De las miserias humanas

A algunos pudiera parecer exagerado el título de este artículo, pero al abrir algunos periódicos, sintonizar algunas señales informativa o de opinión y al observar a nuestro alrededor encontramos expresiones que con una pasmosa negatividad evalúan cualquier logro o acción esperanzadora relacionada a la gestión del gobierno nacional. Tristemente, los ejemplos sobran, pero de entre ellos me referiré a las devastaciones que en los últimos meses han generado las lluvias en nuestro país. Esta contingencia ha llevado a que el Estado asuma su compromiso de construir urgentemente nuevas viviendas para los afectados y más allá, para quienes necesiten residencia propia y no estén en posibilidad de adquirirla en las condiciones del mercado.

Inmediatamente algunos personajes de la oposición política han declarado que es imposible lograr este objetivo, con la obvia intención de erosionar la credibilidad del gobierno nacional y sin importarles el desasosiego y el dolor que pudieran generar a miles de familias esperanzadas con el logro de la meta y el mejoramiento de su calidad de vida.

Claro, para quienes este dolor resulta ajeno es fácil emitir opiniones burlescas como que las familias damnificadas tendrán que mudarse a maquetas o que el comprobante de registro de la Gran Misión Vivienda Venezuela es la verdadera estafa inmobiliaria, tras lo cual pretenden esconder sus históricas trampas y distorsionar los grandes esfuerzos del Estado por responder a los compatriotas afectados. De igual manera, el crecimiento de la economía venezolana durante el primer trimestre de 2011 y la expectativa de que éste se acelere aún más en los próximos meses por el despliegue masivo del sector construcción, es considerado por algunos como una mala noticia o hasta una farsa gubernamental, como esta semana muy irresponsablemente señaló Consecomercio. En resumen, mientras el Estado intente revertir el histórico despojo al que fueron sometidas las clases populares, será un mal Estado; si hay buenas noticias, debe haber un error.

Lo ratifico: ¡cuánta falta hace una oposición seria y propositiva que trabaje por el país y no por sus mezquinos intereses! Quienes creyendo confrontar al gobierno nacional son capaces de apostar al fracaso de su patria, sólo dejan ver su profunda miseria humana. Por eso seguirán siendo minoría.

oliver.reina@gmail.com


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Oliver Reina

Gerundiando: Haciendo, revolucionando, sintiendo, leyendo, escribiendo, escuchando, acompañando, conversando, CREANDO. Ah, y pichón de y que fotógrafo

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