Chistes de género

Es muy, muy fácil, burlarse, hacer chistes o humor, del lenguaje de género. Lo difícil es esforzarse en usarlo. Lo difícil es revolucionario. Veamos. Escribió mi amigo Rodolfo Porras un artículo con el que pretende dejar sentado (o sentada) que “hay que dejarle a la transformación social de la realidad la transformación de la lengua” (o lenguo) dizque por ser un trabajo “titánico” (o tarea titánica).

Escribió mi pana (o pano) Rodolfo Porras un artículo en el que no hace mención alguna (o alguno) a un reglamento inconstitucional que elimina de un solo (o sola) “articulazo” el uso del lenguaje de género. Olvida mi pana (o pano) que no se sabe que fue primero, si el huevo (hueva) o la gallina (o gallino) y olvida que si en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela no se incluye el lenguaje de género, ese artículo 4 del Reglamento de la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Vivienda no existiera. Ni tampoco Rodolfo hubiese expresado su rompedora disertación o rompedor argumento: “Esta lengua o este idioma está, por ende, estructurado de manera que el género que lo transversa es el masculino”. Reflexióndigna (o digno) del mismísimo Don Perogrullo. Fin del ejercicio.

El centro de la controversia, chistes aparte, debería estar en explicar, analizar, especular, sobre el por qué los redactores y redactoras del reglamento en cuestión tomaron la decisión de incluir ese artículo. ¿Será que quienes lo redactaron son hombres? ¿será que estaban apurados? ¿será que son de derecha? ¿será que no les importa la Constitución? ¿será una provocación? ¿será un peo de género?

La tentación de obviar “ese fastidio” se extiende. Ya está en un Reglamento oficial. Ni más ni menos. Y resulta que más allá del masculino y el femenino también hay una diversidad sexual que amenaza con volver pedacitos atavismos conceptuales y corsés gramaticales.

Además de ser muy fácil hacer chistes con el lenguaje de género, hay quienes creen muy fácil saltarse la Constitución y los logros que ha tenido la mujer y la sociedad en su conjunto en los últimos años. No entienden, efectivamente Rodolfo, que es un proceso indetenible. Ese artículo debe extirparse de ese Reglamento, como un tumor con cáncer que amenaza con hacer metástasis. Es un retroceso, una afrenta. Es contrarrevolucionario. O contra la femenina revolución.

Y es que no es tan simple, querido Rodolfo. Le podemos dejar, como no, a “la transformación social de la realidad la transformación de la lengua”. Eso precisamente fue lo que se hizo con nuestra Constitución. Construimos un ordenamiento jurídico de avanzada, equitativo, ético y revolucionario. Pero también hablan por ahí de una fulana Ley de Transición, que ya escriben con optimismo. Imaginemos su artículo 4: de aquí en adelante todos los logros que ha tenido la sociedad venezolana en su conjunto en lo que se ha llamado la revolución bolivariana quedan sin efecto. Y pal carajo todos los géneros.


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@mercedeschacin


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Mercedes Chacín


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