil transitar por los caminos del sabotaje y del fascismo Porque muchas veces no caracterizamos a las acciones desestabilizadoras, el golpe de estado y el paro petrolero, fueron actos fascistas, donde secuestraron y destituyeron a un presidente elegido democráticamente, con un intento fallido de asesinarlo, además también se detuvieron y torturaron a funcionarios del gobierno por la Disip y la Guardia Nacional, instituciones dominadas en ese etapa por funcionarios de derecha. Lo mismo el paro petrolero que generó pérdidas millonarias y vidas humanas. Pero al analizar estos hechos no vemos ningún arrepentimiento de esta oposición, que ante un llamado al debate y al diálogo del presidente de la república, los diputados opositores Julio Borges y José Caldera agreden verbalmente al presidente de la Asamblea Nacional Diputado Fernando Soto, no respetando su cargo ni su condición de hombre de tercera edad.
Además la bancada de la denominada alianza de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), no hace “honor” a su nombre, al desarrollar acciones que van contra la mismas instituciones democráticas, al orquestar nuevamente una huelga de hambre ante la oficina de la OEA en Caracas, por jóvenes estudiantes de ese sector. Es la misma que desarrollaron hace un año, pero estos jóvenes comían en el baño a escondidas, con alimentos suministrados por el Alcalde Mayor de Caracas Antonio Ledezma, líder de esta mesa. Al unísono organizan acciones en Europa y EE.UU. con actos en contra del gobierno del presidente Chávez, acusándolo de tirano o déspota, aduciendo que la Ley Habilitante no es legal o constitucional, pero sus acciones han sido rechazadas por la comunidad latinoamericana, en el mismo seno de la OEA.
Para terminar, esta derecha se refugia políticamente en su verdadero conductor político, el gobierno de turno de EEUU, que auspician todas sus estas acciones en nombre de su democracia, léase reservas de petróleo..
Hoy nuevamente el presidente les extiende la mano, habla de adversarios y no de enemigos, invita a los empresarios a invertir, pero la respuesta es más desestabilización y menos concepto de patria. En su caso el capital y la ganancia son prioritarios, no el ser humano, la equidad o la justicia.
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