Las perspectivas económicas para los trabajadores en el mundo son
pocas halagüeñas, la gran crisis del capitalismo a partir del año 2008
se prolonga y se acentúa con el enfrentamiento de las grandes
economías por sus hegemonías. Ya el mundo es pequeño. Se estremece los
circuitos hegemónicos mundiales y todos los países medianos o pequeños
deben buscar nuevas formas de relacionarse o perecerán. Estamos en
una guerra, solo falta las acciones militares directas y todos están
prestos a acometerlas. No es invento del gobierno de Venezuela que
la relación de cambio del bolívar con el dólar criminal la manipulan
desde Miami, en una criminal competencia por colapsar el gobierno y
derrocarlo. Voceros políticos de oposición y mediáticos lo declaran
abiertamente
Dentro de ese panorama mundial Venezuela es agobiada por una guerra
económica de forma brutal. Nada es casual. Una inflación galopante
que pulveriza cualquier asomo de ajuste salarial que haga el gobierno.
Cualquier porcentaje de 100 o 200 % que el gobierno realice para
esta fecha, los responsables de la guerra económica lo harán en mil o
dos mil por ciento y en vez de avanzar retrocederemos. Los que peor
sufrimos estos ataques son los trabajadores del sector público, muy a
pesar de los bonos no salariales del gobierno por el sistema patria.
Desde los trabajadores, sectores invocan los derechos salariales
contemplados en la constitución bolivariana exigiendo un ajuste en
función de los productos de la cesta alimentaria, lo cual es correcto,
pero chocamos con la realidad. El principal empleador es el estado,
además de los pensionados y jubilados. Entonces de donde el estado
sacara los recursos para realizarlo si las cuentas internacionales de
ingresos de recursos están bloqueadas. No lo dice el gobierno, lo
afirman, los mismos voceros en informaciones internacionales. Tomaron
como instrumento para atacarnos nuestra propia moneda.
Entonces la propuesta es sacar nuestra economía definitivamente del
sistema dólar y establecer los vínculos firmes con la nueva gran
economía emergente de China. A los asesores económicos de la
presidencia de Venezuela, les informamos que dejen de buscar a dios
por los rincones, con el imperio no hay posibilidades de dar marcha
atrás. Es contra la historia. Lo que debemos hacer es acelerar y
establecer una relación directa y comprometida con la economía china
para poder soltar definitiva las amarras de nuestra sumisión cambiaria
con EEUU. Es la única manera posible de acabar con los ataques
despiadados a nuestra economía.
Hay que ser demasiado ingenuos pretender negociar con los gringos
nuevas relaciones, porque ya el genio de la lámpara se salió de ella.
No es lo mismo invocar del diablo que verlo llegar. Nadie puede
declarase antimperialista y negociar con el imperio alguna ganancia.
Hay bastante ejemplo y dignidad en Cuba, Irán, Siria y otros. ¿Quién
le está disputando la supremacía al dueño del dólar? Aquí no hay para
donde correr, ya el agua tibia fue inventada. Es urgente para el
pueblo que se establezca un nuevo patrón monetario basado en el Petro
con su relación al precio del barril del petróleo, hacerlo firme y
ya.
Aprovechar el reseteo de los precios de los productos con
la dolarización que nos fue impuesta por la lógica necesaria de
protección de sus recursos con algún tipo de moneda y actuar en
consecuencia. Utilizar dos mecanismos poco ortodoxos pero que
podrían ser efectivo.
Primero un nuevo patrón monetario de intercambio mundial basado
en el Petro con su relación al precio del barril del petróleo,
hacerlo firme y ya.
Segundo un nuevo cono monetario en base al Bolívar Oro con una
relación fija al Petro y en estos momentos con su valor equivalente
al mismo cono monetario del dólar. Posteriormente el mismo se
convierte en nuestra moneda definitiva, desvinculada del sistema dólar
y de esa manera se soluciona el problema del menudeo de dólar, porque
al haber quien supla la demanda de monedas, se elimina un efecto
inflacionario.
Lo demás son lemas antimperialistas del que ya estamos acostumbrados
