El expansionismo del gobierno de EEUU no solo ha llevado la guerra al Medio Oriente, Afganistán y África, ahora apunta sus baterías políticas, de espionaje y de acciones desestabilizadoras a los países latinoamericanos, bajo el falso argumento de combatir los modelos de corte socialista o populista (según la caracterización del Departamento de Estado o la CIA), intenta revertir el fracaso del ALCA en sus políticas neoliberales y el rechazo de la mayoría de los países del Continente al Fondo Monetario Internacional (FMI), que les dejara graves secuelas en la ultimas décadas del Siglo XX. Los nuevos mensajes del presidente Obama y de su canciller Clinton, hablan de su profundo interés en retomar las relaciones con América Latina, caracterizando las mismas como estratégicas para sus mercados, pero dejando entrever entre líneas las mismas reglas de juego: el proteccionismo, los acuerdos de aranceles, así como las instancias de los países industrializados, donde quedan frenados muchos acuerdos de comercio bilateral, y la necesidad de acceder a los recursos naturales latinoamericanos.
Hoy las sanciones a la petrolera estadal venezolana PDVSA son parte de ese juego de intentar frenar el desarrollo de esta nación a través del ataque a sus políticas nacionales y a su principal fuente de ingresos A diferencia de los gobiernos de la cuarta república, el gobierno bolivariano utiliza parte de las ganancias y los excedentes que se generan de las alzas petroleras (debidas a la inestabilidad del mercado producida por los focos de guerra de EEUU y sus aliados) en inversión social, con planes de alimentación, salud, vivienda, educación, trabajo, a través del mecanismo denominado Misiones. Igualmente se proporciona ayuda a otros países como Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, entre otros que integran el ALBA. Los cubanos sufren un embargo criminal, otros países las presiones de las trasnacionales y la derecha de sus oposiciones, que no conciben un modelo de sociedad progresista. Muchos de estos opositores internos apuestan hasta a una agresión de EEUU, para recuperar sus ganancias y prebendas en un estado burgués, donde la ganancia y la riqueza se ubican sólo en pequeños sectores de la sociedad.
La sanción a PDVSA es ilegal y va contra los acuerdos comerciales de la ONU
En recientes declaraciones el ministro de Energía y Petróleo y presidente de la industria petrolera, Rafael Ramírez, afirmo que la sanción que el gobierno de Estados Unidos (EEUU) impuso a la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) no está respaldada por ninguna norma jurídica, lo que convierte a esta medida en ilegal. En el artículo 303 de la Carta Magna venezolana se establece que el Estado se reserva la actividad petrolera y crea a PDVSA como una empresa de rango constitucional, lo que le permite gozar de inmunidad jurisdiccional y le impide ser sancionada por empresas extranjeras.
Sobre la repercusión de las sanciones el ministro Ramírez destacó “que Venezuela ha establecido un esquema de desarrollo con múltiples soportes internacionales para no depender de la compra del crudo por parte de Estados Unidos. Nosotros hemos trabajado para que el imperialismo no nos haga daño, para no depender de ellos, mientras el Departamento de Estado estadounidense trata de minimizar la sanción para escabullir su responsabilidad, en cuanto a posibilidad de la caída de los ingresos económicos por concepto del petróleo”. Por último Ramírez cuestionó que la Casa Blanca se oponga a la venta de crudo a China, Japón e India, así como a naciones de Europa y especialmente del Caribe, región que sólo consume 11 mil barriles de petróleo diarios, cuando Washington usa 20 millones de barriles”.
En ese marco de condenar la decisión de sanciones de EEUU la Asamblea Nacional aprobó este martes, con 94 votos nominales, el proyecto de Acuerdo en rechazo al anuncio de sanciones extraterritoriales por parte del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) en contra de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Aseverando en este documento que la sed de petróleo del imperio es la que orienta estas sanciones en contra del país, coincidieron allí los parlamentarios y las parlamentarias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En el marco de la defensa de la independencia y la autonomía de Venezuela en política petrolera, una concentración de manifestantes abarrotó la céntrica plaza O’Leary de Caracas, con la consigna coreada “le decimos al imperialismo que no le tenemos miedo, que aquí están los hijos de Simón Bolívar”, en un acto soberano del pueblo venezolano.
El gobierno de Ecuador se solidariza con Venezuela
El gobierno de Ecuador condenó este miércoles las sanciones impuestas por Estados Unidos a la petrolera estatal venezolana PDVSA por sus relaciones comerciales con Irán, y señaló que la medida viola el derecho a tener vínculos económicos con todos los países del mundo. En un documento emitido por la Cancilleria de esa nación el cual “expresa su condena a esta medida por las repercusiones negativas que esta decisión unilateral pudiera tener sobre el comercio, las inversiones y sobre el desarrollo económico y social de las naciones afectadas, de manera particular” con Venezuela.
El documento recalca que “es una acción contraria al derecho soberano de los países de mantener relaciones comerciales con todos los países del mundo”. Además, “se estarían violentando principios fundamentales del Derecho Internacional recogidos en la Carta de Naciones Unidas, particularmente en el Artículo I del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales”.
La oposición se confronta ante el ser o no ser shakespeariano
Los debates recientes en la AN sobre el tema de PDVSA, mostraron varias fisuras entre los diputados de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), algunos criticaron las sanciones de EEUU, sin llegar a comprometer su voto, otros se retiraron del hemiciclo legislativo, varios criticaron la políticas de PDVSA, hasta criticaron a varios políticos de su propia tolda, por condenar la acción del gobierno estadounidense, como el Gobernador del Estado Miranda Capriles Radonski al que tildaron de traidor en mensajes por twitter y Facebook. Pero pese a esos matices, los representantes de la oposición persisten en su postura de aprobar leyes o normativas en las comisiones legislativas, para luego atacarlas y desentenderse de su propio voto, elaborando un discurso populachero, buscando obviar su propia ineficacia como bloque de oposición.
Para la oposición venezolana ninguna de las políticas del gobierno ha logrado nada positivo en la sociedad o en la economía. Se han vendado los ojos para no ver logros y alcances sociales, porque en sus viejas políticas la parte social solo ocupaba menos del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación. Además ni podrían soñar que parte de las ganancias de PDVSA se redirigieran a misiones sociales, ya que en la época anterior al proceso bolivariano esas ganancias iban a los empresarios y a los funcionarios de cuello blanco de esa Industria. Se olvidan que ya existían planes de privatizarla, y de las prebendas de costos irrisorios que pagaban las trasnacionales para explotar los pozos petroleros. Nada de eso molestaba a los ricos y empresarios de la Oligarquía, muchos de cuyos capitales fueron amasados en un estado parasitario.
Por eso les duele la posibilidad de una industria petrolera al servicio de la nación y de la sociedad venezolana.
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