Hoy comienza octubre y con él los 12 meses de cuenta regresiva para las elecciones presidenciales, con muchos y complejos retos por atender para blindar la base de apoyo que permita la continuidad de la Revolución Bolivariana. Un año colmado de desafíos en los que podemos incidir y otros en los que no. Dedicaremos este artículo a los primeros.
Está en juego nada menos que la confrontación de dos modelos antagónicos de ser y hacer, dos perspectivas de confrontar los desafíos sociales desde la cultura capitalista y la socialista, con el inmenso reto de demostrar las diferencias cualitativas a favor de esta última.
La lucha contra la inseguridad, la respuesta a las agudas necesidades de vivienda, la garantía de los servicios públicos, la derrota del burocratismo en las instituciones del Estado y la demostración en nuestra praxis de cómo se ha profundizado la conciencia liberadora, son apenas algunos de los retos que reclaman nuestros mejores esfuerzos, nuestra mayor dedicación y nuestro infinito amor. A su vez, estos retos deben demostrar cómo se ha incrementado nuestro nivel de conciencia respecto a reconocer y asimilar que los cambios sociales profundos y refundadores de la República son los más lentos pero también los más trascendentes y gratificantes, pilares de la democracia participativa y protagónica que reclama nuestra Constitución.
Lo que estará en juego en un año no será otro triunfo electoral, quien así lo crea sólo deja cuánto falta por profundizar el trabajo político y formativo, evidenciando –aún a tiempo de enmendar- áreas de importancia neurálgica en la que aún no se ha logrado vencer. Más allá de las 3R con y sin cuadrado, debemos profundizar en una sola R, la de una Revolución profunda, legítima y humanista, que cambie radicalmente el ordenamiento social y rompa con los incontables vicios de pasadas repúblicas que se mantienen en esta nueva que a diario intentamos construir.
La hora del mayor de los retos se acerca, es nuestro deber estar a la altura para responder con la mejor Patria que seguimos construyendo para esta y muy especialmente para las siguientes generaciones.
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