Este artículo, se corresponde con el anterior, publicado el día sábado 10 de septiembre de 2011. Considero importante hacer algunas precisiones para tratar de contribuir con un debate tan complejo y polémico en el campo político e ideológico. La afirmación que hice sobre el nacionalismo y su vínculo estrecho con el Socialismo, tiene sus variantes en cuanto al esquema y estructura de la sociedad donde se desarrolla.
Se erigieron naciones soberanas ubicadas dentro de las más profundas raíces del capitalismo. El mismo territorio de los Estados Unidos y su gobierno es Nacionalista, pero se estableció en el planeta como el baluarte del sistema económico capitalista. El desarrollo de esta nación es un modelo económico de insaciable consumo de energía y riquezas que obtiene con el sometimiento y saqueo a otros territorios y esto se conoce como imperialismo. Lo que quiere decir que no todo país con políticas nacionalistas tiende al socialismo, pero todo país Socialista es y debe ser necesariamente Nacionalista.
El Socialismo no se construye sin soberanía Nacional, sobre todo, cuando existe una potencia mundial que ejerce gran influencia y dominio en un país o países determinados. El concepto de soberanía ya se manejaba en la época de las monarquías como una forma de autoritarismo y absolutismo que controlaba todos los hilos del poder.
“La soberanía es la existencia del autoritarismo del Estado” (Tomas Hobbes, 1561). “Soberanía Nacional es el poder absoluto y perpetuo de una República” (Jean Bodin, 1576). “El bien del estado constituye la Gloria del Rey” (Luis XIV, siglo XVII). “La soberanía se basa en la voluntad general, el soberano es el pueblo” (Jean Rousseau, 1762). “La soberanía reside en el pueblo” (Constitución francesa, 1793). En estas breves opiniones, se puede evidenciar la gran diferencia en los conceptos de ser soberano. De acuerdo al contexto histórico y a las ideas del manejo del poder.
En principio, la soberanía de un país tiene mucho que ver con el derecho internacional a la libertad de un estado para ejercer sus poderes. Pero la diferencia la hace la participación del pueblo en las decisiones nacionales. Así como de Rousseau nace el concepto de soberanía como colectividad o pueblo, otros afirman que es una prerrogativa del Estado, aislado de las mayorías populares. Esa es la raíz de ese debate tan polémico. Lo que si debe estar claro es que la soberanía Nacional y la Soberanía popular son dos caras de una misma moneda, no pueden existir separadas en un sistema de igualdad y justicia como la Sociedad Socialista.
El planteamiento nacionalista de los nazis dirigidos por Adolfo Hitler, estuvo centrado en el odio, el antisemitismo y la lucha contra el comunismo. Se desarrolla en Alemania luego de la primera guerra mundial una cruel persecución a judíos y comunistas, con la idea fascista de una raza aria que ellos consideraban superior. El nacionalismo manejado por Hitler y sus partidarios estaba sujeto a un concepto chauvinista, patriotero que está muy lejos del gran ideario socialista, revolucionario y bolivariano de la revolución que está en plena marcha aquí en Venezuela.
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