Necesariamente, hay que aclarar los diferentes fenómenos que se integran para hacer posible la construcción de una sociedad socialista en Venezuela, o aquellos que se conviertan en obstáculos para evitar el objetivo estratégico que es alcanzar el Socialismo.
Nuestra América se ha desplazado entre las aguas del dominio extranjero y las luchas nacionalistas y por la soberanía. Esta condición histórica está presente desde el período colonial y como condición heredada surge el neocolonialismo implantado bajo diferentes tácticas y métodos de sometimiento. Los términos socioeconómicos que se han endilgado a los países de la América del Sur, diferenciándola de América del Norte, son comúnmente conocidos como “tercer mundistas”, “subdesarrollados”, “atrasados”, sin perfilar en el lenguaje calificador, un acento en la causa que produce el denominado subdesarrollo.
La constante en el discurso actual para orientar el significado de la lucha por la transformación de la nación es lograr la independencia de Venezuela. ¿Por qué? ¿Acaso ser independiente tiene una relación con el cambio en las estructuras sociales y el desarrollo? Por supuesto, hoy por hoy los territorios con gran avance tecnológico y productivo, mantienen un perfil independiente con respecto a otros países, establecen sus políticas y son autónomos en decidir con quién relacionarse internacionalmente, qué convenios firmar en los diferentes campos de la dinámica económica, política, militar, tecnológica y cultural.
Hacer realidad el cometido liberador e independentista, significa desprenderse de las ataduras impuestas por las grandes potencias del planeta, rompiendo los esquemas de funcionamiento en la sociedad y estructurando una nueva economía que permita el alcance de la producción alimentaria e industrial para eliminar la dependencia de las importaciones que generan inflación y producen esclavitud financiera.
El espíritu nacionalista del venezolano fue prácticamente destruido por las intervenciones extranjeras para el manejo de nuestra producción petrolera desde comienzos del siglo XX. Junto con ello se desarrolla una gran manipulación cultural y psicológica para sembrar sentimientos de inferioridad frente a los europeos y estadounidenses. Por ello, para dar el salto al Socialismo, se necesita fortalecer nuestra identidad nacional, el apego a la patria venezolana y levantar la estima de todos y cada uno de los que habitamos esta tierra. Construir el Socialismo tiene una implicación independentista ya que el imperialismo es una fase superior del capitalismo y de dominio y atraso para nuestros pueblos. De allí la guerra de cuarta generación protagonizada por los medios de comunicación que defendiendo los altos intereses de los dueños del gran capital, descalifican el proceso político en Venezuela que se convirtió en punto de referencia para la lucha mundial de liberación en varios continentes donde existe un modelo económico dependiente, que no permite el desarrollo. Hoy más que nunca ser nacionalista en América Latina significa, estar al lado de las propuestas de sociedades igualitarias y de producción para el desarrollo interno, enfrentando la dominación imperialista.
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