Llegó Febrero (si, con F mayúscula). Febrero de lucha, Febrero rebelde, Febrero de Pueblo, Febrero de amores. Llegó Febrero y con él un caudal de sentimientos. En nuestra historia contemporánea es un mes fundamental, donde dos caminos llevan a un mismo destino. Fue en Febrero de 1989 cuando buena parte del Pueblo gritó “ya no más” y salió a las calles a expresar su descontento popular acumulado, encontrando por parte del estado una represión injustificada y desproporcionada. Muchos episodios de entonces fueron el resultado de las miserias humanas acumuladas, que en los enfrentamientos desatados sembraron lágrimas y dolor en nuestro cuerpo, mente y conciencia de Nación. Una primera reacción visceral, furiosa, indómita, que significó una rasgadura al velo que por décadas se impuso al Pueblo venezolano.
En 1992 llegó otro Febrero que reclamó un nuevo “ya no más”, esta vez de la mano de un sector de las fuerzas militares, que elevaron su voz rebelde contra la suprema hipocresía del sistema político represor, corrupto y entreguista, que colocó siempre las necesidades sistémicas supranacionales sobre las realidades concretas nacionales. El mejor –peor- ejemplo de ello fue el paquetazo neoliberal aplicado sin cortapisa luego de una oferta electoral populista que desembocó los Febreros de 1989 y 1992. Esta vez, un “por ahora” sembró esperanzas y sueños a un Pueblo que decidió no adormecerse nunca más. Permitió creer en otro país, ese que estuvo adormecido por años ante el menosprecio de los dirigentes nacionales. Esos que “importaban” sólo cuando ejercían su “derecho al voto”, máxima “participación” en el marco de la democracia representativa puntofijista.
Luego llegó el Febrero de 1999, cuando el Pueblo vio materializado su nuevo grito de “ya no más”, encarnado en la llegada al poder del presidente Hugo Chávez, luego de salir a las calles pacíficamente y decidir un cambio social estructural por el camino del voto. Bajo el cobijo de una nueva Constitución Nacional y su principio de “refundar la República”, hemos transitado 12 años hasta este nuevo Febrero, con la mirada fija en el sur como nuestra meta y con el propósito firme de seguir diciendo y fundamentalmente, seguir haciendo de forma protagónica, cada vez mejor, cada vez más ejemplarizante, cada vez más bonita, nuestra Revolución Bolivariana.
Nuestros Febreros así lo merecen.
@oliv22