Para muchos revolucionarios les parece graciosa y risible la
propuesta de una de las candidatas de la derecha. Un tal “capitalismo
popular” con el cual pretende vender como propio y vernáculo la
posibilidad de ponerse en algún forma fácil de obtener dinero,
explotando por supuesto a sus semejante mediante el capitalismo. Ese
es el mismito capitalismo de las trasnacionales que entraron en
crisis en todas partes del mundo desarrollado.
Es propio del entramado ideológico que nos envuelve en esta sociedad,
de hacer parecer una realidad que no existe. El ejemplo: cualquiera
puede desarrollar una empresa de explotación capitalista y con la
cual salir de la pobreza, así de fácil. También que cualquiera
corporación mundial tiene derechos humanos y por lo tanto es como
cualquier hijo de vecino.
Como la candidata conoce que el programa bandera del presidente como
era la escuela bolivariana está en la picota porque funcionarios de
tercera categoría en el ministerio del poder popular para la
educación lo convirtieron en un proyecto experimental y ahora con la
sexta convención colectiva lo rebajaron a un proyecto piloto de
investigación de un año por parte de solo algunos de los docentes con
maestría o doctorados recién adquiridos, entonces ella (la candidata)
se percata que el estado no tiene quien le enfrente en el mismo seno
del pueblo desde el punto de vista ideológico su novedosa propuesta de
capitalismo popular.
La cuestión acá, no es que en la escuela bolivariana se defienda una
posición política o electorera, si no desmenuzar el problema del
capitalismo mundial y local y nos planteemos la construcción de una
nueva sociedad más humanista, como dice Ali Primera “que sea humana
la humanidad” con ello bastaría.
Por otra parte, también se puede definir ( creemos algunos ) que
capitalismo popular se acomoda perfectamente con aquella propuesta de
Gonzalo Barrios, presidente en sus tiempos de acción democrática y
luego candidato de Rómulo Betancourt en contra de Luis Bertrán Prieto
Figueroa, " de que como en Venezuela no existen razones para que los
funcionarios públicos no roben del erario público , entonces todos
ellos lo hacen" , aun estando vestidos de rojo rojitos como ahora,
pueden tomar parte de esa propuesta de capitalismo popular.
La cuestión no es graciosa ni de reírse, lo del capitalismo popular
es una propuesta que deberíamos debatir en la escuela y en cualquier
escenario del barrio.
Por supuesto para conocer verdaderamente los argumentos ideológicos
y combatirla.
sinafumlara@gmail.com