Pero se debe
demostrar, igualmente, que no se va a igualar por abajo, es decir empobreciendo
a todos sin mejorar a nadie como afirman sus críticos. Así como hay
que reconocer que el gobierno ha hecho un esfuerzo sostenido por redistribuir
la riqueza incrementando la inversión social y ha defendido a la clase
media y trabajadores en muchas situaciones, como en el caso de las quiebras
de los bancos, defendiendo al ahorrista, hay ciertas normativas que
comienzan a afianzar esos temores, como es el caso de la ley de arrendamientos,
ya que afecta realmente a esos sectores arriba mencionados, especialmente
jubilados que ya quieren descansar y que cobraron sus prestaciones e
invirtieron pensando en la tranquilidad y en disminuir sus preocupaciones
económicas y adquirieron un inmueble para alquilar y, por arte de esta
ley, se convierten en los “malos de la película”. No hay alguno
que no sea afectado, tenga un inmueble o más; de la manera como se
pretende calcular el canon, no sólo no les va a producir ganancias
sino que les va a generar déficits, ya que dicho monto, tal como está
estipulado, no va a servir ni para cubrir los costos de mantenimiento,
ni de condominio si se trata de un apartamento. Lo que sí es seguro
que esta ley es tan "eficaz" que, prácticamente, desde su
promulgación desaparecieron los contratos de arrendamiento, y los arrendadores,
y, en consecuencia, los inquilinos que serían los protegidos y beneficiados.
Nadie va a invertir en compra de inmuebles para alquiler. Los que tienen
alquilados se encomendarán a Dios ligando que el inquilino no sea de
los vivos que piensen que pueden pagar cuando les dé la gana y no los
pueden desalojar, así pasen cuatro meses viviendo gratis. A la primera
oportunidad venderán el inmueble y verán que pueden hacer para sobrevivir
ante una inflación que no han podido controlar y no podrán, ni con
la ley de precios justos. Ojalá las leyes penales fueran tan efectivas
y desaparecieran a los delincuentes, como la ley de arrendamientos hizo
que se esfumaran los arrendadores, tanto actuales como potenciales.
Este tipo de medidas, si asusta a mucha gente que ve como un gobierno que no ha logrado frenar a los verdaderos especuladores, a los verdaderos capitalistas salvajes, la emprende directamente contra aquellos a los que se les ocurrió invertir en inmuebles para arrendar. Los capitalistas no invierten en este ramo ¿Cuando ha visto a un gran capitalista preocupado por cobrar alquileres?
En este punto
creo que los asambleístas pro gobierno cometieron un grave error y
desoyeron a muchos simpatizantes del proceso que por esta misma página
de Aporrea pidieron una rectificación. Ojalá que cuando se vean los
resultados negativos, como el agravamiento de la crisis de vivienda,
se den cuenta del malestar que provocan con la aplicación de esta
ley. Mientras, los verdaderos especuladores seguirán obteniendo ganancias
exorbitantes sin que nadie les ponga coto. Pareciera que se está transmitiendo
el mensaje de que es malo obtener dinero por concepto de prestaciones
sociales, o por el esfuerzo del trabajo sostenido; porque si recibes
el “cochino dinero” así sea de manos del propio Estado, te estás
convirtiendo en un verdadero oligarca que merece ser sancionado. ¡Por
favor…!