¿Se ha asumido en la Administración Pública, en toda su extensión, este compromiso? Si no es así, ¿Cuáles son las causas? ¿Hemos adolecido de factores negativos que contravienen el PNSB? ¿Se ha evaluado suficientemente el carácter esencial del mismo?
Gravita en el sector público una fuerza considerable que se resiste al proceso socialista. Ellos inciden en desviaciones de las políticas públicas. Curiosamente, nuestro mensaje no ha permeado en un área de alta responsabilidad en lo atinente al desarrollo económico y social; y más nos extraña, cuando las estadísticas nos indican que el mayor segmento que compone este funcionariado se clasifica como clase “D”. Sin duda, es menester revisar las causas de este fenómeno, respetando siempre el derecho a divergir.
Incontestable es, ante este panorama, que los rectores de la Administración Pública Nacional, sin ambages, deben ser garantes de la aplicación del PNSB, así como la militancia socialista. Parafraseando a nuestro comandante: digerir y metabolizar al socialismo como fin supremo, interiorizarlo y llevarlo a la praxis.
Esto nos permite afirmar que sólo revolucionarios íntegros, sin un ápice, ni un vestigio o alguna sombra de los vicios de la IV República, serán capaces de acelerar el proceso transformador. Esto nos es otra cosa que, ir haciendo la revolución desplazándonos de la cultura capitalista a la socialista con una nueva ética, que confronte la corrupción y el burocratismo, males estos que desdibujan nuestro Proyecto Nacional.
cesarevargasv@hotmail.
comcesarevargasv@gmail.com