La Biblia del diablo: génesis

Satanás, al principio, subió a la Tierra. La Tierra era un órden total, la luz iluminaba los abismos y senderos, y el espíritu de Lucífer iba y venía bajo la superficie de las cloacas. Y dijo Satanás: "Hágase la oscuridad" Y la oscuridad se hizo. El Diablo consideró que la oscuridad era mala y la separó de la claridad. Empezaron entonces los apagones en Anzoátegui y Aragua y en toda otra parte del país, primero a la hora de ver televisión, a la hora de cocinar después, y ahora a cualquier hora del día o de la noche. Ese fue el primer día.

Y dijo Satanás: "Que existan los bancos en medio de la gente, para que la roben los banqueros". Y así sucedió. Lucífer hizo el "Banco Federal" venezolano y los hipotecarios norteamericanos, y separó a los tontos que no se comieron el cuento, de los que no tenían ni un pelo de tales y perdieron sus reales. Ese fue el segundo día y aún existen ahorristas del banco mencionado que no conocen donde están los fondos que exceden a la garantía de Fogade, porque nadie dice nada y a quienes toca decir, sí que se hacen los bobos, creyendo que lo son los demás.

Y dijo Lucífer: "Que las aguas debajo del Cielo se reúnan en un sólo lugar en las quebradas caraqueñas para que se produzcan inundaciones, y que no haya nadie que las limpie, drene o dé mantenimiento; y que por el contrario aparezca lo seco en las tuberías que surten a los barrios y urbanizaciones, y sobretodo a "Ciudad Betania III", en Ocumare del Tuy, según leí en un diario; en el litoral central venezolano y en "Fila de Mariches". Y así sucedió. Y vio el Diablo que esto era malo.

Y dijo Satanás: "Que haya vegetación sobre la Tierra para que produzca semilla de amapola y marihuana y comiencen los crímenes por drogadicción, y también árboles que den fruto para que especulen con ellos los supermercados, y también otros productos que le cuesten al pueblo su sangre y su sudor, hasta que ese pueblo se caliente y produzca otro "caracazo". Y el Diablo consideró que esto era malo y ese fue el tercer día.

Dijo Lucífer: "Que haya políticos en el firmamento que jodan de día y de noche". Entonces el Diablo hizo las dos grandes plastas que oscurecen el firmamento y llenan la Tierra de miserias: el Gobierno y la Oposición. También hizo a los jalabolas para que los acompañaran. Y Lucífer consideró que esto era malo y ese fue el cuarto día.

Y dijo Satanás: "¡Que rebosen de corruptos las instituciones públicas y de bandidos las privadas, y que ladrones y asesinos se apoderen de minas, glaciares, yacimientos y gobiernos, para beneficio de los Bush y de otros hijos de hetaira! Y Lucífer creó a los empresarios venezolanos de alimento, a los dueños de las clínicas, a los camioneros que especulan con la venta de agua en las barriadas y venden alcohol a los niños, a los gerentes del Metro, a los servidores públicos que ni siquiera le ven la cara a uno, a los privados también, a los mecánicos todos, y a los motorizados que no respetan las leyes, excepto a Francisco Chacón -si es que algunos las respetan- igual a quienes venden inmuebles y estafan a los compradores con sus pillerías de mal vivientes, y a quienes quieren acabar con las universidades autónomas, incluidos ministros. Y Lucífer consideró que esto era malo y los maldijo con estas palabras: "Sean fructíferos, multiplíquense, llenen los países de iniquidad y canalladas. Que los malvados se multipliquen sobre la Tierra y la sojuzguen. Y ese fue el quinto día.

Y dijo Satanás: "Hagamos los militares a nuestra imagen y semejanza" (me refiero a los malos militares, por si acaso, a los ladrones y aprovechados que se merecen aquel grito de "allí están, esos son, los que roban la Nación") para que siembren la Tierra de pánico y dolor". Entonces hizo a los "marines" y a otros cuerpos. "Que tengan dominio sobre los bienes y riquezas de todas las naciones; que inventen razones para invadir países, secuestrar presidentes, iniciar guerras sin que importen las víctimas; destruir civilizaciones; apoderarse de gobiernos por la fuerza ó no, y dar declaraciones imprudentes que pudieran conducir a una tragedia. El Diablo miró todo lo que había hecho y vio que era muy malo. Ese fue el sexto día.

Al llegar el séptimo día Satanás descansó porque había terminado la obra que había emprendido.

Fue entonces cuando Dios, que no había aparecido pero lo estaba cazando, creó a los Psicólogos y a los Profesores de la “UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA” para que yo pudiera denunciar esto. Y esta es la historia de la creación de la Tierra -versión satánica- que espero no sea cierta pero parece que sí lo fuese.

Desde el Jardín del Desdén, exiliado en mi propia tierra, saludo a mis coterráneos.

coguevara@yahoo.com


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César Guevara


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