II
Recién salido de Yare i en gira por toda Venezuela, conocí al comandante Chávez, caminante a lo Herman Hesse (quien exclama “¡Qué hermoso es cruzar fronteras!” i yo agrego, sobre todo si son fronteras mentales) por las rutas de su patria, borrando fronteras estatales i diferencia sociales de origen colonial i mentes absurdas, cuando solamente lo acompañaba Jorge Durán Centeno i su chofer. Almorzamos i conversamos en sobremesa, en un pequeño restaurante llamado “La Matera” i discutimos sus diferencias ya conocidas con su compañero del 4 de febrero, Francisco Arias Cárdenas. Logramos que se entrevistaran; preparé el terreno con una carta político-filosófica al entonces gobernador del Estado, i días después –con mis compañeros de grupo− que eran, apenas tres más, entre ellos el colega Humberto Bracho, el poeta i escritor Martínez Acuña, i un medio colado ex-adeco de apellido García Díaz que, luego, afortunadamente se alejó del grupo (guardo fotos de ese almuerzo), pero cuando almorzamos todos juntos en la Residencia del Gobernador, había desaparecido este personaje, luego opositor; i en cambio se había sumado Américo Negrette, quien luego desertó del movimiento (después que escribía maravillas de Chávez, diciendo que era un héroe i que amaba al pueblo) i hasta de una amistad conmigo de casi medio siglo, “porque Chávez era amigo de Fidel”; por lo tanto “comunista”, aunque él no sabía absolutamente nada de comunismo, a no ser un “macarttismo cancerígeno” que le afectaba en su estatura ciudadana.
Posteriormente tuve otros encuentros con Chávez i uno de los mejores fue, cuando en un Foro en la Facultad de Humanidades, sobre “Filosofía i Política Latinoamericana” debíamos participar cinco profesores (tres profesoras i Ángel Lombardi i yo) al cual asistieron solamente dos damas i quien escribe, pues el Prof. Lombardi andaba en costoso viaje por cuenta de la Universidad, por Europa. Cuando terminaba mi ponencia (porque cedí los primeros lugares a las profesoras) i me refería −fuera de la ponencia−a la indolencia antipatriótica i científica del Canciller Burelli Rivas, respecto al científico Humberto Fernández Morán, ya en trance de muerte, llegó Hugo Chávez con un liquiliqui color verde militar i lo invitamos a subir al estrado i sugerirle si quería participar en el tema del Foro. Aceptó, se situó en el estrado i habló sobre lo que habíamos tratado (sin haber escuchado nada i sin un papel en mano) creo que mejor de lo que nosotros habíamos expuesto. Un conocedor del tema, como si lo hubiese preparado igual que los tres participantes; luego bajamos, nos sentamos juntos en primera fila i durante un espectáculo musical, conversamos lo suficiente i me enteré de los estudios que tenía, entre ellos filosofía política i lo mucho que leía. A la salida, me dio otra muestra. Un estudiante, creo que adeco o copeyano, le increpó que ¿Por qué usaba uniforme militar si estaba en retiro? Lejos de ofenderse le respondió con serenidad: ─Esto no es uniforme militar, aunque yo sigo siendo militar; es mi profesión. Igual que el doctor: ya no ejerce, pero sigue siendo médico; es su profesión…i siguió impasible.
Luego, en tiempos de pre-constituyente i luego como Constituyente, seguí tratando i conociendo al hoi Presidente Hugo Chávez Frías, escuchándolo, viéndolo desenvolverse el torbellino maligno de “la politiquería” sucia de la oposición, i sobre todo escuchándolo, percibo sus notables progresos, así como me entero de las fallas que todavía puede tener. Fui profesor de Filosofía del Lenguaje durante más de 20 años i conozco bien los dos tópicos o palabras claves del habla: el SENTIDO i el SIGNIFICADO, por lo que puedo captar mejor que muchos, no solamente el valor del lenguaje objeto o lenguaje de primer orden, sino los rasgos lógicos del lenguaje, lo cual lleva al conocimiento verdadero de lo expresado i a la coherencia o estructura lógica del mismo que, no es lo que un audaz periodista del Zulia (disparatero como él solo), llama “metalenguaje” para impresionar con la palabra. Para muchos sería un purgante, el leer LA ESTRUCTURA AUSENTE de Humberto Eco.
Sin embargo, su madurez política (que viene desde hace más tiempo), su madurez de dirigente i líder i, finalmente, su madurez intelectual, visible en el sentido i el significado de su discurso, merece comentarse, al mismo tiempo que ser el estancamiento de esas mismas cualidades o características en personeros de la oposición (entre ellas, mi colega Dianela Parra i la parlamentaria Liliana Hernádez), Blayde, Fermín, Ramos, Teodoro, Croes, Borjes, Pompeyo, etc. o periodistas estancados como la Poleo, Marta Colomina, la Pacheco, la Maqui Polvo, la Nitu Amargura, o, verdaderos gaznápiros estancados también, como el Mingo, Kiko, Giusti, Massó, Rondón, “Aló” Castillo, “Miguelito Granier”, Fernándes con /ese/ quienes fuera de la mentira, el insulto, la burla o la repetición de lo que se les ordena decir “desde arriba”, no paren una idea; una sola idea, a menos que se les haga una “cesárea” cerebral.
Cuando después de 4 de febrero, donde tuvo la sensatez, eticidad e inteligencia para rendirse dignamente, reconociendo con valentía i serenidad, su responsabilidad (no como el triste espectáculo de los cabecillas del Golpe de Estado del 2002 negando cobardemente los hechos). Hugo Chávez me demostró ser una persona especial i nunca creí aquello de ser “el líder carismático” del alzamiento i que, Arias Cárdenas era el “cerebro”, el pensador del grupo insurrecto. El tiempo ha demostrado que no era así i aunque reconocí en Arias, sus cualidades de hombre decente, religioso i comedido, no es ni la sombra del vigor material e intelectual del presidente Chávez i créanme que sentí el distanciamiento de ambos, por culpa indudable de Arias, quien acata demasiado a su consorte, que tenía un hermano en la cumbre de alzamiento, contra el gobierno más requetelegítimo de nuestra historia, i esa influencia negativa i constante desvía los más bellos propósitos. Eso lo escribí en detalle, en cuatro artículos que publiqué hace años, en el diario LA VERDAD. Para entonces comencé un ensayo titulado, “Chávez, en la ruta de los libertadores” el cual no he concluido por falta de suficiente tiempo, pero espero terminar para publicarlo junto con todo lo que he venido escribiendo, desde que este cambio revolucionario se inició para una Venezuela grande en el futuro.
Si los grandes “cacaos” no sólo de la política, sino de la cultura de la llamada IV República, nos muestran que personajes como Brewer Carías i Cecilia Sosa, son capaces de escribir, colaborar o asesorar, un mamarracho de documento antidemocrático i estúpido, como el leído por Pedro “El Breve” Carmona Estanga en su ridícula autoproclamación, o lo que leía con gestos i voz de Goebbels, el escuálido Daniel Romero con mirada de rayo láser, i después desde el suelo, con mirada de perro con garrapatas, son muestras de intelectuales, de inteligentes, de ciudadanos de una “cosa” llamada “sociedad civil” i ya no encuentran qué defectos adjudicarle al Presidente de la República, la naturaleza los traiciona. Se exhiben como simples universitarios mui fallos, mui poco cultos i mui poco religiosos, ya que una manera de mostrar ser hombres i mujeres de bien, es fingir bondad religiosa i supuesta caridad cristiana. Precisamente por eso muchos son ejemplos de la definición de José Ingenieros: el hombre mediocre es “solemne, modesto, indeciso y obtuso”, cualidades entre las cuales, la que mejor le viene en lo de solemne, “la pompa grandílocua de las exterioridades”, para esconder su íntima oquedad, i la que menos, la modestia, aunque eso puede interpretarse como aquello de hablar a media voz…sobre todo, cuando conspiran. Veremos entonces, que lejos están estas mediocridades opositores, de un hombre que cada día crece en estatura política, social, de conocimientos i de inclinación humanitaria. Lo vemos en la admiración que despierta en todos los países, no sólo de América, sino del mundo i esa proyección humana, histórica e intelectual, no se compra con dólares como hace el terrorista del Norte, sino cuando las ideas se universalizan i se engalanan de verdad; por ello el verdadero talento es el talento moral i eso conquista a todos los pueblos del mundo, no con la guerra i el terrorismo. I dijo el mismo médico filósofo argentino: DE SIERVOS ES MENTIR, DE SABIOS DECIR LA VERDAD. Por eso Chávez, es un líder de América en ascenso que empieza a tener dimensión ecuménica, i la Espada de Bolívar i su Pensamiento, que se adelantó dos siglos, no solamente recorre la América Latina, sino que su brillo empieza a ser mundial.
(Continuará)