El socialismo significa
la conversión de la política en administración y la sustitución
del gobierno de los pulperos burgueses por el gobierno del pueblo. El
socialismo significa, entre otras cosas, el hacer de la administración
pública lo que es la de toda casa comercial, una función técnica,
eficiente, servida por técnicos preparados para tal servicio.
La clase media burguesa
ha cultivado la inteligencia y el egoísmo a la vez, se ha encastillado
en un individualismo antisocial y feroz cerrado al hondo sentimiento
de la solidaridad humana. La clase media ha cultivado el resentimiento,
la división y el odio entre las clases y un verdadero anarquismo en
la producción; de la clase media ha brotado aquel enorme sofisma de
que del juego de los intereses individuales brota el progreso sin más
ayuda ni acción.
Vemos tal vanidad en
la clase media, donde se ridiculiza el desdén mal recubierto de ignorancia
que el casticismo burgués criollo profesa al pueblo, un mentido sentimiento
caritativo, un cristianismo hipócrita, un alarde de compasión sin
otro móvil que la publicidad de la dadiva.
Todos tenemos derecho
a la vida, pero el pobre ha sido despojado de este derecho cuando sólo
vive a merced de lo que el rico quiera darle. El capitalista guarda
mil y da uno, y este casi siempre por cálculo, puesto, que no es dinero
perdido, sino que le sirve para la conservación de la materia explotable.
Por eso en la religión burguesa hay una máxima que dice que de la
limosna que se da al pobre, dios devuelve mil por uno.
El socialismo
significa la socialización de los medios de producción, la supresión
de productos de lujo, la organización verdadera del trabajo, todo esto,
que es en el fondo la razón de ser del socialismo, traerá consigo
una transformación al medio social del pueblo, para acomodarse al cual
serán precisas las virtudes morales que brotan del espíritu de solidaridad
y que van formándose al calor de la unión de la desgracia, en el espíritu
del proletariado y del salario.
El socialismo cumple,
por ello mismo, una función liberadora en este terreno, ya que, por
una parte, tiende a un aprovechamiento racional del poder tecnológico
y, por otra, a una extensión de la cultura desligándola de sus adherencias
y su contenido clasista.
¡Cuántas cosas se
le ocurrirán al observador que ahonda en las humanas acciones ante
el espectáculo de tanta mentira, tanta pasión innoble como la burguesía
venezolana encierra!
¡Gringos Go Home!
¡Libertad para Gerardo! ¡Libertad para los cinco héroes de la Humanidad!
Hasta la Victoria Siempre. Patria Socialista o Muerte ¡Venceremos!
manuel.taibo@interlink.net.ve