A su Pueblo,
A su Patria/Matria,
A sus compañeros, camaradas, militantes de sueños y esperanzas,
A nuestros hermanos,
Y decimos hermanos porque papá tenía muchos hijos e hijas y muchas ideas sembradas en todos y cada uno de quienes fueron a darle el último adiós a su cuerpo en la Asamblea Nacional, así como en todos aquellos que no pudieron estar allí físicamente, pero lo hicieron de alma y corazón, acompañándonos.
A todos ustedes, al pueblo que estuvo presente en cada batalla, en cada sueño, en cada lucha y en cada silencio.
Al Comandante Presidente, amigo, guía inconfundible en el sueño de la Patria/matria buena.
A los Ministros, especialmente a aquellos que como hermanos de vida, cargaron el cuerpo con sus propias manos y lo acompañaron durante largas horas.
A las autoridades de los otros Poderes Públicos Nacionales especialmente a la Junta Directiva de la Asamblea Nacional y a sus compañeros Diputados, junto a quienes defendió los principios de la Revolución Bolivariana, como si fuera la hija del que fue partero en momentos de su historia.
A todos ustedes, agradecerles y reiterarles el compromiso con su legado histórico, y en él, con el Proceso Revolucionario y con el sueño de la patria/matria digna y feliz que está madurando con todos los que conformamos el batallón en formación rodilla en tierra, que quizás prematuramente nos toque entregar los frutos para los que él dejó su lucha en verbo y ejemplo.
Nuestro viejo –como le decíamos por cariño- vivirá en cada uno de ustedes y nosotros para coadyuvar a la realización de los ideales revolucionarios de los imprescindibles como él, comenzando con la victoria del próximo 7 de octubre.
Viviremos y Venceremos!
Sus Hijas.