Hemos estado viviendo, durante los últimos meses, una agresión psicológica inmensa por parte de los medios de comunicación. Este bombardeo mediático, ha producido dos tendencias bien marcadas. La primera, de rechazo rotundo a estos medios y su guerra psicológica. La segunda, una terrible manifestación reaccionaria y racista.

Mientras el Gobierno habla de "Democracia" y de "legalidad", estos usan la "democracia y legalidad" que defiende el Gobierno, para envenenar la vida de los venezolanos. Y como no lo van a hacer si el mensaje que se les ha dado en los últimos 4 años es uno solo: IMPUNIDAD.

Muchísimas veces nos acostamos deprimidos y con un sentimiento de derrota por la impotencia que nos causa que la burguesía mantenga enferma a una buena parte de la población a través de mentiras, y que el gobierno solo diga "se están pasando de la raya". Pero cuando recordamos y vemos al Pueblo esperanzado y vemos la pobreza, nos animamos a continuar.

Ahora, este escrito no persigue hablar de los altos/bajos anímicos que estoy seguro que todos han tenido, sino más bien de la preocupación que comienzo a sentir por presenciar el crecimiento de la reacción en espacios donde antes no estaban. Por dar un ejemplo, en El Valle, hasta hace unos meses, los cacerolazos de la derecha, si acaso llegaban a unos 2 apartamentos por edificio. Últimamente, he podido notar un incremento muy importante de los mismos, así como también que estos se han atrevido a bajar a las calles de zonas populares y tocar cacerolas.

Hoy observé que mientras ellos bajaban y hacían alcabalas en la Intercomunal de El Valle a las 8 de la noche, nosotros, a las 10 de la noche, no nos atrevimos a bajar a la calle, salvo pocos casos. Cuando le preguntaba a los vecinos más chavistas de todos, porque no bajaban, se mostraban menos convencidos que antes y todos decían lo mismo: "... hacen (la oposición) lo que le da la gana y el gobierno no hace nada". Otros incluso dijeron "si tumban a Chávez, bien merecido lo tiene por permitir este desorden".

Ante estas críticas repetidas, el Gobierno responde que "eso es lo que ellos quieren" y "no podemos caer en provocación". Lo que parece no entender el Gobierno es que cuando atacan a Chávez, este se defiende con una cadena o con declaraciones de prensa, pero cuando agreden a humildes pobladores de las barriadas Venezolanas, no les dan derechos a réplica, y este ejercicio de tolerancia, por demás innecesario, comienza a llegar a niveles de "ruptura".

A pesar del triunfalismo que se transpira en nuestras concentraciones, en lo particular estoy bastante inquieto ante un posible referendum. Si, tal vez seguimos siendo mayoría, pero esa minoría está en un estado de profunda irracionalidad. ¿Que haremos con ellos, matarlos?. ¡Por supuesto que no!, pero tampoco creo que estos ciudadanos irracionales van a reflexionar con llamados a la paz y a la concordia, o con aumento de sueldo para la clase media, o con un mejor Gobierno, y muchísimo menos negociando con ellos, mientras estén bajo los efectos del discurso reaccionario de todos los medios de comunicación. ¿Porque coño tenemos que respetar su derecho a mentir como si fuera un derecho humano?. ¿Porque se amenaza sino se va a cumplir?.

Jamás habrá paz mientras los medios de comunicación sigan con esa línea, y los medios de comunicación no cambiarán la línea hasta que salga Chávez y se aborte este proceso, entonces, ¿Que coño negociamos con los medios si no descansarán hasta que estemos muertos?.

Dos familiares han tenido graves enfermedades producto del estrés producido en el último año. Muchos conocidos, especialmente mayores de 50 años, están sufriendo enfermedades nerviosas o cardiovasculares como resultado del estres. Y estas cifras nada estadísticas seguro se repiten en miles de hogares del país. Estamos llegando a un punto donde el desánimo por un lado, y la ingobernabilidad por el otro, se apoderan de los venezolanos perdiendo el espíritu de cuerpo necesario para profundizar el proceso.

Quizás suene redundante, pero esta situación es mucho más grave de lo que podemos comprender y es la única razón que nos lleva a una confrontación indescriptible.

CONATEL debe cerrar a Globovisión por 72 horas por las tantas mentiras comprobadas que han dicho y que han sido investigado. En ese momento los accionistas le preguntaran a Ravell, "¿y ahora que hacemos con esos 3000 millones que perdimos?". Inmediatamente los otros canales comenzarán a centrarse. De no ser así, se continua el procedimiento con otros medios. Eso es lo que hace un Estado en cualquier país democrático del mundo.

Cuando cierren la autopista, no vasta con lanzarles bombas lacrimógenas y perdigones (como históricamente ellos nos lanzaron a nosotros), sino también hay que detenerlos y llevarlos a las comisarías donde llevaban a los estudiantes cuando nos detenían por 48 horas. Así veremos que cuando se detengan a los primeros irracionales y conozcan las cárceles de los pobres, dejarán de sentirse tan envalentonados. Si no gobernamos nos tumban, y si nos tumban nos van a matar.

Que no nos pase lo mismo que a los Sandinistas, que después de conquistar el Estado, lo pierde en unas elecciones por subestimar al enemigo y por falta de represión, que en definitiva es el papel de control que debe ejercer el Estado.