Negros sí, afrodescendientes no

Recientemente se realizó en el país un encuentro sobre afrodescendencia, con más asistencia extranjera que nacional, ya que los supuestos interesados parecen no sentirse muy estimulados con este tipo de actos y discusiones, que lamentablemente conspiran, sépanlo o no sus impulsores, contra la venezolanidad, la unidad nacional y el verdadero papel que han tenido los negros en la construcción de nuestro país. Esta importante influencia no tiene nada que ver con África y sí con el tesón y resistencia de los negros americanos a la esclavitud y el desarraigo, causados precisamente por la traición de sus jefes tribales africanos y su venta a los traficantes europeos de esclavos.

Su lucha y rebeldía ante la sumisión, su papel protagónico en las gestas de liberación y construcción de Venezuela y su contribución histórica y cultural en todas nuestras naciones, no es hereditaria de sus ancestros genéticos como erradamente se pretende presentar, sino producto de sus vivencias y prácticas sociales en este continente, al lado de todos aquéllos que lucharon y terminaron por romper las cadenas coloniales que nos sujetaron durante siglos. Esta conducta libertaria está muy lejos de venirles genéticamente, pues sus ancestros africanos no se caracterizaron precisamente por ejercerla, sino todo lo contrario: Persiguieron, apresaron y vendieron a sus hermanos de sangre.

No es ésa la descendencia, por lo tanto, a ser reivindicada y menos en estos momentos, sino la socialmente producida en América, al calor de la resistencia y de las luchas independentistas y de creación de la nación venezolana. Lo contrario, desconocerlo, es despojar a la cultura negra de su gigantesco valor histórico y cultural, de sus reales orígenes venezolanos, que no africanos; es enterrar a la negra Matea, a Negro Primero, a José Leonardo Chirino, al Negro Miguel, a Andresote, a los negros venezolanos que lucharon en Margarita, Cumaná, Falcón y otros sitios. Venezuela es producto de la acción de ellos junto a muchos otros, así como todos son a su vez productos venezolanos.

Nuestros problemas sociales y económicos, la miseria que afecta aún a buena parte de los venezolanos, las crisis de distinto tipo que nos afligen cíclicamente, las contradicciones y la violencia de nuestras sociedades, no son derivadas de problemas étnicos o raciales. Es absurdo asumir una posición de dividir a nuestra nación en grupos según el fenotipo que presenten los individuos o la ascendencia genética que tengan. Es una perspectiva también racista, contraria a nuestra idiosincrasia. Es un razonamiento similar al de la Alemania hitleriana y a los que han llevado a crear países sobre bases étnicas, generando problemas gravísimos que aparecerán también en Venezuela de no rectificarse rápidamente.  

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Luis Fuenmayor Toro

Médico-Cirujano, Ph. D., Ex-rector y Profesor Titular de la UCV, Investigador en Neuroquímica, Neurofisiología, Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología. Luchador político.

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