Esta situación no sea aleja mucho de la realidad en Venezuela, donde el racismo y el clasismo estan presentes día a día, en estos momentos tenemos una situación muy parecida con la única diferencia que no son ganadores de la lotería millonaria si no damnificados.
Pero dejemos que Pedro en tercera persona nos cuente su historia:
Pedro Perez, se levanto muy temprano ese Domingo, aun resonaba en su cabeza chamuscada los tragos de cocuy y ron que había ingerido el sábado al salir de su trabajo donde se desempeñaba como “Guachimán”, lo único que pensaba era en el sorteo de Ese día Domingo donde estaba reflejada su esperanza de cambio radical, había tenido un sueño dias atrás que lo alerto de comprar un boleto del popular juego millonario, compro unas cervecitas, para el ratón, y se dispuso ver el sorteo, cada bolita que caía en el tubo, lo ponía en estado de animación suspendida, el resultado final lo dejo atónito, había ganado un billón de Bolívares, ahora si podria cumplir el sueño de mudarse, de casarse y de tener varios hijos a los cuales daría la educación Esperada, su “Catira” se sentiría orgullosa al conocer la noticia, así fue como Pedro Perez el ex guachimán, se propuso comprar una quinta de lujo en un sector de ricos de la gran ciudad, primero alquilo un apartamento cerca de la zona, compro carro ultimo modelo, buena ropa y contrajo nupcias, el barrio había quedado atrás, a los meses salió la oferta de una casota a todo dar, y Pedro se decidió a comprarla. Los Vecinos al ver su Cabeza Chamuscada, y la forma como masticaba el chicle la catira, exclamaron para sus adentros, “otro marginal mas que se gano un premio”, Pedro no los tomaba en cuenta, total era multimillonario, y el dinero en una sociedad capitalista es lo que cuenta, contrató a dos excompañeros de trabajo para su seguridad en el hogar y para su esposa e hijos, realizo innumerables fiestas, pero aun así, siempre fue visto de reojo por su vecinos, estudio idiomas, La catira saco su bachillerato y se inscribió en la Simón Bolívar, sus niños eran excelentes estudiantes, pero siempre se sentían ofendidos por los comentarios de su amigos, al decir de ellos”Nuevos Ricos”. Pedro fue Feliz, después se enteraron sus vecinos que vendió su casa, y se mudo a otro sector de mucho mas estilo, ya que Pedro resulto ser un gran empresario, invirtiendo en Venezuela y mercadeando bien su empresa. He aquí una sátira de cómo la Oligarquia rancia de Venezuela tiene desde hace siglos ese desprecio contra un sector de la. Población, y es que acaso, ellos, industriales y banqueros antepasados o no, llegaron a Venezuela, con una mano atrás y otra adelante, de hecho existen fortunas malas habidas, que ocultan tenebrosos caminos de corrupción.
Cuando observamos el revuelo que causo la medida de expropiación de algunos edificios residenciales para los damnificados, en donde ese sector clasista utiliza términos, como “Parias”, para definir a nuestros compatriotas pobres, solo queda pensar que definitivamente la Lucha de Clases esta vigente aun, y que nuestra Revolución Bolivariana llevara de la mano a la victoria siempre a esa gran masa de dignificados.
Pedro J Patiño H (gesamb@cantv.net)