21 de noviembre

Van 54 años desde aquel cuando se escuchó nuestro grito. Fue un movimiento apoyado en la fe de que había un futuro para el pueblo venezolano con democracia, soberanía y libertad. Sin esperanza inmediata. Con la seguridad de que podíamos perder la vida o la libertad. En la cárcel no había derecho a visita de familiares o amigos. No existían abogados, organizaciones de derechos humanos, denuncias por la prensa ni tribunales. Sólo el silencio.

La UCV fue allanada y cerrada. Colectivos de la Juventud Comunista y de la Juventud de AD, más o menos cien militantes, tomamos la calle: en las mañanas, los mediodías, las tardes, las noches, las madrugadas, repartiendo propaganda y haciendo mitines  en cines, iglesias, esquinas, autobuses, barrios, fábricas. Desplegados por toda la ciudad parecíamos miles. Con nuestro esfuerzo se fue levantando un movimiento antidictatorial, que se vio fuertemente reforzado por el levantamiento del 1° de enero de 1958 en Maracay, comandado por el coronel Trejo.

Después del 23 de enero de 1958, se inició en Venezuela un período de democracia directa. El pueblo forzó la modificación del primer gabinete que asumió el gobierno; frustró la visita de Nixon a Venezuela, el golpe del general Castro León en julio de 1958 y la calle se convirtió en un poder. Betancourt reprimió este proceso y así llegamos a la lucha armada.

Fuimos un movimiento estudiantil identificado con nuestra historia. Democrático, antiimperialista y socialista. No nos formamos con apoyo de grupos económicos o mediáticos. Nadie nos financiaba pues logramos autosostenernos, a diferencia de ciertos estudiantes de hoy, defensores del capitalismo y promovidos por el monopolio mediático transnacional.

Así  se conformó la generación del 58, nuestra generación. Destrozada por la represión, torturada, perseguida, fusilada, desaparecida, lanzada desde helicópteros en vuelo… Hoy diezmada por los retos del proceso bolivariano.

Hoy el futuro está siendo decidido por jóvenes en distintas plazas: Tahrir, Zuccotti, Plaza del Sol, La Alameda, Imán Jomeini, Balcón del Pueblo. El bienestar y la paz no están en el programa de la cúpula financiera internacional. Sólo la guerra y la dictadura del mercado contra la humanidad y el planeta. Este es el reto de gobiernos y pueblos. 

julio.escalona99@yahoo.com



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Julio Escalona


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