Damos gracias al proceso bolivariano y revolucionario venezolano y a su carta Magna de todos los derechos establecidos y a conquistar a plenitud por todos, en especial los que han sido excluidos por décadas en la Cuarta República; derechos consagrados que marcan el norte de nuestra nación, libre, soberana, incluida y con un sistema democrático que más adelante sin duda alguna tendrá que plasmarse en una nueva reforma como Constitución Socialista de Venezuela.
Muchos derechos que cada año se van conquistando pacíficamente en contra de sectores que pulsan por el viejo sistema que les garantiza a pocos los privilegios que cada día van perdiendo y los mantiene ocupados en que no suceda usando a su disposición todos los medios posibles. Los pobres, los excluidos en la educación y todos sus niveles, en la salud, y aún en el género sexual, todos sin exclusión alguna quieren vivir a plenitud su libertad, su derecho a expresarse y hacerse sentir.
Los ricos se enfurecen porque no quieren compartir las riquezas que proviene del petróleo, de la producción nacional, de las divisas, los sifrinos no quieren compartir los buenos restaurantes ni las buenas zonas de la ciudad con los pata en el suelo, los dueños de los medios no quieren para nada a los alternativos y comunitarios, nos tildan de analfabetas y chapistas que nada saben con respecto a buena producción. Los jerarcas de la Iglesia Católica temen por el avance de la base católica y carismática por no nombrar a la revolucionaria, temen por el crecimiento de la Iglesia Protestante o comúnmente llamada Evangélica, y así sucesivamente en eso que llaman lucha de clases.
Pero si vamos más a fondo en temas que aún no se discute y del que no quiero ofender pero por mí fe personal y bíblica sin caer en la homofobia, algo si me preocupa porque sé que será un debate tan fuerte que no solo puede quedar en 4 puertas con la solo participación de los políticos e ideólogos, me refiero a la igualdad de género concerniente al matrimonio de ambos sexo. Un debate que está por darse y de seguro tanto la Iglesia católica como otros credos se pronunciarán a fondo y allí se verá las posiciones encontradas, las bases sólida de moralidad entre socialistas y capitalistas cristianos, y la manipulación que se hará respecto al voto en el 2012 si tales leyes que llegue a legalizar dichos matrimonios.
Dejaré para una segunda entrega lo que se avecina y mi orientación al respecto. Pueden desde ya a todos aquellos interesados en crear en esta página como en mi faceboock un debate temprano, serio, con fundamento para estar preparados ante un escenario que si surge temprano en la asamblea no recomiendo.
Juliocesar1221@gmail.com