Los columnistas de los principales diarios españoles no sólo mienten constantemente sobre Cuba, sino que las direcciones de los periódicos niegan el derecho a rectificar esa falsa información a quienes intentan aportar la verdad. Dos cartas a los directores de El País y El Mundo han sido rechazadas a pesar de que no planteaban opiniones ni argumentos frente a dos artículos de opinión, sólo querían refutar las falsas informaciones que se aportaban en los dos artículos. Ambas han llegado a rebelión.org.
Una de las cartas respondía al artículo Antes de la Revolución, publicado en El País el 8 de marzo. Allí, el escritor chileno Jorge Edwards afirmaba: “Durante largos años, ser exiliado del castrismo, ser gusano, para recordar el ignominioso calificativo inventado por el propio Fidel ”. La carta enviada al director del periódico aclaraba que “esta sentencia de paternidad es totalmente falsa” y recordaba que el calificativo “gusano” fue creado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (CIA) en 1961.
La CIA escogió el término gusano como símbolo de la subversión. Imprimió miles de pequeños dibujos en forma de muñequitos (cómics) y los envió por correo hacia Cuba, al tiempo que la radio La Voz de Cuba Libre lo difundía. La CIA llamó gusanos a sus servidores en Cuba y los revolucionarios también comenzaron a decirles así.
Esta información, decía la carta nunca publicada por El País, puede ser encontrada en el libro De la octavilla a la sicotecnología, investigación de Emiliano Lima y Mercedes Cardoso publicada por Ediciones Verde Olivo, La Habana, Cuba, 2003. pp 128-129. Las imágenes de las octavillas impresas por la CIA pueden verse en http://www.lajiribilla.cu/gusano.html
De un modo parecido, en el diario El Mundo del 23 de marzo, la escritora cubana residente en Francia Zoé Valdés escribía en el texto de la Tribuna Libre bajo el titular El pedestal vacío de la estatua de Franco que “la pesca está prohibida para cualquier isleño”. La carta al director enviada al periódico desmentía esa afirmación recordando que “todos los que hemos ido a Cuba hemos visto a los cubanos de la calle pescando en el malecón de La Habana, nadie se lo impide”.
Afirmaba también Zoé Valdés que la leche destinada por la cartilla a los niños y ancianos es cara porque cuesta “un peso veinte centavos” y un jubilado gana “30 pesos al mes”. Añade Valdés que si la leche está cortada o agriada por el calor, “pues se quedó sin leche” y expresaba su duda de que en Cuba los ancianos pudieran llegar a los 65 años para disfrutar de la leche subvencionada . La carta a cuya publicación se negó El Mundo, desentrañaba la mentira: “la leche para esa población cuesta medio peso el litro que, al cambio, es un céntimo de euro y la pensión mínima en Cuba es de 70 pesos”. Sobre el caso de que la leche estuviese en mal estado, aclaraba que “no es verdad” que el cubano se quedase sin leche porque “se le repone ese mismo día o al siguiente”. Respecto a la remota posibilidad afirmada por la escritora de que los cubanos llegasen a los 65 años para disfrutar de la leche repartida por el gobierno, informaba que “la esperanza de vida es de 75 años para los hombres y 78 para las mujeres”.
Es evidente que la prensa española, presentándose como progresista o como independiente, además de mentir constantemente sobre Cuba niega sistemáticamente el derecho de rectificación establecido por la ley a los lectores y aludidos cuando éstos quieren ofrecer la verdad a los españoles. Algo peor que la censura ha caído sobre el panorama informativo español, la mentira.
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