Para el Imperio su área de influencia debe estar exenta de obstáculos o incomprensión de sus intereses, pues ello es una afrenta y mal ejemplo para terceros. Esa lógica se radicaliza o simplifica según los grados de vulnerabilidad, necesidad y codicia presente en la región o país definido como prioridad por el imperio. Las riquezas naturales, condiciones geográficas, la soberanía e independencia nacional son de aprobada aceptación para los amos del norte, siempre y cuando se trate de aspectos decorativos en un discurso referido a la Independencia de un país (de los tantos sometidos), o del nacimiento de un héroe, pero nunca como aspecto vinculado o inscrito dentro de las políticas o proyectos de Estado alguno. Ésta, mas o menos, ha sido la dinámica de relaciones y “respeto” entre el Imperio y el resto de países del mundo.
Esa dominación incluye modelos culturales y civilizatorios, totalmente contrarios a la idiosincrasia de los pueblos sometidos a su dominio. Con la desaparición del siglo XX, emerge la marcada diferencia entre un modelo civilizatorio, cultural, jalonado por una práctica política totalmente contraria al bienestar y sentir de los pueblos. El imperio patentizó un modelo de vida, desarrollo y progreso, que a pesar de las toneladas de publicidad, solo ha servido para poblar de hambre, miseria y soledad a los pueblos del sur y, paradójicamente, la existencia de ese modo de vida imperial, sólo es posible mediante el sometimiento de estos pueblos; no hay alternativa, con el imperio se vive en sana paz bajo su sometimiento, o al estilo cubano, en confrontación y estado de alerta, pero con dignidad.
Nuestro caso es ilustrativo, aquí nadie se ha planteado retar al imperio, simplemente, como pueblo, como nación soberana, nos hemos propuesto hacer respetar nuestros derechos, presentarnos y actuar de manera libre y soberana ante todos los pueblos del mundo y, ciertamente, este era el punto que faltaba: está escrito en el código del imperio, que el despojo de riquezas, la usurpación de la soberanía, el deshonor y la violación de la dignidad, son sus normas, de lo contrario éste se molesta; ningún pueblo debe levantar la voz o colocar límites al libre ejercicio de la Libertad del imperio.
De manera que la confrontación adelantada por los “amigos y demócratas” norteamericanos tiene tres causas fundamentales:
1ro.- El que seamos propietarios de una gran fuente de recursos naturales (sobretodo petróleo, agua y gas) y envidiable ubicación geográfica;
2do.- Ser una promesa cultural y civilizatoria contraria el individualismo, la violencia, el egoísmo, y la guerra, y
3ro.- Tener un líder –Hugo Chávez Frías- que se ha atrevido a asumir con la responsabilidad del caso su rol ante el pueblo y la historia.
En esta confrontación contra la muerte no podemos caer en triunfalismos, en cantar por adelantado victorias, aunque existan datos innegables como el que sigue: Los miembros del ejercito agresor son, en buena medida, inmigrantes en situación irregular; ciudadanos de segunda que aspiran ascenso social mediante el “sacrificio” de representar a la patria; profesionales universitarios que esperan mejorar sus condiciones socio-económicas convirtiéndose en profesionales de la agresión a pueblos chicos; mercenarios; ex-integrantes de mafias; soldados de pueblos hermanos negociados por sus apátridas gobernantes; ex-narcotraficantes. Además son individuos que ante un simple examen psico-cultural demostraría gran desconocimiento, sobre la historia estadounidense, americana o mundial; escaso o inexistente criterio sobre la solidaridad, el humanismo, el respeto y amor por la ecología y menos aún, criterio alguno sobre un mundo democrático, respetuoso, transparente, donde las grandes riquezas naturales y la producción de la ciencia y la tecnología estén al servicio de la humanidad. Estamos diciendo, desconocimiento sobre el potencial enemigo a destruir: El Socialismo.
Por nuestro lado, como pueblo a ser invadido, ya comienzan las buenas nuevas: Visítese las diversas páginas web identificadas con la revolución social; con el respeto a la dignidad de los pueblos, dentro y fuera de Norteamérica, Europa, Nuestramérica, Asía y África y, se comprobará, que sin convocatoria directa de nuestro comandante en jefe, esos pueblos se han convocado solos. Ya se habla de la coordinación de pueblos bolivarianos andinos por la defensa de la revolución bolivariana; hace poco en una de esas páginas, se comentó sobre el equipo para la solidaridad con el pueblo haitiano y por la revolución bolivariana desde las naciones del caribe. Es una realidad, los buenos somos muchos más que los malos y cualitativamente somos superiores. Los buenos seguimos aferrados en una lucha por la alegría y por el desalojo de la muerte.
Pero si la espontaneidad, iniciativa e inventiva ha recorrido cada rincón de solidaridad internacional, igual viene aconteciendo a lo interno de la patria de Bolívar. Sencillamente nadie puede aprisionar el sentimiento y voluntad de lucha de un pueblo por su soberanía y honor, de allí que hasta ahora la formalidad institucional –el gobierno- contabiliza reservistas y fuerza armada alistada, pero la sabiduría popular ya comenzó a sacar sus propias cuentas. Pues, en las del gobierno no están los núcleos espontáneos organizados en el seno de la industria petrolera; los sujetos que hoy pagan condenas en las diversas cárceles del país, que ya impulsan sus formas organizativas; los equipos organizados en el seno de las diversas organizaciones sociales, políticas y revolucionarias que apoyan el proceso; el caso de algunas comunidades que comienzan sus sistemas de organización.
Importa también en este proceso de movilización de todo el pueblo por la defensa de la patria, la presencia de la reserva oficial en el seno de las comunidades; es el momento de alcanzar un nivel de comunicación y diálogo superior entre el pueblo de uniforme (los militares) y el pueblo de civil. Es necesario inventariar todos aquellos aspectos que hacen virtuosa la vida militar para que se inscriba en la vida civil; ubicar los aspectos de la vida civil que hacen virtuoso al ciudadano para inscribirlo en el mundo militar y, lo más importante, ubicar aquellos espacios comunicativos, existenciales, sólo posibles en la relación de estos dos sectores de la población en función de la defensa de la patria. Otro aspecto de importancia es el referido al estudio integral de todo el pueblo para el mejor ejercicio de la defensa nacional. Estudio que debería incluir Historia, Historia Regional y Local; Guerra psicológica; las batallas de independencia; las guerras imperialistas; guerras de todo el pueblo; Guerra de cuarta generación, además de todo aquello referido al arte de la guerra y la defensa integral de la nación.
Una vez mas subrayaremos que esta amenaza del imperio debe ser convertida en una gran fortaleza a lo interno de nuestras Fuerzas Armadas y en el seno de la patria toda. Pensemos nada más el gran salto cualitativo que daremos como sociedad sí, aplicando democráticamente los principios de la Inteligencia Social para la defensa nacional, terminamos sembrando los núcleos de una sociedad inteligente con plena posibilidad de aplicar el control social y la democracia participativa y protagónica en toda su extensión; pensemos en la cualificación de las cooperativas; las asociaciones de vecinos; las organizaciones políticas, culturales, deportivas; pensemos, en ese esfuerzo colectivo por defender la patria, aplicado en la lucha por la defensa del entorno ecológico y el rescate de zonas abandonadas por la desidia y la burocracia.
Que gran victoria para la Venezuela Bolivariana y demás pueblos del mundo, si en esa defensa de la soberanía e independencia logramos la instrumentalización de innovadores avances científicos y tecnológicos; multiplicación y cualificación de la comunicación alternativa (radio, prensa escrita, y televisión); salto delante de la Geografía, Planificación, Electrónica, Estadísticas, Informática, Trabajo Social, Ingeniería y muchas otras carreras y disciplinas, solo en los preparativos ante la amenaza del agresor. Así como aprender, al calor del esfuerzo y sacrificio colectivo, cuanto cuesta la más mínima prebenda obsequiada por la revolución (vehículos último modelos, guardaespaldas, motos, apartamentos o pago de habitaciones en hoteles de lujo). En síntesis, cualificación de lo mas importante en un proceso revolucionario: El ser humano. Bienvenida pues la amenaza yanqui, si la cuarta parte de lo expuesto se logra.
SOLO EL PUEBLO, SALVA AL PUEBLO