El país enfrenta nuevamente una tragedia. Las fuertes lluvias de los últimos días han traído muerte y destrucción. El pueblo venezolano, sin embargo, de inmediato reaccionó de acuerdo lo que ha sido su comportamiento histórico.
La solidaridad, la colaboración y el apoyo físico voluntario se hicieron presentes, tan pronto como se supo que miles de compatriotas estaban en peligro y necesitaban ayuda.
El gobierno, las instituciones y el empresariado no se quedan atrás y trabajan arduamente para minimizar el impacto sobre la población.
Llama la atención, sin embargo, que cual chacales, algunos periodistas y la directiva de Globovisión intenten sacar partido de la situación y asuman actitudes que dejan en claro su pobreza espiritual y lo poco que les importa el dolor que embarga a millones de ciudadanos.
No se le ocurrió una mejor idea a esa gentuza, que en medio de la tragedia, hacer una encuesta en el programa Aló Ciudadano, para saber cómo había actuado el gobierno ante lo ocurrido y mostrar junto a los resultados de dicha encuesta, los mensajes de texto que unos disociados llenos de odio les hacen llegar.
No puede sino despertar lástima un periodista que ante un escenario como el que atravesamos, en lugar de sacar lo mejor que tiene en el alma y tratar de ser útil a las víctimas y a la sociedad en general , intenta aprovecharse de la desgracia para sacar ventaja política y continuar con la campaña de desinformación que han mantenido a lo largo de estos últimos años.
Con estupor vi y escuché a una periodista del mencionado canal preguntarle al director de Defensa Civil ¿ qué falló? ¿no y que estaba todo arreglado en Vargas?
En el corazón de esa pseudoperiodista definitivamente la prioridad no es el amor, ni la solidaridad y en su cerebro embrutecido por el odio, no hay la suficiente inteligencia para comprender que las preguntas apropiadas para el momento eran: ¿qué le recomienda a la ciudadanía? ¿dónde están ubicados los centros de acopio? ¿cuáles son las mayores necesidades y cómo puede la comunidad colaborar?
Ella siguiendo el guión que le preparan en el canal y apelando a los más oscuros sentimientos de su alma (si es que tiene alma) prefiere aprovechar la tragedia, para tratar de dejar mal parado al gobierno y a las autoridades.
No puedo dejar de relacionar la posición de esa empleada de Globovisión, con la asumida por la bruja Marta Colomina durante la tragedia que azotó el Estado Vargas en 1999. En esa oportunidad, la bruja escribió un artículo en el que afirmaba que los soldados venezolanos veían morir con indiferencia a la gente y se negaban a prestar ayuda, porque las instrucciones del gobierno eran cuidar los votos de las elecciones que se celebraron ese día. También afirmó que los donativos que llegaban de todas partes eran etiquetados con la frase “donado por el gobierno revolucionario” con la intención de ganarse el agradecimiento y los votos.
Hay que ser mediocre y falso para asumir posiciones como las que aquí he descrito, pero de todo hay en la viña del señor.
Alexis Arellano
