¡Oh! ¡Oh!... Tardaron un poco en hacerlo, camaradas…
El excelentísimo historiador Roberto López Sánchez, miembro del Movimiento 13 de Abril y también miembro del Proyecto Nuestra América, excelsa credencial infalible, y el Ingeniero Luís Omar Sulbarán Iglesias, solo esgrimiendo su titularidad, han saltado al ruedo juntitos pero no revueltos (¿Será así?), firmes y resueltos a atacar La Hojilla…
¿Atacar a La Hojilla?...
¡No!...
El objetivo es otro… El objetivo es Mario Silva García ¿Verdad que si, mi estimado historiador?... ¿No me cree, mi querido ingeniero?...
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Vamos primero con usted, Don Roberto López Sánchez, y disculpe que no incluya tan honoríficos títulos revolucionarios… Le voy a echar un cuento:
Recientemente, en la visita que efectuamos a Cuba, específicamente en el Museo de la Revolución, me encontré con un busto de Cristóbal Colón que data de tiempos de la colonia y de autor desconocido (o así creí entenderlo de quien nos guiaba en el recorrido).
Obviando al personaje tan cuestionado por la historia, indiscutiblemente nos encontramos con una obra de arte tallada en mármol de altísimo valor histórico que, cosa curiosa, no ha sido destruida por los habitantes de esta isla, cuna de la primera revolución en Latinoamérica y ejemplo de dignidad para nuestros pueblos.
No pude evitar, mí querido historiador, hacerme la misma pregunta: ¿Qué objetivo tenía tumbar una estatua, que fenómeno reivindicativo tendría para nuestros pueblos indígenas hacerlo y qué impacto revolucionario tendría en nuestro país?
Lamentablemente, hoy sigo sin entender esta acción “reivindicativa” cuando nuestros indígenas tienen tantos problemas sin resolver y, más aún, cuando nuestro pueblo de una variada gama étnica no termina de resolver los problemas graves de articulación, organización y unidad de las bases, que podrían hacer realidad una verdadera democracia participativa y protagónica… ¿Y sabe usted por qué sucede esto, estimado historiador? Porque he visto interminables sesiones y debates extenuantes “ideológicos” de gente como usted que no aceptan ninguna crítica o idea diferente, que terminan originando otra larga cadena de debates y sesiones igual de interminables y extenuantes que nunca concluyen en nada.
¡ABURRIDOS!, excelencia, esa es la palabra exacta y precisa que le cabe a esos debates que no terminan de conectar con ese pueblo que usted dice defender. Porque, y dígame si no tengo razón, ¿Dónde está esa masa enorme que salió a las calles el día en que tumbaron la estatua para apoyarlos y dígame, su ilustrísima, si existe evidencia de una mayoría que entendiera el objetivo de ese acto revolucionario?
Lo que más molesta de su discurso, es que asume una solidaridad a toda prueba con nuestros indígenas y, todo aquel que no acepte la acción reivindicativa de tumbar una estatua de Colón, se convierte en pro-colonialista, antiindigenista, contrarrevolucionario o cualquier mierda que se le ocurra menos revolucionario.
La revolución son ustedes; los demás… ¡Qué se jodan!
Por otro lado, quisiera, señor historiador, obtenga una grabación de lo que expresé en relación al Sr. Genatios y si aparece allí alguna acusación sobre los 2.5 millardos, gustoso aceptaré sin abogado ir a la cárcel por difamación. Dije y lo sostengo, que se recibió un proyecto europeo gratuito para atacar la desgracia de Vargas en el 99 y ese proyecto fue entregado para “nacionalizarlo” por el costo antes descrito. No indique quien recibió ese proyecto… Ahora, se le va a usted el yo-yo y alude que responsabilicé al Sr. Genatios… En consecuencia, estimado profesor: ¿Qué sabe usted al respecto? O, mejor dicho, ¿Quién le recomendó atacarme? ¿Cuál es su verdadera motivación? ¿Retaliación por nuestra posición en torno al caso de la estatua de Colón o una especie de solidaridad inducida o familiar?
El único que ha tenido un discurso coherente en este país, tiene nombre y apellido: El Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Pero, pareciera que se mueven internamente otros factores que no perdonan que Hugo Chávez, él que no asiste a esos debates aburridos y jamás pro-activos, termine siendo el único capital revolucionario de este proceso. Salen, geniales, eruditos, intelectuales, clase media obsesionada por emular el mismo clasismo de mierda que corroe esta revolución, y efectúan críticas en momentos de crisis que permiten activar las herramientas del fascismo y facilitan los ataques mediáticos que, a su vez, vulneran el proceso de transformación que lleva a cabo el Comandante Hugo Chávez.
Para finalizar con usted, profesor historiador, le voy a hacer las mismas preguntas que quiero hacerle al Sr. Genatios:
¿Por qué escogió este momento de crisis en el estado Vargas para denunciar las irregularidades que pudieron presentarse en la construcción de las torrenteras, diques y demás artilugios que evitarían una nueva catástrofe en ese estado?
¿Por qué no hizo esas denuncias públicas por todos los medios de comunicación antes de la vaguada que inundó a ciertos sectores del estado Vargas esta semana?
¿Por qué y que lo movió a utilizar la pantalla de todos los medios de comunicación privados, cuando sabe perfectamente que los medios están esperando cualquier irregularidad para joder al presidente Chávez?
¿Por qué, luego del pronunciamiento del General Alejandro Volta que afirmo haberlo invitado en el año 2003 después de escribir un artículo sobre las obras que se ejecutaban en Vargas, no ha salido el señor Genatios a contestarle?
Son dudas razonables, erudito historiador… Dudas que deben tener respuesta… ¿Acaso, las tiene usted?
Me asombra como algunas personas tienen un "revolucionarometro" que mide bajo una sola lupa y sobre un solo tipo de dogma, quien es revolucionario o no. No sé porque se me parece tanto a esos interminables y extenuantes debates que originan otros interminables y extenuantes debates que culminan acusando, enjuiciando y condenando a quien no se ponga firme y siempre listo a las ideas de un solo grupo.
Por eso se toma el café que jode en esas reuniones, mientras el pueblo se organiza solito.
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Ahora voy con usted, ingeniero Sulbarán… No le coloco el título normal y corriente de “señor”, porque estima usted más su titularidad y me debo a sus deseos… Tengo la impresión de verlo en estos días lluviosos con un ejemplar de Las Verdades de Miguel encima de la cabeza para no mojarse. Mi intuición me dice que su inteligencia no arroja muchos dígitos en el cerebro y sirve usted de perro cancerbero del diario de marras. Mira tú, venir a acusarme de machista y otras bolserías más, típico del pasquín dirigido por Miguel Salazar… No tenías algo más profundo que escribir para atacar a La Hojilla.
No voy a utilizar muchas líneas para contestarle. No sabe usted lo que sucede en Televen ni creo le interese saberlo, porque a usted le mueven otros motivos para descargar las sandeces escritas en su artículo. Todavía hay quienes aceptan el papelillo de idiotas vengadores que, como siempre, le dicen “si señor” a las órdenes tras bastidores.
Con usted, excelso ingeniero, he gastado más líneas de las necesarias.
Mario Silva García
(individuo chavista que no pertenece a ningún grupo religioso, partidista y mucho menos profesional por la gracia de Dios)
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