Hoy, 14 de junio nos atrevemos meternos en ese debate por razones implícita al formar parte de un sindicato de servidores públicos como es el magisterio nacional.
Hemos entendido que el ataque al papel moneda venezolano se lleva a cabo en diferentes formas y maneras posible de parte de los agresores extranjeros (hasta se lo llevan al exterior, para producir malestar en el pueblo) y con la pérdida deliberada del valor en su relación de cambio con el dólar criminal asignada de forma arbitraria en el portal de Miami, la idea es presentar al gobierno como el responsable de la inflación y desviar la atención y ocultar donde está el verdadero enemigo de los venezolanos. Varios economistas, conocedores de todo el sistema financiero y económico, han manifestado que la Inflación en Venezuela es un problema político, no económico, lo cual es coherente con el ataque al valor de la moneda. No es cuestión de producción .
En este mismo orden de ideas a nivel mundial se evoluciona a la eliminación del papel moneda para las transacciones mediante la digitalización del pago, pero eso es otra cosa. En función de lo anterior, el presidente Maduro, ordenó a todos los entes públicos y privado de la banca y por supuesto los organismos regulatorios del sistema financiero de ir a un proceso de digitalización de los pagos para eliminar el pago efectivo en billetes y asumir el pago digital con otros instrumentos. Estamos de acuerdo con esta medida ordenada de digitalización del pago, pero la cuestión del papel moneda que se llevan a la frontera no tiene nada que ver con la inflación, si no es para causar molestia y desacreditar el gobierno.
Los importadores y comerciantes que aprovechan esas maniobras del círculo perverso del dólar para imponer el cambio del valor en la venta de su mercancía, no por los parámetros económicos clásicos sino por indicación política, total se benefician considerablemente.
La indexación salarial forma parte de la defensa de la soberanía en una economía de guerra como la que tenemos.
En teoría, en una economía normal cuando un factor importante como es el costo de materia prima, dado por la manipulación del precio afecta el proceso productivo de la mercancía, todos los elementos que la componen son afectados, entre ellos la mano de obra, es decir el salario. Las empresas privada que esta al día con los costos y además por no poder ocultar sus grandes ganancias otorga (mansamente) ajustes salariales con los bonos en bolívares a sus trabajadores, en promedio cercanos a 60 dólares mensuales. El problema para los trabajadores del sector público, como los docentes es que tenemos rezagados nuestra relación laboral y no llegamos ni siquiera a 5 dólares mensuales.
Para los empleados público que le trabajamos al estado, técnicamente no tenemos un producto terminado y tangible al cual colocarle un valor concreto. Debido a esto, los empleados públicos hemos llevado la peor parte en el proceso inflacionario brutal que se nos ha impuesto desde afuera, ya que las convecciones colectivas se discuten cada dos años con el estado y la inflación es diaria.
Por otra parte, en estos años difíciles hemos comprobados con las famosas reconversiones monetarias, de anularle cantidades de ceros al cono monetario, que de inmediato se dispara a propósito el valor del dólar, respecto al bolívar. Claro permanece la perversa relación del bolívar con el dólar. Esto se agrava también cuando existen procesos electorales, lo cual demuestra de forma pública y grosera la procedencia política de la maniobra. Palabras más, palabras menos, obtendremos los mismos resultados sí hacemos las mismas maniobras.
Salir del círculo perverso del dólar, total el imperio no perdona que le hemos destapado la caja de pandora de la liberación nacional y que ahora otros pueblos están en ese camino. Es necesario una maniobra más audaz de indexación salarial, acompañada de un convenio cambiario y una relación más directa con la economía China para el suministro de todo lo necesario para funcionar toda nuestra economía. Dejemos de ser ingenuos en política internacional, en la madre del imperio no tenemos amigos.